OPINIÓN

Locales | 19 Jun USE
Sr. Director del C.U.P.
Quien suscribe, Ramón Machado, C.I. 1.490.737-1, se dirige a Ud. con el sólo fin de plantearle lo siguiente:
En el año 2015 participé en el “Concurso Regional de Cuento corto” convocado por el Centro Universitario de Paysandú y la editorial Banda Oriental.
En dicho concurso actuaron como jurados dos profesores de literatura y un escritor y se participaba usando seudónimo con el fin de brindar absoluta transparencia tanto a la recepción como al proceso de análisis de las obras y a la toma de decisiones.
Tuve el privilegio de que el jurado decidiera dar el primer premio al cuento “Fin de la noche” (seudónimo “Grillo cebollero”) y el tercer premio al cuento “Carta al amanecer” (seudónimo “El ajedrecista”).
Parte del premio consistía en la edición del libro con las obras premiadas. El viernes 10 de junio se llevó adelante la presentación del libro, dicho sea de paso, en una hermosa, sencilla, amena y concurrida ceremonia. Lo insólito y triste de todo esto es que el “primer premio” con el cual comienza el libro, aparece mutilado de una manera brutal. Solamente dos carillas y media aparecen como si fuera eso en realidad todo el cuento. El cuento completo llena siete carillas y algo más.
El punto es que no se publicó el cuento ganador. Más bien se lo destrozó publicando un pedazo que de ninguna manera lo representa.
Descartando la existencia de una mala intención, estoy convencido de que se produjo un daño múltiple ya que, en primera instancia, salen mal parados los integrantes del jurado pues cualquier lector y también el resto de las personas que concursaron --hayan ganado premio o no--, caerán en la cuenta de que lo publicado como cuento ganador no tiene ningún valor literario y se preguntarán porqué el jurado actuó de esa manera.
El CUP no escapará al cuestionamiento y eso es algo lamentable, por el hecho en sí, pero también por todo lo que se esperaba y se espera en cuanto a la continuidad de un evento tan importante y fundamental para la región.
En lo personal, siento algo así como vergüenza ajena. Más de una persona podrá cuestionarme libremente suponiendo que hubo algún tipo de arreglo con el jurado.
En resumen: pienso que la editorial tendrá que dar razón de lo sucedido, que se debe informar al público del error y que la única manera de eliminar todo tipo de suspicacia, es volver a editar el libro, sin errores, sin ningún tipo de podas como debería de haberlo hecho en su momento.
Además sería bueno que la editorial integrara a la publicación, un pequeño resumen de la producción literaria de los autores, cosa que siempre viene bien y que el lector agradecerá.
Sin más saluda atte.
Ramón Machado