SESIÓN ESPECIAL

Locales | 24 Jun El edil Jorge Genoud recordó el 16 de junio de 1984, fecha en la que regresó al país el líder nacionalista Wilson Ferreira Aldunate y fue detenido por el gobierno de facto. También hizo referencia a lo que –entiende-- es una crítica situación socioeconómica actual.
Genoud resumió: “no voy a historiar a Wilson, porque para nosotros Wilson no es historia, es presente, es vida y nos deja un mandato cada vez que lo evocamos. Tenemos la obligación, como blancos, de recorrer su huella y la imperiosa necesidad de que haga carne en nosotros”.
Evocó a Wilson al salir de la cárcel, tras cinco meses y medio: “'Me voy a permitir hacer con ustedes algunas reflexiones sobre los momentos que vive el país, sobre la situación política'. Eso decía Wilson en diciembre de 1984 y hoy, en junio del 2016, el contexto parece no haber cambiado mucho. Hasta diría que estamos peor. Un pueblo sumergido en la intolerancia, donde hay que sacar el dinero de las calle como medida para combatir la delincuencia, donde al que trabaja se lo castiga con impuestos, donde la educación tiene que hacer pasar de clase a los gurises, sepan o no, para mantener las estadísticas. Cuánta verdad en cada palabra de Wilson, cuánta vigencia sus palabras. Más adelante, en esa misma locución, Wilson decía a sus compatriotas: 'La solución más sencilla hubiera sido cambiar para amoldarnos a lo que la gente quería. Pero nosotros no somos aquellos que cambian de pensamiento con tal de ajustar mejor los resultados electorales. Nosotros somos nosotros. Ninguno de nosotros lo ignoró. La participación, naturalmente, tiene como condición por lo menos la presencia de la multitud. Un partido que no sea capaz de juntar este núcleo de gente y de hacerlo en este tono entusiasta, fervoroso, no merece sobrevivir. No bastan los diputados y los senadores por muchos que sean, no porque nadie quiera sustituirlos, sino porque la sociedad es algo más que la sociedad política. Nosotros queremos que nuestro partido esté presente en todos los aspectos en la vida sindical. Nos opondremos terminantemente al afán de introducir compañeros políticos nuestros en la vida sindical cuando no puedan invocar otro título que el de militantes políticos. Al sindicato no se entra ni de blancos, ni de colorados, ni de comunistas ni de frenteamplistas; al sindicato se entra de obrero'”.

POR LA LIBERTAD SE PELEA
“Por la libertad se pelea siempre, porque nunca está definitivamente conquistada y no importa con quién simpatice políticamente un trabajador; sí importa --y mucho-- con quién se siente representado en su lucha”, sostenía Wilson. Genoud añadió, “por eso hoy no podemos hablar de su persona sin al menos pisar su huella ya que, 32 años después, cada palabra tiene más vigencia que nunca. Wilson es el peón de campo, el obrero de la construcción; él --aún sabiendo que lo metían preso-- vino a construir, desde el silencio de un cuartel, más democracia para todos. Digámoslo una vez más cuando la situación hoy reviste la gravedad de aquella. Esto no se arregla sin cirugía, no es con cataplasma y nosotros, que fuimos tildados un día de imprudentes aventureros, enfrentamos a un país que quería soluciones de prudencia, un país que --como sucede normalmente después que sale de un sacudimiento-- quiere la normalización de la vida con el menor trauma posible. La gente comenzó a ilusionarse, y todavía no ha perdido la capacidad de ilusionarse y conseguir esperanzas, perdidos estaríamos el día que los uruguayos ya no las tuviéramos”.

DESDE EL OFICIALISMO
Desde la bancada oficialista, el edil Jorge Dighiero evocó aquel 16 de junio de 1984, “que fue el retorno al puerto de Montevideo, donde había gente de todos los partidos, cosa que nunca se había visto”. Estuvo en sala el exedil y presidente del cuerpo Arturo Terra, quien en su momento mocionó una instancia similar y aportó además el retrato de Wilson Ferreira Aldunate, que hoy está en la sala “Gral. José G. Artigas” de la Junta Departamental.