Policiales | 02 Jun Dolor, impotencia y mucha angustia embargan a la comunidad sanducera en estas horas, tras conocerse la tragedia que tuvo como desencadenante el fallecimiento de cuatro niñas de entre 4 y 7 años, quienes perecieron carbonizadas, y un hombre, tras un hecho calificado como un cruento episodio de violencia que dejó, además, a una mujer de 30 años en grave estado como consecuencia de las quemaduras sufridas durante el incendio provocado en su finca. El hecho se registró en las inmediaciones de Cerrito y Park Way. El hombre --señalado como autor del incendio que causó el infortunio-- fue hallado sin vida dentro de la finca, con claros signos de haber sufrido una intoxicación por monóxido de carbono. De acuerdo con información extraoficial obtenida por EL TELEGRAFO, Bomberos tomó conocimiento del hecho pasadas las 4 de ayer, a través de un llamado telefónico realizado al 911 en que se alertó sobre un incendio generalizado en una construcción de la costanera del arroyo Sacra. Al lugar concurrió personal policial y se comenzó con el trabajo técnico.
La mujer, que había sido ayudada por unos vecinos, fue llevada de inmediato al servicio de urgencias del Hospital Escuela del Litoral y, tras ingresar al área de CTI, debió ser trasladada hacia el Centro Nacional del Quemado (Cenaque) en la capital del país, debido a la gravedad de las lesiones que presentaba. Un allegado a la joven confió a este medio que presenta “quemaduras de 1º, 2º y 3er grado en un 30% del cuerpo”. “Aunque lo más complicado son las vías respiratorias por el humo inhalado”, sostuvo.

CRONOLOGÍA DE LA DESDICHA
Según confiaron vecinos de la zona, minutos antes del fatídico desenlace, Romina Duré fue abordada por Oscar Day Soto, de 46 años (poseedor de un antecedente por receptación y con al menos dos denuncias por violencia doméstica, realizadas por una pareja anterior) con quien había mantenido una relación amorosa en el pasado –incluso llegaron a convivir--. También estaban vinculados laboralmente, ya que durante la madrugada la señora despachaba un carrito de expendio de comidas rápidas, propiedad del hombre, ubicado en bulevar Artigas y Uruguay, dentro del patio de la ex empresa Cármica. Trascendió que luego de ciertas diferencias, hacía poco más de dos semanas que Duré no trabajaba más para Day Soto, quien, además de contar con el carro de comida --al cual también atendía algunas noches--, oficiaba como empleado en una ferretería de la zona Este de la ciudad durante el día. El furibundo arribó al barrio a bordo su automóvil, un Fiat Cinquecento que dejó estacionado a unos 50 metros del lugar del incendio.
Tal como ya había sucedido en oportunidades anteriores en distintos lugares, los adultos mantuvieron una discusión en la calle, pero de acuerdo a lo manifestado por testigos en esta ocasión Day Soto habría sido visto cuando golpeó a la señora y luego --en cuestión de segundos-- la roció con líquido inflamable y la prendió fuego. Uno de los vecinos acompañó a la mujer, visiblemente herida, hasta la casa de un familiar ubicada a menos de una cuadra de distancia, desde donde fue tramitada la presencia de la ambulancia y la Policía. En tanto, durante el camino de dolor, Duré alcanzó a expresarle a un primo suyo que dentro de la casa se encontraban sus hijas Nohaya, de 7; Ayelén, de 6, y Aillén, de 4; a quienes les acompañaba Jazmín, la hija de su actual pareja, de tan solo 4 años. De acuerdo al relato, el muchacho se dirigió hacia la edificación y al advertir que la puerta estaba trabada clamó a Day Soto: “¡Dame las nenas!”; a lo que este le habría respondido: “¡De acá no salen!”

EL MACABRO HALLAZGO
Preparados técnicamente para atender estas situaciones --aunque humanamente nunca se lo esté del todo--, integrantes de la dotación de Bomberos debieron derribar la puerta principal para ingresar a la finca. “Al extinguir el fuego, fueron ubicados cinco cuerpos en su interior. Se trataba de cuatro menores que estaban en una de las habitaciones y una quinta víctima en el baño”, dijo a EL TELEGRAFO el jefe del destacamento local de Bomberos, comisario Pedro Severo.
Asimismo, información extraoficial permitió saber que una de las niñas (quienes concurrían a la escuela Nº 99) se encontraba tendida sobre un colchón, otra estaba a pocos metros y las restantes se encontraban juntas próximas a una ventana enrejada, por lo que se presume que intentaron salir. El cuerpo de Day Soto fue descubierto dentro del baño, boca arriba, y con una toalla de mano mojada sobre la cabeza, que habría utilizado para evitar la intoxicación.
Respecto al espacio físico donde fueron encontradas, el jefe detalló que se trata de una “habitación destinada a dormitorio que constaba de una estufa a leña, una cama de dos plazas, otra simple y dos roperos con ropas varias. Las niñas se encontraron allí”, manifestó.
“De inmediato se hicieron las comunicaciones de rigor y solicitaron las pericias a la Dirección Nacional de Bomberos (DNB) por tratarse de un siniestro de estas características, al tomar en cuenta el número de víctimas”. El equipo de Científica de la DNB arribó pasadas las 15 y se encargó de hacer “el estudio de los indicios para determinar el punto de origen del foco ígneo y arribar a las causas, tanto en la zona del hecho como acompañando el proceso del forense”, especificó Severo. De dicha instancia participó también la jueza penal de Segundo Turno, Elsa Montín, acompañada por integrantes de la Fiscalía y la forense Rosa López.
Severo compartió que, pese a que están preparados para este tipo de tareas, la situación no deja de ser difícil. “Uno trata de aislarse, ponerse en el trabajo y no pensar en lo que se está viviendo en ese momento. Es muy delicado ver a cuatro niñas así; por la posición que tenían, más o menos, uno calcula lo que deben haber pasado en ese momento. Se trata de ser lo más profesional posible para no interferir en el estudio de las pruebas”, aclaró sobre la tarea que desempeñan.
Desde que se tuvo conocimiento de lo ocurrido, el jefe de Policía sanducero, comisario general Luis Mendoza, dispuso guardia permanente en la casa y alrededores.