Rurales | 10 Jun El ingeniero agrónomo Javier Frade, técnico del Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL), señaló en el marco de su disertación en las 44ª Jornadas Uruguayas de Buiatría, que existen medidas efectivas en nuestro país para el control de predadores.
El profesional sostuvo que “se debe analizar, en cada caso, las medidas a utilizar según las características del productor, el predio y los predadores involucrados”, y aclaró que “ninguna medida tomada aislada puede ser totalmente efectiva, debe ser integrada a otras opciones preventivas y de control”.
La predación se considera un problema permanente y difícil de controlar, y más aún de erradicar, pues la mayoría de los predadores están protegidos por ley; en el caso del perro doméstico, no existe en nuestro país una legislación específica que penalice en forma drástica el daño causado.
Precisó que el impacto económico de la predación es variable, dependiendo del tipo de predador, de la región considerada, las características topográficas, del sistema productivo y de la infraestructura existente.
El conflicto entre la fauna silvestre que provoca predación y los seres humanos es un problema significativo que abarca muchas partes del mundo. La predación del ganado por los mamíferos carnívoros es una de las fuentes más frecuente de conflicto entre los seres humanos y la vida silvestre en amplios sectores del mundo.
Sostiene que los predadores pueden representar un serio problema para la industria ganadera, especialmente para los pequeños rumiantes y para los ovinos, puesto que constituyen una de las presas más fáciles de acceder, pudiendo deberse, entre otras causas, a su gran número, hábito gregario, vale decir, tender naturalmente a juntarse en grupos y su escasa conducta antipredadora.
Aclaró que la observación directa de los carnívoros en acto de predación del ganado doméstico o de presas silvestres es relativamente inusual. Y señaló que para considerar un acto como predatorio, “debe existir la evidencia de la muerte o la desaparición de uno o más animales. La forma más adecuada de reconocer la especie predadora es verla directamente actuar o bien obtener animales donde se puedan apreciar las características de las mordidas o las regiones corporales predilectas donde producen daño, ya que el hecho de encontrar un predador comiéndose un cadáver no necesariamente indica que lo mató, considerando que la mayoría de los predadores son carroñeros o comedores de cadáveres”.

PREDADORES
Frade explicó que los predadores de los ovinos más importantes en Uruguay son el jabalí, los zorros nativos “zorro-perro” y “zorro gris”, carancho y el perro doméstico.
Tanto el “zorro perro” como el “zorro gris” y el carancho tienen estatus de animales silvestres protegidos incluidos en la nómina oficial de especies de la fauna silvestre, según decreto 514/001 con fecha 26 de diciembre de 2001. Eso hace que esté prohibida la caza, tenencia, transporte, comercialización e industrialización de dichas especies zoológicas silvestres.

JABALÍ
El mayor reclamo de los productores por predación en ovinos se manifiesta hace ya más de 20 años, fundamentalmente por las muertes causadas por jabalí, que fue introducido en Uruguay en 1928 y se declaró plaga nacional el 15 de diciembre de 1982 y, posteriormente, plaga de la agricultura en 2004.
Un total de 1.300 establecimientos manifestaron haber reducido el tamaño de la majada en respuesta a los perjuicios causados por el jabalí, cuyo problema presenta características distintas en todos los departamentos (con mayor incidencia en el noreste y sureste del país).
La mayor predación parecería surgir durante el invierno, coincidiendo con la parición de los ovinos y la falta de comida en el campo natural y monte nativo. Prácticamente no había presencia de jabalí al norte del Río Negro, aunque en la actualidad se encuentra en todo el territorio nacional.

ZORRO
En un estudio de predación de corderos por zorro realizado en Uruguay, se encontró que existe, a nivel de productores rurales, una sobreestimación de la tasa de mortalidad ocasionada por predación en un 300%, debido a que se considera entre los corderos predados a aquellos animales enfermos o que por alguna causa no serían corderos viables.
Es sumamente llamativa la conclusión del estudio de referencia, por lo menos en el momento actual, cuando la población ovina está en su mínimo stock y es de suponer que la población de zorros, al no tener enemigos naturales y no estar permitida su caza, esté en franco aumento, por lo que hay menor cantidad de corderos neonatos para el acto de predación para una población de zorros notoriamente aumentada. Basta ver la cantidad de zorros muertos en las carreteras.

