Opinion | 26 Jun “Los sanduceros del año 2030 rendirán su homenaje a la actual generación, porque gracias a la forma en que conmemoró su centenario, podrán medir la inmensa trayectoria de civilización que la República, para honor del mundo, habrá recorrido en el segundo siglo de su independencia. Baltasar Brum Montevideo 1930”. Este es el párrafo final del mensaje del, en ese momento, ex Presidente de la República Baltasar Brum, publicado por la “Revista de la Exposición del Centenario, Paysandú”.
Sobre la celebración de ese primer centenario, ELTELEGRAFO publicó el sábado 19 de julio de 1930 “Alcanzaron gran lucimiento los festejos realizados ayer en conmemoración del centenario de nuestra Independencia de acuerdo con el programa oficial confeccionado por la Comisión Departamental constituida al efecto”.
“La manifestación organizada en la Plaza Constitución que recorrió calle 18 de Julio hasta el monumento a Artigas fue un exponente soberbio. El mayor entusiasmo reinó en las filas de manifestantes integradas por millares de personas durante el recorrido que se efectuara en el cual se formaron no menos de tres mil personas. Cerraba la marcha una numerosa caravana de automóviles. Debe destacarse también que en la columna formó un considerable contingente femenino. Uno de los actos de mayor trascendencia registrados ayer fue indudablemente la inauguración de la exposición de industrias, bellas artes y labores, torneo organizado por el Centro Comercial de esta ciudad con exitoso resultado”.
“El acto se llevó a cabo en la Sociedad de Socorro Mutuos, calle 18 de Julio entre Junta Económico Administrativa (hoy Baltasar Brum) y Libertad, destinado a la exhibición de industrias. Las restantes exhibiciones en la Sociedad Italiana “Unione e Benevolenza”, 8 de Octubre y Asamblea (Setembrino Pereda), la de bellas artes. En la sede del Centro Comercial, 18 de Julio entre Montevideo y Treinta y Tres Orientales la de trabajos escolares y en el salón de calle 19 de Abril entre 18 de Julio y 8 de Octubre (Leandro Gómez) la de labores”. Debemos agregar que la mayoría de los comercios acompañaban la exposición con muestras en el frente de sus locales.
También en esa primera página se leía: “Montevideo 18. Uno de los festejos de hoy que despertó mayor entusiasmo fue la inauguración del Estadio Centenario. (…) Las instalaciones contenían 70.000 personas habiendo quedado fuera más de 20.000”.
Con este breve prolegómeno es nuestra intención plantear la necesidad de comenzar ahora mismo a trabajar para llegar a la celebración del Bicentenario de República con un Paysandú renovado, evolucionado y, sin dudas, mucho mejor para todos los sanduceros así como para orgullo de toda nuestra nación.
Por otra parte, damos por sentado que el Mundial Centenario de 2030 se jugará en Uruguay y Argentina y en consecuencia abordamos este aspecto del plan propuesto con dicha premisa.
Veamos cuales son las obras que consideramos deberían encararse ya, comenzando con la obvia planificación necesaria. Dejemos claro también de que no establecemos prioridades porque para hacerlo debemos disponer de información y estudios que no están a nuestro alcance actualmente.
Desde el punto de vista edilicio oficial Paysandú muestra hoy carencias básicas llegando en algunos casos a situaciones inconcebibles donde funcionarios y usuarios deben aglomerarse en condiciones propias de aquellos “conventillos” tan comunes en tiempos pasados. Para encarar este tema debería concertarse un proyecto conjunto de la Intendencia Departamental con el Ministerio del Interior, la Suprema Corte de Justicia, el Ministerio de Economía y otros organismos. Así podrían levantarse uno o varios edificios que solucionaran todas las carencias que tenemos actualmente. Una gran construcción o una ampliación del Palacio Municipal para albergar las diferentes oficinas comunales, especialmente las que deben atender al público.
También un nuevo y adecuado edificio para la Jefatura de Policía de Paysandú pues a esta altura resulta inconcebible que la histórica Casa de la Policía siga funcionando como tal cuando es sin dudas el más adecuado espacio para un gigantesco museo que albergue finalmente la valiosa historia de Paysandú. Qué mejor que esos heroicos muros para proteger tantos recuerdos.
Tanto como la Intendencia y la Jefatura de Policía, quizás más, resulta imprescindible contar con nuevas y funcionales dependencias para el Poder Judicial. Lo que se ha hecho en el valioso edificio de París Londres es loable en lo presupuestal pero inhumano desde el punto de vista funcional. La compartimentación y cerramiento que ha debido hacerse parece que se quisiera hacer experimentar a funcionarios y públicos los efectos de los procesamientos con prisión.
Por tratarse de una realidad casi cotidiana actualmente, el realojamiento de quienes hoy habitan en zonas inundables es no sólo necesaria sino realmente imprescindible.
Hoy por hoy es imperioso reubicar cientos, quizás más, familias que hoy ocupan viviendas precaria en las costas del Río Uruguay y el Arroyo Sacra.
Esto implica la necesidad de obtener terrenos convenientes y el establecimiento de nuevos lugares para asentamientos adecuados y ordenados así como una normativa más clara y efectiva y la firmeza del gobierno departamental en cuanto a su aplicación sin excepciones. Directamente relacionado se encuentra la necesidad de recuperar el Arroyo Sacra comenzando con el alejamiento de sus costas de las viviendas precarias que hoy cubren su margen norte.
También es necesario encarar la construcción del Centro Cultural que se ha proyectado crear en torno al recuperado Teatro Florencio Sánchez y que, junto a la peatonal y una mejora de 18 de Julio, transformará el centro sanducero.
La construcción de un acceso práctico y seguro, si bien debería corresponder a organismos nacionales, podría ser no sólo un elemento de criteriosa mejora urbanística sino que en la parte costera de su trazado puede ser un elemento de defensa contra la arremetida de las aguas.
También deberemos definir una nueva ubicación para el estadio FIFA que habremos de construir, si participamos en el Mundial Centenario, y bien podríamos construir un barrio con fines turísticos que una vez pasado dicho acontecimiento sus viviendas puedan ser transferidas a bajo costo por alquiler o venta.
¿Cómo financiar este ambicioso plan? Con un fideicomiso, un enorme fideicomiso, a 15 o más años si es posible contando, obviamente con consenso político total.
Mucho es lo que debe ser estudiado y analizado, mucho lo que se habrá de proyectar y diseñar, pero mucho mayor será el beneficio que recibirán todos los sanduceros.
Pensemos en que los sanduceros en el Bicentenario de nuestra Patria recuerden a quienes quizás ya no estén, por la sentencia bíblica: “por sus obras los conoceréis” pues, según sostuvo Confucio: “El hombre superior es modesto en el hablar, pero abundante en el obrar”.