Paysandú, Lunes 11 de Julio de 2016
Rurales | 11 Jul De los diagnósticos de gestación en rodeos comerciales, en términos generales y en función de la información recabada a través de diversas fuentes, se puede afirmar que los resultados fueron “buenos y muy buenos”, según el informe elaborado por los técnicos de la regional litoral norte del Instituto Plan Agropecuario.
Sostiene que el porcentaje de preñez “se situaría entre 75 y 85%, con casos extremos de 40% y de 90%, estos últimos son coincidentes con buenas prácticas de manejo”.
Estos valores, se ubican por encima del promedio nacional. Con relación a la condición corporal, es en general “adecuada para la estación”, pero, como siempre, es reflejo “de la situación general del sistema productivo predial”.
Agrega el informe que el estado general de las recrías es bueno. “Los destetes planificados posteriores a marzo se atrasaron como consecuencia de las copiosas lluvias de abril. Es importante evaluar la necesidad de suplementar los terneros que están pasando su primer invierno, debido a la calidad pobre de las pasturas naturales, consecuencia de las heladas”. Agregan que esta operativa “se debe realizar especialmente si no se realizó un manejo estratégico del potrero, limpiándolo en febrero y reservando brotación de marzo y abril”.
A nivel país, el informe expresa que el estado de los animales que componen el rodeo de cría “es regular en aquellas zonas mayormente afectadas como el Este, en la zona litoral norte y centro aún conservan una buena condición.
La sorpresa estuvo en los resultados de diagnósticos de preñez que fueron “bajos” con respecto al año anterior y a lo que se esperaba.
Sin embargo, en el litoral norte, esta situación fue diferente, en tanto se constatan datos alentadores. Teniendo en cuenta las categorías de recría, han tenido un buen desarrollo en casi todo el país, con excepción de la zona Este.
LLUVIAS
Con respecto a las precipitaciones registradas en los últimos meses en la región, el tradicional Informe de Situación de la institución indica que se presentaron dos situaciones diferentes, “si comparamos el inicio con el final, en función de las precipitaciones ocurridas en la región litoral norte”.
Como es sabido, entre el 1º y el 24 de abril, se produjo un acumulado de precipitaciones que, en promedio, superó los 600 mm. Por el contrario, en mayo y junio, prácticamente no se han registrado precipitaciones significativas. A esto debe agregarse que sobre mediados de mayo comenzaron a registrarse frecuentes heladas agrometeorológicas.
PASTURAS NATURALES
En cuanto a las tasas de crecimiento registradas para la región de Basalto, comparada con el promedio de los últimos 16 años, se han mantenido por encima del promedio histórico durante los últimos meses, lo que determina que, en general, los tapices naturales presentan al final del otoño una buena disponibilidad de forraje. No obstante, se observa que debido a la sucesión de heladas y a un eventual exceso de carga animal, ha disminuido considerablemente la oferta y la calidad del pasto en muchos campos.
En el caso de los mejoramientos extensivos en Paysandú, el ingeniero agrónomo Rómulo Cesar, técnico de la institución en el departamento, estableció que “se han observado buenos rebrotes, pero con un patrón de comportamiento posterior, similar al descrito para las praderas nuevas”. En el caso de las praderas sembradas este otoño, “se observa que han tenido dificultades importantes en su etapa de implantación y crecimiento inicial”. Por un lado, en aquellas situaciones en las que se realizó la siembra antes de abril, se registraron problemas importantes en la implantación (bajo estand de plantas), como consecuencia del volumen de lluvias y de la gran cantidad de días con tiempo inestable.
Por otro lado, en el caso de las pasturas sembradas más tarde (mayo), las condiciones de llegada temprana del invierno y la posterior “retirada” de las lluvias en mayo-junio han determinado que las pasturas hayan tenido un crecimiento inicial muy lento. Debido a los excesos de humedad, se observa un aumento en la presencia de juncáceas y ciperáceas. Las praderas de dos o más años han tenido una buena producción, con especial destaque aquellas que presentan Festuca como parte de su composición.
La situación de los verdeos es similar a la descrita para las praderas. Parte de los verdeos sembrados temprano sufrieron severos daños debido al exceso hídrico, incluso debiéndose resembrar en muchos casos. Esta situación estuvo muy asociada a las características topográficas de las chacras. Además, existieron problemas de “falta de piso”. En los verdeos sembrados posteriormente al mes de abril, el comportamiento ha sido similar al descrito para praderas.
EN EL PAÍS
En lo que respecta a las pasturas naturales, los niveles de crecimiento son mayores al promedio histórico en el litoral y centro del país. En la zona noreste, las tasas de crecimiento son similares al promedio, mientras que en el Este, el período de anegamiento de los campos debido a las inundaciones, las bajas temperaturas, heladas tempranas, sumadas a un aumento de carga en las zonas no inundadas provocaron la disminución en la oferta de forraje.
La respuesta de los mejoramientos es similar a la del campo natural. Mientras que en la zona del litoral norte se verifica un buen rebrote, en la zona Este hubo un enlentecimiento del crecimiento y poca acumulación de forraje. En el caso de las praderas, las condiciones del suelo determinadas por los altos niveles de precipitaciones han contribuido a la demora en la siembra e implantación, verificándose un enlentecimiento del crecimiento que también estuvo determinado por las bajas temperaturas.
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