Opinion | 16 Jul La planta de celulosa de UPM, ubicada en Fray Bentos, ha sido uno de los principales motores del pretendido Uruguay productivo. Junto a Montes del Plata en el departamento de Colonia, han realizado un gran aporte a la economía, al PBI y a la sociedad uruguaya. Esta semana, la empresa finlandesa manifestó la intención de construir otra pastera, que sería la tercera en el país. UPM, no obstante, supeditó los avances de la iniciativa a una mejora de la infraestructura por parte del Estado. El Estado, por su lado, dijo que ese aspecto es responsabilidad de la compañía. UPM hizo aportes en ese sentido en su momento. La exigencia del gobierno bien puede derribar una gran inversión y hace que los avances que necesita Uruguay, queden estancados por una alarmante carencia en infraestructura, especialmente, la vial.
En conferencia de prensa, UPM definió tres etapas para la construcción de su segunda planta. La primera es la actual, la de las conversaciones con la administración de Tabaré Vázquez, donde plantearán las demandas de infraestructura del proyecto: las rutas, caminos y vías que hagan posible el arribo de la madera desde los montes y la salida de la celulosa para su exportación. La segunda etapa es el desarrollo efectivo de esa infraestructura y, por último, la construcción de la planta que se instalaría en algún punto del Río Negro. La salida de la celulosa sería por el puerto de Montevideo, adonde la producción llegaría por tren o en camiones.
Ante la duda de si habría suficiente madera que justificara una nueva planta de celulosa, los finlandeses no dudaron en decir que ese no era un problema. El punto está, dijeron, en la falta de infraestructura. “Somos expertos en la producción y desarrollo de la celulosa. Lo típico es que sea responsabilidad de los Estados desarrollar la infraestructura logística y desde este punto parte la discusión”, dijo el vicepresidente senior de Desarrollo de Negocios en Uruguay de UPM, Jaakko Sarantola.
La pelota está en la cancha del Estado que debe responder no solo a esta demanda en infraestructura. Uruguay no ha acompasado el crecimiento de su producción con buenas rutas y caminos, con mejor logística. Los múltiples camiones que circulan por el país destrozan las carreteras, el ferrocarril no termina de levantar y todo se destruye sin un mantenimiento acorde. El ejemplo más cercano que tienen los sanduceros es la ruta 26, que cruza de lado a Uruguay y que se encuentra en estado calamitoso. Un informe del estudio CPA Ferrere de fines de 2014, aseveró que el país tenía un rezago de infraestructura desde 2004 a esa fecha de 1.200 millones de dólares. El reporte no contaba la obra nueva, que también es necesaria; solo se refería al mantenimiento.
Ayer, el presidente Vázquez convocó una rueda de prensa para aseverar que facilitarán la instalación de la tercera planta de celulosa en territorio nacional. Una buena señal para una nación que necesita con urgencia más inversiones del estilo. “El gobierno está decidido a trabajar en este proyecto”, dijo el presidente. Vázquez señaló que la obra implicará una inversión de 4 mil millones de dólares por parte de UPM y unos 1.000 millones de dólares del Estado uruguayo. “En total serán U$S 5 mil millones. Esto no tiene antecedentes en la historia económica del país”, subrayó. El mandatario destacó que entre cargos directos e indirectos, se generarán 8.000 puestos de trabajo con este nuevo emprendimiento.
UPM ya viene realizando un gran aporte en ese sentido. La planta ubicada en Fray Bentos es responsable de más del 1% de la producción total de la economía uruguaya y sus exportaciones equivalen a las ventas totales de bienes que Uruguay realiza a destinos como Estados Unidos o México, de acuerdo a un reciente estudio que la empresa encargó a CPA Ferrere para cuantificar su impacto socioeconómico.
De acuerdo al estudio, en 2014 el conjunto de actividades desarrolladas por UPM en Uruguay y sus proveedores de insumos representaron el 1,1% del PBI de Uruguay en dólares corrientes. Sus exportaciones de celulosa alcanzaron el 7,2% de las ventas totales al exterior del país (fue el principal exportador individual) y el 5,5% de bienes y servicios. De acuerdo a estimaciones, el peso de UPM en la economía uruguaya podría estar entre 1,3% y 1,4% del PBI en 2016, producto de la caída en dólares corrientes que prevé CPA Ferrere para la economía uruguaya este año --como consecuencia de la apreciación de la divisa estadounidense-- y al aumento de la producción que obtuvo la planta luego de 2014.
En 2014, el sector forestal empleaba a 16.082 personas en forma directa, de las cuales 8.560 estaban afectadas a la fase primaria de la actividad silvícola. La empresa de capitales finlandeses genera empleos en 11 departamentos por medio de una red que vincula a más de 235 empresas contratistas y más de 580 proveedores. Los empleos generados por UPM por los proveedores directamente vinculados a la operativa de la empresa suman 3.710. A esto hay que sumarle unos 560 empleos directos de UPM. Por tanto, la compañía genera uno de cada cinco empleos de la cadena forestal uruguaya.
Durante la conferencia de prensa, Sarantola fue consultado sobre si existe la posibilidad de que la planta se instale en otro país de la región. Respondió que primero piensan en Uruguay pero no descartan otra alternativa. Hagamos el esfuerzo para que no se les ocurra pensar en otra nación. Hagamos las cosas bien.