ANTE FENÓMENOS CLIMÁTICOS

Locales | 03 Jun El edil Alejandro Colacce planteó en la Junta Departamental la exoneración a productores de una cláusula del contrato que mantienen con ALUR, a raíz de los fenómenos climáticos. La disposición concierne a que antes de sembrar, tanto productores como proveedores mayores, se comprometen a una entrega de entre 3.200 y 3.500 kilogramos por hectárea, “que no va a poder cumplirse ya sea por bajo rendimiento o por calidad del producto”.
Colacce recordó que “ALUR es una empresa privada propiedad principalmente del Estado a través de Ancap y entre sus cometidos está la producción de etanol. En lo que hace a la producción de alcohol, tiene una estrategia de una economía planificada, o sea, define sus volúmenes de producción para el año siguiente y compromete o ata la producción de materia prima con un año de antelación”. El edil explicó que para la producción se emplea “sorgo granífero de bajo tanino y por tratarse de un cultivo anual, es que se define el 100 por ciento a comprar y por ende del área bajo contrato de este cultivo. Lo que se hace entre octubre y diciembre, momento en el cual el cultivo muchas veces aún no está sembrado. En general este rendimiento se define entre 3.200 y 3.500 kilogramos por hectárea dependiendo de la fecha de siembra, con promedios regionales de 3.000 kilos por hectárea en esta región”.
En esta ocasión, los cultivos de verano sufrieron dos eventos climáticos que jugaron en contra. El primero fue la sequía de enero y parte de febrero; el segundo fue el excesos de lluvias en abril, que produjo pérdida de rendimiento por sorgo que brota en la planta, pero por sobre todas las cosas un aumento significativo de toxinas en el grano, indicó Colacce. “Estas no afectan la producción de etanol, pero sí la calidad de la burlanda de sorgo o DGSS, que es un subproducto del procesamiento del grano que se vende para consumo de ganado y que, al aumentar la concentración de toxinas, no permite una comercialización fluida. Como la venta de este subproducto es importante para que cierre la cuenta de ALUR, en este año el contrato incorpora el nivel de toxina en grano para ser recibido o no”.

PRECIOS
Colacce señaló que además de los problemas aludidos, hay que tener en cuenta que “si bien ALUR está recibiendo grano con niveles medios de toxina, baja el precio de 150 dólares puesto en planta a 120 dólares o menos, de acuerdo con la concentración de toxina. En definitiva, le hace pagar al productor el subproducto que no puede vender. Así como los granos con niveles altos de zearalenona o mucho brotado son rechazados, por lo que el productor no cumple con el contrato, además que tiene costos adicionales por fletes de chacra a planta y planta a chacra”, advirtió el edil.
Según Colacce, en el contrato firmado por ALUR con los proveedores se explicita que por incumplimiento de contrato el proveedor deberá suministrar maíz o granos que acuerde con ALUR para sustituir el faltante. En años normales esto se puede entender, ya que existe más sorgo en el mercado para sustituir o complementar los incumplimientos. Este año no existe sorgo de calidad en el mercado, por lo que la opción de maíz significa para un productor --que ya perdió plata con la siembra de sorgo-- seguir poniendo plata para comprar una materia prima más cara”.
Aseguró también que “estos incumplimientos de contrato no le significan pérdidas a ALUR, ya que no es que pagó por algo que no tiene. Solamente le significa por una zafra o un año cambiar su estrategia de economía planificada a salir al mercado a comprar ellos otros granos con una capacidad de negociación mucho mayor que la capacidad que tiene cada pequeño productor por separado”.