Locales | 02 Jul Para el senador Pablo Mieres, otro aspecto que contribuye al deterioro de la convivencia y favorece la desintegración social tiene que ver con la institución policial. Mieres subrayó que hasta 2010 se observó un marcado deterioro por falta de equipamiento y muy bajas remuneraciones, al punto de que los policías debían apelar a cumplir al menos 16 horas diarias de trabajo, con empleo extra en el servicio 222 de seguridad privada.
Acotó que este aspecto se ha venido corrigiendo al mejorarse las remuneraciones y eliminarse esta posibilidad. A su vez, se incorporaron nuevas tecnologías, equipamiento y armas, que han mejorado el estado de la fuerza policial. Consideró que igualmente debe tenerse en cuenta que los malvivientes han incorporado redes, armamento, logística y metodología, que hacen muy difícil el combate de la delincuencia en general.
DIÁLOGO SOBRE INSEGURIDAD
En el marco de la compleja situación de inseguridad, Mieres valoró que el gobierno haya respondido positivamente a su planteo de integrar una mesa de diálogo entre el Poder Ejecutivo y la oposición, que se viene desarrollando en reuniones semanales. Dijo que se han registrado avances importantes, que luego deben ser plasmados en una normativa acorde, aunque la gestión y las realizaciones deben recaer en el gobierno de turno.
Mencionó, en este sentido, como un aporte muy importante que se haya votado en el Senado la reforma del Código General del Proceso, con vigencia a partir de julio del año que viene. Esta norma va a acelerar los procesos en forma significativa y a atacar aspectos muy importantes, como evitar la libertad anticipada para los reincidentes, que mejorará el panorama, si se tiene en cuenta que más del 60% de quienes salen de las cárceles reinciden en el delito.
Subrayó que se cambiará el perfil de las fiscalías, por cuanto el fiscal liderará las investigaciones y no será tema del juez esperar que lo haga la Policía. A su juicio, esto permitirá mayor acuerdo para avanzar en la investigación y las causas, ya que todavía se mantienen diferencias en cuanto al aporte de pruebas para procesar. Se podrán así evitar --señaló-- las quejas ya comunes de la Policía, en el sentido de que los jueces no procesan cuando se les proporcionan las pruebas. Mientras, por su lado, el juez argumenta que la Policía no aporta las pruebas requeridas para permitir que se fundamenten figuras delictivas previstas en el código.