CARANCHO
El carancho presenta similar situación que el zorro: es una especie protegida y en la actualidad se observan concentraciones cerca de las majadas, provocando la muerte de animales debilitados o cuando se echan a parir.

PERRO
Para Frade, es notorio el aumento de los perros sueltos tanto en los centros poblados como en el campo, desde que fueran eliminadas las perreras en todo el territorio nacional en 2009. Las medidas sustitutivas como la castración y los refugios no han tenido el impacto deseado.
Es muy frustrante para los productores ovejeros cuando tienen un ataque de perros, ya que se produce una gran mortandad de ovinos y otros quedan tan lastimados que, por lo general, hay que sacrificarlos.
Además de la pérdida económica, el productor experimenta una sensación de desolación, ya que en un ataque los animales afectados son muchos y lo que consumen los perros es prácticamente nada.

MEDIDAS DE CONTROL
Los diversos métodos de control de la predación se pueden dividir en dos grandes grupos. Los directos, que se caracterizan por actuar en forma explícita sobre los individuos de la población predadora, y los indirectos, que no actúan directamente sobre la población de predadores, sino que impiden su accionar.
Entre las medidas contempladas para reducir la mortalidad por efecto de la predación, se puede mencionar la utilización de animales de gran tamaño, dentro de los cuales cabe citar perros protectores de rebaños, burros, llamas, guanacos y otros métodos, como los cercos eléctricos.
Al referirse a medidas de control indirectas, respecto a las barreras, se refirió al alambrado eléctrico, indicando que bien colocado y con las características de construcción adecuadas, es una barrera prácticamente infranqueable para el jabalí en sus movimientos naturales.
Los alambrados eléctricos usados en la defensa frente al jabalí sirven para el manejo del ganado, pero no todos los usados para el ganado defienden adecuadamente frente a los ataques del jabalí. Esto se debe a que no tienen la potencia necesaria o a que las características de su construcción no son las adecuadas. En casos extremos y cuando es posible su implementación, es una medida muy eficiente, como también el encierro nocturno de la majada o la
construcción de cercas de malla que no permiten el paso de los predadores.

ANIMALES DE GUARDIA
El técnico del SUL indicó que un animal de guardia es aquel que, puesto junto a un rebaño, representa una amenaza para el predador. El animal de guardia ideal debe proteger a los ovinos contra los predadores, requiriendo el mínimo entrenamiento, cuidado y mantenimiento.
En cuanto a los perros de protección, dijo que existe un gran número de razas de perros altamente especializados en la función de protección de rebaños. Estas razas principalmente se originaron en Asia y Europa y desde allí han sido llevadas a los diferentes continentes. Entre las razas más usadas, cabe citar: Montaña de los Pirineos, Komondor, Maremmanos y Shar Planimetz.
Estos perros se usan actualmente en otras partes del mundo para defender a los rebaños de los ataques de predadores muy variados como, perros, zorros, osos, lobos, coyotes e incluso de pumas, guepardos y leones. No son perros de compañía (referido a las personas). Son animales de trabajo que deben vivir permanentemente entre las ovejas. Son perfectamente compatibles con la presencia y trabajo de los perros pastores, diferenciando bien su papel y no interfiriendo en la labor de estos últimos.
También se refirió a las llamas y explicó que en Uruguay se ha experimentado con la inclusión de 16 llamos castrados de 2 años, obtenidos en el Parque Lecocq, verificándose buenos resultados.
En cuanto a los burros, manifestó que son dóciles con las personas, pero agresivos con los cánidos y pueden usarse con ovejas y cabras para disuadir predadores. En Estados Unidos y Canadá se están volviendo populares como animales de guardia (particularmente para ovejas y cabras).
El SUL inició en 2015 un estudio de ADN de 43 ejemplares de burros (machos y hembras) de diferentes orígenes en nuestro país, de los cuales 5 burras se incorporan a 3 establecimientos para hacer una primera evaluación de su utilidad. Ante los primeros resultados auspiciosos, se pretende aumentar la experiencia en 2016.