Policiales | 12 Jun Una suma cercana a los 8.000 pesos fue lo conseguido por un malviviente que en la noche del viernes ingresó al local de “Italian Pizza”, en bulevar Artigas y Larrañaga, y se llevó la caja registradora. El sujeto, en apariencia joven, actuó libremente ante la estupefacta mirada de una joven empleada que se encontraba junto al mostrador. “Entró rapidísimo. Yo estaba de espaldas a la puerta y cuando lo vi ya había arrancado la caja registradora. No dio tiempo a nada”, expresó la muchacha, quien fue luego trasladada por la Policía hacia Comepa debido a que sufrió una descompensación producto de los nervios.
En tanto, el propietario del negocio, Ramón Cardozo, narró a EL TELEGRAFO lo ocurrido: “Estábamos todos trabajando en la cocina y una de las muchachas en el mostrador. Entró con casco puesto y en diez segundos agarró la caja registradora y se la llevó. Ella (por la joven) pegó un grito cuando lo vio y enseguida salimos a ver qué pasaba”. Al momento del atraco no había clientes dentro del local, por lo que se presume que el delincuente estuvo vigilando antes de ingresar.
Cuando salieron hacia la vereda, notaron que el malhechor se había subido a una moto que lo aguardaba por Larrañaga. “Intenté seguirlos y también me ayudaron otros muchachos. Vi que habían agarrado hasta Dr. Verocay, de ahí tomaron hacia el norte. Doblaron por Horacio Meriggi hacia la zona de El Espejo pero ahí ya los perdí”, relató.
Consultado sobre si la caja estaba pegada o atornillada a la mesada (algo que en la actualidad comienza a utilizarse), Cardozo expresó que no. “Veníamos con esa idea hacía un tiempo, pero como de abril a junio es una época medio difícil dejamos para más adelante. También teníamos como inquietud colocar un blindex en la zona de la caja pero lo postergamos, aunque te ponés a pensar que no sirve de mucho y no es la solución”.
El local donde funciona la pizzería está ubicado en una esquina bien iluminada “y a esa hora había buen movimiento en la calle”. Por su parte, Cardozo manifestó que esta es la primera vez que les ocurre un robo estando dentro. “Hace un tiempo nos robaron pero forzaron la puerta para entrar, porque ya habíamos cerrado”, mencionó el comerciante sanducero que se suma a la lista de víctimas de la inseguridad.