Paysandú, Jueves 07 de Julio de 2016
Policiales | 06 Jul Una adolescente de Salto fue obligada a retractarse públicamente, a través de su perfil social de Facebook, tras haber asegurado que el antiguo recluso Pablo Goncálvez, de 46 años, se encontraba en el vecino departamento. Además, la joven había indicado con exactitud el lugar donde --aseguraba-- se encontraba; incluso nombró a un salteño como la persona que lo estaba “escondiendo” en su chacra. Ante los incesantes desagravios vertidos en su contra y algunos escraches motivados en las redes sociales, el hombre optó por realizar una denuncia penal a fin de frenar los hechos de violencia que sufrió.
La publicación de la jovencita fue ampliamente compartida en Facebook y luego se volvió viral al ser emitida a través de la aplicación de mensajería online WhatsApp. En la publicación se confirmaba que Pablo Goncálvez, liberado recientemente de la cárcel tras haber pasado 23 de los 30 años a los que fue condenado por los asesinatos de María Victoria Williams, Ana Luisa Miller y Gabriela Castro Pena, y por la violación de una cuarta mujer, estaba viviendo en una chacra cercana a barrio Artigas (al sureste del ingreso por ruta 3). Asimismo, la joven dio nombre y apellido del horticultor que --según ella-- estaría escondiendo a Goncálvez.
Tras la denuncia, la Policía logró ubicar y aprehender a la joven que, indagada, dijo que solo publicó algo que había escuchado de otras personas con el fin de advertir a las mujeres ante posibles hechos “que nadie desea se vuelvan a repetir”. Y expresó que no se percató del daño que estaba causando a la persona involucrada ni que su publicación incitara a la violencia; aún en un departamento en donde la sensibilidad ha estado en todos los habitantes, ya que una de las víctimas de Goncálvez (María Víctoria Williams) era oriunda de allí.
La Justicia resolvió, en primera instancia, que la denunciada se retractara públicamente en los mismos medios en que circuló la falsa noticia mientras se prosigue con las averiguaciones.
ALARMA Y MIEDO EN SALTO
En un grupo público creado en Facebook por allegados de la familia Williams, llamado “Por Victoria Williams que Pablo Goncálvez no viva en Salto”, que tiene más de 3.500 miembros, se exhortó a tomar los recaudos necesarios ante la circulación de información falsa sobre el paradero del hombre más temido.
“Esto es algo muy delicado. La gente tiene miedo. No hay que comentar si no se está seguro. No se puede suponer. La persona que lo vea, tiene que demostrar que es verdad que lo vio. Con alguna foto o descripción verídica. Publicar con certeza porque si se empieza a decir y no se está seguro, se siembra más miedo a la gente sin necesidad. Cuando se afirma algo, hay que probarlo”, dice uno de los mensajes publicados.
NO TODO SE PUEDE EN FACEBOOK
El aumento de denuncias penales por difamación e injuria a través de Facebook, como red social más utilizada, ha ido en aumento. Si bien se dan mayoritariamente en la capital del país, Paysandú no escapa a tal realidad. “Se han ido registrando denuncias de este tipo donde el denunciante se siente agraviado y humillado por haber sido blanco de ofensas a través de Facebook, donde realmente no todo se puede”, expresó a EL TELEGRA-FO, el juez penal de Segundo Turno Fabricio Cidade.
“Hace poco tuve un caso en que una protectora de animales había agraviado fuertemente a una persona con palabras y atribuciones de ejercer violencia hacia animales que no estaba demostrado”.
“Se llevó un acuerdo mediante una audiencia que es distinta a las demás, se rige por una ley especial. No es el proceso penal común, sino que se convoca una audiencia, se fija una fecha, se cita a la persona denunciante que puede comparecer y ofrecer pruebas que acrediten lo que publicó. Cuando se realiza la audiencia, están las dos partes, como si fuera una audiencia civil, además del juez y el fiscal. Por ley, uno como juez está obligado a intentar que se llegue a un acuerdo; generalmente se consigue cuando la persona se retracta, reconoce que estuvo mal en lo que dijo o se equivocó, pide disculpas en la audiencia previamente y luego se acuerda que eso se publique en el medio en donde fue el agravio. En el caso que está pasando ahora es en Facebook, que es lo que más se está usando”, precisó el magistrado.
“Si no hay un acuerdo y la parte ofensora no se retracta, el juez puede condenar una sentencia y obligar a la persona a que lo haga. Casi siempre se maneja con la retractación, salvo que el denunciante no acepte eso y quiera ir más allá, pero la pena es discrecional (no está sometido a regla o norma)”, agregó Cidade.
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