Locales | 30 May Están trabajando en un Ford A del año 1928, a efectos de dejarlo nuevamente a cero kilómetro. Una restauración que se encara cuando hay disponibilidad de tiempo y que permitirá que este emblemático vehículo de Ford, el modelo A, su segundo gran éxito de fabricación y ventas, se pueda apreciar como si recién saliera de fábrica.
La señora Elsa Domenech de Lancieri nos comentaba que ese automóvil quedó en Paysandú luego de que su dueño, Pierino Lancieri, se radicara en el exterior. Cuando le preguntamos sobre algunos detalles relacionados con la reparación del auto, la señora Elsa nos derivó hacia quien lleva a cabo la tarea de restauración: Johnny Inzua.
“Faltaban piezas y tomamos algunas de un auto similar, como quien dice de dos haciendo uno, sin llegar a ese extremo, para poder completar el material y elementos faltantes”, comentó Inzua. Y añadió que se hizo un repaso al motor original de cuatro cilindros, se reparó el tren delantero, los frenos que son a varilla, se trabajó en el encendido y en el radiador. También se le instalaron amortiguadores de brazos. La parte del tapizado ya estaba hecha.
Este Ford A es una versión de cuatro puertas, abierto con capota. La carrocería está pintada de color rojo tirando a bordó, los guardabarros están en color negro, las llantas y los rayos de amarillo, al igual que el tono de la capota.
Un auto fundamental para muchos en la historia de la marca Ford, que precisamente lanzó el modelo A en el año 1927, aunque comenzó a comercializarse en 1928, para sustituir lo que había representado aquel ilustre Ford T. Se dice que cuando Ford lanzó el modelo A apostó al éxito, de no lograrlo, las cosas se complicaban para la empresa, pero afortunadamente fue un éxito de ventas en los cuatro años que estuvo en el mercado.
Este que hoy presentamos, precisamente, es un referente vivo de aquellos que en su tiempo llegaron a nuestro país.