Policiales | 30 Jun Todos tenemos un hijo, un hermano, un nieto, un primo, amigo o conocido de vitalidad admirable. Esos que parecen llevarse el mundo por delante, porque su capacidad y talento se los permiten. Que estudian, trabajan y sueñan. Y hay otros a los que el destino o la fatalidad les ha truncado esa energía y les ha cambiado radicalmente la existencia.
Uno de ellos es Franco Darío Monzón De los Santos, joven sanducero que hace un año permanece cuadripléjico en una cama, tras haber sido embestido por dos malvivientes que se daban a la fuga en una motocicleta luego de hurtar en un comercio. Injuria cerebral severa del lado izquierdo, hemiplejia desde la cintura al hombro derecho y desde el pie a la cintura del lado izquierdo, así como una parálisis facial que le impide hablar y pérdida del 40% de pérdida masa encefálica son algunas de las lesiones que el joven --que supo ser campeón de atletismo-- padece.
Sumado al dolor y la dramática situación que viven cada día, desde ese fatídico 29 de junio de 2015, sus familiares suman la impotencia y la pérdida de esperanza al asegurar que todavía esperan que se haga justicia, “pero nadie nos ayuda”, al decir de la madre de Darío, Estela De los Santos, quien se ha transformado en una guerrera, una mujer que --además de ocuparse de su hijo-- busca y asegura que no descansará hasta que “la Justicia se encargue de meter presos a los asesinos que le hicieron esto” a su hijo.
A pesar del cansancio físico y emocional que la situación les conlleva, Estela dijo estar “segura de que no voy a parar de pedir justicia por mi hijo”. Porque a Darío “lo chocaron dos ladrones que huían de la Policía después de haber robado”. Si bien quien viajaba como acompañante en el rodado de los malvivientes fue detenido (tras quedar herido en la vía pública) y procesado con prisión por el hurto cometido, “el otro, que iba manejando y lo conocemos, no ha sido detenido hasta ahora”.
“En el barrio dijeron que se fugó a Argentina y que cuando ha venido a Paysandú, que sé que es así porque amigos de mi hijo que lo conocen lo han visto, lo esconden en casas de familiares y nadie lo detiene. ¿Cómo puede ser qué una persona ande libremente por la vida después de haber chocado y dejado a otra como lo dejaron a Darío?”, dijo Estela. “Ha cruzado el puente como si nada y no hay siquiera una orden que haga que lo detengan al intentar entrar o salir del país para interrogarlo”, agregó.
“No voy a descansar hasta que no pague por lo que hizo, porque encima al otro día del accidente vino hasta nuestra casa y tuvo el descaro de amenazar a la abuela de Darío --mientras yo estaba en CTI con él-- para que se dejaran de decir que fue él, cuando todo el mundo sabía. Incluso su padre fue a Comepa a preguntarnos cómo estaba Darío y nos dijo que había sido él. Es decir que solo falta que la Justicia saque del cajón el expediente y actúen de una vez porque, que Dios me perdone, yo hasta no tener justicia no voy a parar”, expresó.
Ayer, en tanto, Estela fue notificada que el 22 de noviembre se realizará una primera audiencia con testigos y la pericia forense se realizará el 10 de agosto (a un año y casi dos meses del accidente). “Ha pasado un año y no ha pasado nada de nada. Ya no se qué voy a hacer, no sé que puerta golpear porque tiene que haber justicia”, dijo.

PEDIDO DE COLABORACIÓN
Si bien Darío cuenta con el apoyo de su familia y personas que se acercan, la ayuda siempre es bienvenida. Por eso motivo, quienes deseen colaborar con el joven, ya sea con pañales para adultos u otros artículos, pueden comunicarse al celular 099334433 de EL TELEGRAFO a fin de coordinar la entrega. Asimismo, sigue activa la cuenta en Red Pagos Nº 46.451.