OPINIÓN

Locales | 19 Jun SOBRE EL DESTINO DEL
REDIO DE LA EX PAYLANA
El 31 de diciembre de 2011 se produjo el cierre de la fábrica Paylana. Se produjo ese día la clausura de sus actividades. A posteriori de eso, la institución Fondes, tan cuestionada por sus magros resultados, comenzó a ver cómo usar las instalaciones existentes habilitando a una cooperativa de exfuncionarios. Los resultados alcanzados no fueron buenos y ahora esa misma entidad envió funcionarios para ver cómo habilitar en ese predio, dentro o fuera de los edificios existentes, nuevos emprendimientos industriales de menor volumen. En resumen, en el último año mucho se ha hablado de qué hacer allí. Y en ese mismo tiempo muchos hemos pensado que habría que usar ese lugar para emprendimientos residenciales, ya que se trata de una quinta entera sobre una avenida principal dotada de todos los servicios. En el enjundioso editorial del domingo 12 p. pdo. se trata el tema del destino futuro del predio donde estuvo emplazada esa empresa y su hilo conductor va precisamente en ese sentido. No vamos a abundar en las razones del editorialista, pero sí hacer algunas apreciaciones sobre el tema que esclarecen el camino hacia el destino residencial del predio. Al haber sido presidente de la Comisión que redactó el actual “Plan Urbanístico de la Ciudad de Paysandú y su entorno”, Decreto Nº 4489/2003 conozco su texto y sobre todo el espíritu de la norma con respecto a los predios de la conocida hasta hoy como Zona Industrial delimitada hace sesenta años. Ese decreto, cuyo muy largo y cuidadoso proceso de gestación no corresponde analizar aquí, fue reconocido como un instrumento de ordenamiento territorial en su momento por oficinas competentes. Y en él está delineada la clase de ciudad que queremos. Y en esa ciudad que queríamos a través de ese decreto, hay normas que ayudan al destino residencial que buscamos. El asunto es aplicarlas. Y ahora es el preciso momento para hacerlo con la urgencia que el asunto demanda, porque como se afirmó aquí, “esta es la gran oportunidad para construir viviendas en un área que ya no puede seguir siendo industrial”.
En ese Decreto 4489/2003 el Artículo 104 dice: “Área Industrial en Área Residencial Norte: Delimitación…” Y cuando la delimita encierra en su perímetro, exactamente toda la vieja, conocida y criticada Zona Industrial existente hasta ese año 2003, donde estuvo Paylana. Y el Artículo 105 dice: “La presente Zona Industrial queda automáticamente derogada desde la vigencia del presente Decreto. En ese momento la zona pasará a regirse por las mismas determinaciones que se establecen para el Área Residencial Norte”. O sea a partir del año 2003 se derogó como sede de industrias esos lugares. Y a renglón seguido dice ese decreto en su Artículo 106: “Los establecimientos que se encuentre en esta zona podrán seguir funcionando debiendo cumplir con las exigencias y previsiones establecidas en el presente Plan y en las Ordenanzas Municipales vigente. Cuando se trasladen o clausuren sus actividades, en su lugar no podrán asentarse otras industrias, con excepción de lo establecido en el Art. 152, Inc.1º”.
O sea que la vieja Zona Industrial quedó convertida en Área Residencial Norte. Y en el Artículo 58 de ese Plan cuando habla del Área Residencial Norte, empieza diciendo: “Uso del suelo: se permitirá el predominantemente residencial con servicios y equipamientos compatibles vecinales. Se excluyen todas las actividades que provoquen molestias generadas por efluentes….” y sigue.
O sea que parece que las normas están. Habrá que aplicarlas luego de todas las negociaciones que se necesiten con el Fondes. Pero desperdiciar una quinta de más de tres hectáreas de superficie, sobre una avenida de hormigón con cantero central y todos los servicios a unas cuadras del centro, sería una omisión desgraciada, por decir lo menos.

Ing. Agrim.
Ramón Appratto Lorenz