Deportes | 17 Jul Los dos llegaban de ganar sus respectivos partidos, además el “Barrio” venía con el rótulo de puntero. Prometían mucho, pero en realidad todo quedó en esfuerzos, en voluntad para encarar el juego, pero sin luces y potencia ofensiva para llegar al gol, y de allí entonces que el empate esté explicado y justificado.
En el primer tiempo y en el inicio del complemento, Barrio Obrero fue quien tuvo mayormente la iniciativa. Mejor recuperación de la pelota por el medio del terreno, adelantando sus volantes, con el despliegue de Gutiérrez. Arriba, la velocidad y la maniobra de Hayte, aunque solo se diera un solo encuentro con el otro punta, Sanguinet, quien fue cortado con faltas y suscitó luego una situación complicada para la defensa estudiosa.
Del otro lado, los puntas de Estudiantil poco abastecidos por lo cual Moreira bajaba unos metros para ir a buscar la pelota, quedando muy solo y colgado arriba Mannise.
Luego del cuarto de hora del complemento, mejoró el estudioso, tapó la salida adversaria, ganó la pelota y llevó el juego al campo rival. Pero tampoco Estudiantil generó situaciones de gol, más allá de una excelente atajada del meta Ferrari. Empate justo. Lástima la situación que se dio una vez finalizado el juego, hubo corridas y empujones. Se vio a Jarque con su camiseta ensangrentada por hemorragia nasal y a los jugadores de Barrio Obrero increpando a Báez que estaba como suplente en Estudiantil. Todo en la zona de exclusión. Por suerte pudo el buen criterio de los más. “Chapatín”