Deportes | 12 Jun La selección uruguaya de fútbol se instaló en la ciudad de San José, a la espera del partido de mañana frente a Jamaica, con el que cerrará su participación en el Grupo C de la Copa América Centenario.
Los celestes quedaron rápidamente eliminados del torneo, tras las derrotas frente a México y Venezuela, por lo que el único objetivo planteado es poder despedirse al menos con tres puntos en la tabla de posiciones.
Hoy, el técnico Oscar Tabárez evaluará cuál será el equipo titular, y no es de descartar que opte por poner en cancha un equipo alternativo, para darle minutos a quienes hasta el momento no salieron a la cancha.
Es más que posible que Luis Suárez, que mañana cumplirá con el tiempo estimado de recuperación de su desgarro, no sea de la partida para así darle un período mayor de descanso. Ayer, por lo pronto, el delantero dijo que “es muy difícil que esté el lunes”.
De confirmarse, se despedirá del torneo sin minutos de juego, los que visiblemente reclamó en el complemento del partido ante los venezolanos.
Ayer, Suárez brindó una conferencia de prensa para explicar lo sucedido, por qué reclamó su ingreso y por qué golpeó el banco de suplentes, y si estaba o no en la lista de espera.
“No estoy ni siquiera en el 90 por ciento de lo que puedo dar, el médico sabe que no podía jugar, y yo sabía que si estaba en el banco podía ingresar porque así lo marca el reglamento. La calentura viene por la impotencia de ir perdiendo y no poder ayudar a los compañeros. Sabiendo que no podía jugar, quería hacerlo igual para ayudar al equipo”, dijo Suárez, que se disculpó con el cuerpo técnico por su reacción.
“Si estoy en el banco de suplentes, es porque puedo entrar. A Mario (Rebollo) le dije que había que poner a otro delantero. Fue todo en 45 segundos. Llaman a Nico (Lodeiro), entra por el ‘Pato’ (Sánchez), se acalambra el ‘Tata’ (González) y le pedí que pusiera a otro delantero”, explicó con respecto a la situación.
Y agregó: “Yo me quería meter en la cancha. No es problema del Maestro, y yo sabía que no me iba a poner. Yo solo me fui a calentar, además el cuarto árbitro me había advertido que me dejara de gritar. Por eso, también me fui a correr detrás del arco. También el aliento de la gente me llevó a intentar jugar. Por la selección hago todo y si el Maestro me ponía jugaba igual”.