Locales | 27 Jun La Asociación de Farmacias del Interior (AFI) considera que desde el Ministerio de Salud Pública se omiten controles necesarios y establecidos por ley en cuanto a la prohibición de venta de medicamentos en lugares no autorizados, lo que, además de constituir una contravención, implica un serio riesgo para la salud de la población.
Pese a que se ha planteado el tema ante las autoridades ministeriales desde hace varios años, hasta ahora no se han obtenido respuestas y los medicamentos siguen vendiéndose en quioscos, ferias y almacenes, y no se trata solo de analgésicos, incluso antibióticos, destacó a EL TELEGRAFO la prosecretaria de la AFI, Isabel Regeant. Recordó que de acuerdo con la legislación vigente, las farmacias deben cumplir con estrictas regulaciones para expender medicamentos, pero la realidad indica que se venden libremente en numerosos comercios e incluso ferias al aire libre, donde quedan expuestos al sol, y no se respeta la fecha de vencimiento del medicamento.
Según Regeant, el Estado no aplica la normativa en esos lugares. “Hace unos treinta años comenzamos a reclamar acerca de este tema”, pero “estos medicamentos comercializados irregularmente los encontramos habitualmente en quioscos, estaciones de servicio, minimercados, entre otros comercios”.
EL ORIGEN DE ESOS MEDICAMENTOS
Consultada sobre el origen del circuito que nutre estos expendios no autorizados, Regeant indicó que “se trata aparentemente de distribuidores que igualmente siempre van a necesitar algún canal de farmacia, porque los laboratorios no pueden venderle a una distribuidora que no esté autorizada a vender medicamentos”.
“A veces nosotros hemos ido encontrando que alguna farmacia le facilita ese pasaje al laboratorio para que le venda a las distribuidoras y de ahí tiene la llegada a los quioscos”, precisó. Sobre las actuaciones de las farmacias agremiadas, dijo que han presentado denuncias al Ministerio de Salud Pública a lo largo de los años: “y no solamente denunciando el hecho en sí, sino que hemos denunciado concretamente lugares donde se vende y caminos que hemos encontrado por los que se hace esta venta”, puntualizó.
“Pero hasta ahora no hemos tenido una respuesta concreta y efectiva, de pronto alguna incautación puntual hace tiempo, pero últimamente no”, dijo, a la vez de señalar que hace poco fueron invitados a la Comisión de Diputados sobre adicciones, para consultarnos sobre qué opinábamos sobre proyectos de ley que aspiraban a presentar sobre control de venta de alcohol, de horarios de venta de marihuana en las farmacias y control de estupefacientes en sangre, por el tema del tránsito”.

LOS CONTROLES QUE NO SE APLICAN
“Si bien estábamos de acuerdo con implementar esos controles, lo que ya tenía que controlarse no se estaba controlando y por lo tanto no veíamos qué tanto van a poder controlarse nuevas reglamentaciones. Encontramos bastante eco en esa Comisión de Diputados, a la que luego le presentamos más documentación, con pruebas que habíamos presentado al Ministerio de Salud Pública. Seguimos en ese camino tratando de sensibilizar al ministerio y que realmente tome las medidas que por Ley de Medicamentos debe tomar, porque es el que tiene que incautar el medicamento si lo encuentra en lugares donde no está habilitada su venta”, reflexionó Regeant.
Acerca de cómo afrontará el sector la problemática de la venta autorizada de marihuana en farmacias, como lo prevé la ley, indicó que ese es un problema adicional: “porque nosotros vemos que esto no se controla, las farmacias son las que tienen que hacer el control de stock de marihuana, de todo. Pero si esta falta de control que tenemos con los medicamentos, con su venta ilegal, se va a trasladar quizás además a la marihuana, --porque los controles son los mismos-- nos vamos a ver en un problema porque aparezca en otro lado y nosotros no podemos hacernos responsables por ello”.
Si bien el ministro de Salud Pública, Jorge Basso, “atendió amablemente nuestros reclamos, el tiempo pasa y en concreto no hemos tenido respuestas. Sí seguimos siempre en contacto, reiteramos las denuncias y vamos por todos los canales para ver si realmente podemos sensibilizar a las autoridades sobre el tema, porque realmente es un problema sanitario que haya medicamentos –independientemente de que es un problema económico real para las farmacias— que se venden sin saber en qué estado se encuentran. No sabemos si están vencidos, en qué condiciones se guardan, si hay control de temperatura, si hay control de que no les dé directamente el sol, si se fracciona lo que no se puede fraccionar, como los antibióticos que se venden de a dos comprimidos. Todo es un problema sanitario y el ministerio tiene que tomar cartas en el asunto”, concluyó Regeant.