Locales | 01 Jun Los problemas de la empresa Perdomo Construcciones comenzaron el año pasado, cuando hizo trabajos para una firma española, Solarpack, que había hecho un contrato con UTE para la generación de 26 megavatios de energía fotovoltaica, que se construía en la localidad de Tomás Gomensoro, en Artigas.
Andrés Perdomo, titular de la constructora, dijo a EL TELEGRAFO que “la idea es retomar las obras que estábamos haciendo y tuvimos que parar, siempre que nos puedan esperar. Uno tiene la mejor intención pero a veces influyen fuerzas mayores”. Dijo que “la Universidad siempre se portó muy bien con nosotros y no podemos exigirles más, pero no llegamos a cumplir con los tiempos por un tema colateral”.

NI A LOS ABOGADOS
Consultado sobre cuál fue el tema colateral --del cual ya teníamos versiones-- confirmó que “tuvimos problemas con Solarpack. Teníamos un contrato por 600.000 dólares, llegamos a la facturación de 380.000 dólares y cuando quisimos cobrar armaron el bolso y se fueron, ni siquiera quedó un representante en Uruguay, porque los representaba el escritorio Guyer y Regules, pero los españoles se fueron sin pagarles tampoco”.
A raíz de esa situación, “hoy en día tenemos la empresa paralizada, somos una empresa joven, que la inicié yo a los 22 años y hoy tengo 32 y todos mis ahorros quedaron allí. Y ¿cómo le explico a los proveedores que quieren cobrar que a mí no me pagaron? Es una cadena, pero lo peor es que el malo de la película termina siendo uno. Y la empresa que me llevó diez años hacer esta gente me la arrebató en tres meses”.
Las gestiones realizadas hasta ahora no han dado frutos, y el trámite está en manos de abogados, aunque no le han dado muchas esperanzas de solución, al menos en el corto y mediano plazo.

SON VARIAS EMPRESAS
Según publicó diario El País en su edición del 13 de marzo, "un grupo de 10 empresas afirman haber sido estafadas por una firma española subcontratada que les adquirió servicios en la construcción de un parque de energía fotovoltaica en la localidad de Tomás Gomensoro, en Artigas. “Le quedaron debiendo a todo el mundo. A una pizzería de Bella Unión no le pagaron U$S 15.000. Hay un señora que les vendía milanesas y empanadas a la que le quedaron debiendo $ 90.000", ejemplificó Isaac Lendinez de la empresa Aerodas, una de las damnificadas en 170.000 dólares.
La empresa responsable del proyecto fue la española Solarpack. Esa compañía cerró un contrato con UTE para generar en ese parque 26 megavatios de energía fotovoltaica. Solarpack subcontrató a otra empresa --también española--, Dema Solar, para que se encargara de las obras. Y esa firma contrató los servicios de las 10 empresas uruguayas. En una carta enviada al presidente de UTE, Gonzalo Casaravilla, esas empresas afirman haber "sido víctimas de una estafa cometida por empresas extranjeras en la obra del parque fotovoltaico Tomás Gomensoro".
En la misiva los empresarios señalan que habiendo sido contratados por la empresa española "Dema Solar Uruguay durante el año 2015, esa empresa dejó de pagar los servicios y trabajos prestados por las empresas locales, acumulando así una importante deuda que se generó durante meses y que permitió la finalización de la obra a costa del esfuerzo financiero de pequeñas empresas de carácter familiar del país".