Paysandú, Lunes 27 de Junio de 2016
Policiales | 21 Jun Tres ómnibus de recorrido interdepartamental fueron blanco de vándalos que, como sucede desde hace varios años, lanzaron grotescas piedras contra las unidades repletas de pasajeros, lo que --en esta ocasión-- dejó un guarda lesionado tras ser alcanzado por las esquirlas del parabrisas roto. Los hechos se registraron en la última hora del domingo en el kilómetro 28 de Ruta 1, una de las más utilizadas para llegar hacia la capital del país, y tuvo como una de las protagonistas a la unidad de Agencia Central que había salido desde Paysandú a las 19.30.
Consultado por lo ocurrido a unos 2 kilómetros al sur de la estación de servicio de Ciudad del Plata (San José) y unos 30 kilómetros de Montevideo, el encargado de Tránsito de CUT Corporación, Federico Espalter, precisó que de su empresa fueron dos los ómnibus apedreados, los que habían salido desde Fray Bentos con destino a la capital. En uno de estos, el guarda documentó con un video el estado en que quedó el parabrisas así como el tamaño del adoquín lanzado, video que se viralizó rápidamente a través de las redes sociales y está disponible en la página de Facebook de EL TELEGRAFO.
Esta no es la primera vez que suceden este tipo de incidentes, de los cuales han sido víctimas, además, conductores de camiones y personas que van al volante de automóviles y camionetas, llegando en algún caso a registrarse graves heridos.
“ANTES ERA UNA PIEDRITA,
AHORA ES UN CASCOTE”
“Los tres coches fueron brutalmente apedreados. En realidad esto ya no es una pedrea sino una inconsciencia y un intento de asesinato. Se sabe que una piedra que es lanzada contra un parabrisas lo astilla y rompe pero estas entraron en los vehículos. Las piedras entraron sin potencia, cayeron adentro, porque el vidrio las paró. Un conductor que viene manejando a 85 o 90 kilómetros por hora le impacta a la altura de la cara, con los vidrios que salpican y todo adentro, reacciona y puede volantear, chocar, volcar o provocar un accidente que derive en algo peor porque, además del chofer y el guarda en la cabina, van 46 pasajeros que llevás sentados en el salón. Pasajeros que vienen viajando tranquilamente suponiendo que no va a pasar nada y que venimos con todas las garantías necesarias. Pero con estas situaciones es imposible tener una certeza de ese tipo”, detalló Espalter a EL TELEGRAFO.
En tanto, indicó que todos los episodios de este tipo están denunciados ante el Ministerio del Interior. “Cada uno tiene su denuncia correspondiente, algunos casos tal vez no porque las piedras han pegado en las chapas del costado y no tiene un daño considerable. Cuando hay rotura de vidrios inmediatamente se hace la denuncia. De todas formas intentamos que todos los hechos queden denunciados y junto con todos esos antecedentes se han hecho gestiones de todo tipo para intentar minimizar esos problemas”. Asimismo, Espalter expresó que la situación no es exclusiva de la Ruta 1, sino que “sobre el corredor de las rutas 8 y 5 pasa lo mismo, que es por donde habitualmente salimos nosotros”.
Sobre los incidentes, el encargado de Tránsito de CUT indicó: “Esto pasa también por un tema de cultura, la inconsciencia de lo que están intentando hacer, la gracia que hacen, porque otro objetivo no tiene. ¿Qué van a hacer? ¿Parar el ómnibus para robar? El ómnibus no va a parar ahí adelante del que tira la piedra y en caso que lo hiciera le podrá robar una valija con ropa de algún pasajero. Es algo no se le puede ni buscar el sentido, porque no lo tiene”.
“Uno de los guardas tuvo que ser atendido porque tenía pequeños cortes y le había quedado la vista expuesta, pero por suerte no tenía ninguna esquirla dentro de los ojos”. En otros casos, “ha habido pasajeros heridos”. “Es un hecho que lamentablemente se reitera, a veces más aislado y otras más seguido. Incluso la peligrosidad ha aumentado porque antes era una 'piedrita' que rompía el vidrio y ahora es un cascote que rompe un parabrisas y entra a la unidad”, detalló Espalter.
ÓMNIBUS QUE SALIÓ
DE PAYSANDÚ TAMBIÉN
Por su parte, el encargado de Terminal Paysandú de Agencia de Central, en la Terminal Tres Cruces, Sebastián Costa, dijo que el cascote que destrozó el parabrisas de la unidad 358 fue de alrededor “de un kilo y medio”. “El ómnibus de Agencia Central y uno de los de CUT (cuyo guarda filmó los daños) llegaron casi juntos a terminal y pasaron casi simultáneamente por el lugar donde fueron dañados”.
La única diferencia entres ambos ataques fue que “nosotros tenemos el cartelito con el número de servicio y la piedra rompió el parabrisas pero quedó frenada por el cartel. No llegó a caer adentro, sino trancada entre el parabrisas, el cartel y el mismo tablero del coche”.
Esta situación “nos ha pasado cantidad de veces y siempre en la misma zona. Por ahí no en los mismos kilómetros pero sí en ese trayecto y los accesos a Montevideo. Una piedra de esas que toque al chofer y no la cuentan varios porque puede desencadenar un accidente mayor. Además no sabemos desde qué dirección lanzan las piedras, si es de arriba de algo, porque en esa zona están los puentes también, o si es de costado. Es como que tiren un balazo, porque una piedra de ese tamaño es tremenda. Un parabrisas de ese tipo resiste un golpe fuerte y esas piedras pasaron de largo”, dijo Costa sobre la fuerza que llevaba el objeto al ser lanzado.
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