Locales | 28 Jun Con tres actos públicos de colocación de placas, se recordó ayer que hace 43 años el entonces presidente Juan María Bordaberry y dos de sus ministros firmaron el decreto de disolución del Parlamento, iniciándose así un proceso de 12 años de dictadura cívico militar en Uruguay.
Desde su comienzo, la dictadura endureció su forma de actuar para con todos los actores sociales y políticos. Sindicalistas y sindicatos; periodistas y medios de comunicación; políticos y sus partidos pasaron a ser claramente el blanco de los militares y civiles que dejaron de lado la Constitución y las leyes para imponer su política por la fuerza. Y que Paysandú resistiera desde el principio, hasta ser el departamento con más votos por el No en el plebiscito constitucional de 1980, cuando los militares y algunos civiles quisieron perpetuarse en el poder. Entre quienes sufrieron ese embate, hubo miles de sanduceros, según se recordó ayer, pero particularmente más de un centenar que sufrieron la detención en el cuartel. Además, con varios de ellos muertos a causa de la tortura o por sus efectos, años después. En ese marco, se colocaron tres placas recordando a esas personas que fueron encarceladas y torturadas.

LA RECORDACIÓN DEL PUERTO
La primera placa fue colocada en la puerta del local del sindicato de municipales, Adeyom. Luego, en la tarde y bajo una intensa llovizna, se hizo un acto conmemorativo en el salón de la ANP, en el puerto sanducero. En ese caso, se recordó que a los detenidos por motivos políticos se los recluyó en los galpones del puerto, bajo control militar. Fueron 110 sanduceros, entre ellos 26 mujeres, que desde la antesala del golpe de Estado debieron convivir en un celdario hecho con medianeras, y vigilados desde andamios por tropas del ejército.
Estela Ortiz, maestra jubilada y expresa política, recordó esos meses que pasaron en el carcelaje de los galpones portuarios hasta que trasladaron a las mujeres al cuartel de Paso de los Toros. Darío Carozo también recordó cuando en el viejo edificio del Batallón de Infantería Nº 8, en 33 Orientales e Ituzaingó “donde está el fantasma del cuartel”, otros detenidos y él mismo sufrieron torturas que motivaron su internación en el Hospital Militar, y que la represión militar siguió hasta 1984, año en que asesinaron a Vladimir Roslik en San Javier.
Como representante de la nueva generación que no conoció la dictadura, habló Marcelo Diez, y también Mariela Coiro como representante de la Intendencia de Paysandú, quien recordó detalladamente los hechos de los años 1972 y 1973 en adelante, hasta la caída de la dictadura en 1985. Por último, se leyó una lista de los ciudadanos que estuvieron detenidos por causa política en Paysandú.
Luego, bajo lluvia, se descubrió la placa colocada en una de las paredes laterales de uno de los galpones del puerto, en una calle interna. El texto recuerda a los más de cien sanduceros que estuvieron allí detenidos.

DONDE ESTABA EL CUARTEL
Si bien estaba previsto para las 16, fue casi media hora más tarde que quienes participaron del acto en el puerto se sumaron a algunos que estaban esperando en la esquina de 33 Orientales e Ituzaingó, donde estuvo el cuartel del Batallón de Infantería Nº 8 hasta el año 1978.
En ese lugar, sobre la vereda, se descubrió una placa que menciona que en esa manzana estuvo el cuartel militar donde fueron detenidos y torturados más de un centenar de personas, muchos de los cuales estuvieron en ambos actos de recordación.
Además de los expresos y sus familiares, participaron de los actos representantes sindicales, de partidos políticos, el intendente Guillermo Caraballo, los diputados Cecilia Bottino y Walter Verri, la diputada suplente Patricia Vasquez Varela, directores y funcionarios de la Intendencia, ediles y dirigentes políticos.