Paysandú, Sábado 23 de Julio de 2016
Rurales | 17 Jul Algunas chacras de la región tuvieron inconvenientes para una correcta implantación de los cultivos de invierno y pasturas, debido a la inestabilidad climática, que tuvo desde tiempo seco a la constante humedad y lluvias que se registran en la región desde el 25 de junio.
De todas maneras, “se puede decir que la implantación fue buena, aun con esas dificultades”, manifestó a EL TELEGRAFO el ingeniero agrónomo Miguel Pastorini, técnico de la empresa Agrocentro en Paysandú.
Señaló que después de las copiosas lluvias de abril, “tuvimos en mayo y junio la ausencia de precipitaciones, secándose los campos de forma muy fuerte, a punto tal que muchos productores a principio de junio dejaron de sembrar por seca, luego esa misma situación pasó a los campos del norte”.
Pastorini explicó que “quienes avanzaron fuerte con la siembra, se encontraron después con que con pocos milímetros los campos se ensoparon”. De todas maneras, “los cultivos se han venido instalando y algunos vienen creciendo”, dijo Pastorini.
Sostuvo que “algún problema de resiembra de trigo y cebada se observó en chacras en Young, Mercedes y poco en Paysandú, porque se pudrieron. Algunas tuvieron problemas de implantación graves, pero a nivel general no hubo grandes problemas de implantación”.
Incluso, “hay gente que no pudo terminar de plantar a causa de la inestabilidad del clima y reiniciarían la actividad ni bien el tiempo lo permita”.
En cuanto a los departamentos de la región, el técnico sanducero indicó que “la zona de Artigas está un poco más agravada que en este departamento, porque en abril Salto y el departamento fronterizo recibieron más agua que Paysandú y esa tendencia se mantuvo con las últimas lluvias de junio y julio; cuando en nuestra zona cayeron entre 40 o 50 milímetros, en Artigas hay lugares de 100 y hasta 150 milímetros”.
Se estima que de cebada se habrían sembrado entre 150.000 y 170.000 hectáreas en todo el país, en cambio en trigo “las estimaciones privadas mencionan entre 300.000 y 320.000 hectáreas, y algún dato oficial habla de 350.000 a 360.000 hectáreas; o por lo menos esa era la intención que había a inicio de la zafra”, aclaró el profesional.
En general, indicó que la cebada “tiene menor área porque es un cultivo que está bajo contrato, mientras que con el trigo los productores no tenían mucho ánimo por su precio, pero fue plantado más de lo estimado”.
El ingeniero agrónomo Edgardo Nasta, integrante del departamento técnico de Copagran Paysandú, manifestó a EL TELEGRAFO que “las implantaciones están siendo buenas. No obstante, las lluvias de los últimos días han ocasionado algunas pérdidas parciales en chacras que seguramente requerirán resiembra”.
De todas maneras, precisó que en estos casos “está actuando el seguro y hemos hecho algunas denuncias”, aunque reiteró que “las implantaciones han sido muy buenas en general”.
Sobre lo acontecido con las importantes lluvias de abril, dijo que “no generaron un atraso en la siembra, de hecho, los cultivos de trigo, cebada y colza se pudieron sembrar con buena celeridad y en buena época”. De todas formas, reconoció que las últimas lluvias “cortaron el proceso final de siembra, quedando un área mínima”.
Nasta explicó que el área de cebada será “superior a la zafra anterior, debido a un mayor interés por el negocio planteado este año para el cultivo”, mientras que para el trigo el área es similar a 2015, “por lo menos en esta zona”.
PASTURAS
“Los puentes verdes se hicieron sin problemas, básicamente son avenas negras, avenas generales, mucho raigrás y sin problemas, que se desarrollan de buena forma y algunos productores ya los están pastoreando”, indicó Pastorini.
“Se hicieron puentes verdes de cobertura para no dejar los suelos desnudos en invierno”, precisó. “Se hace control de maleza pensando en la rotación que vendrá con soja y el objetivo es poder pastorearlo con ganado dejando el suelo cubierto”, afirmó.
Aunque no tiene clara la cantidad de hectáreas de puentes verdes a nivel nacional, reconoció que se trata de un área importante. “Si pensamos en 1.200.000 a 1.300.000 hectáreas de soja en la zafra de verano y de invierno algo más de 400.000 hectáreas entre trigo y cebada –además de colza--, estaríamos hablando entre 5000. y 700.000 hectáreas en rotación con puentes verdes.
Recordó que los campos recibieron al comienzo de la cosecha de verano “una paliza importante, con huellas por todos lados, problemas de nivelación que el productor ha corregido rápidamente con algún laboreo superficial”.
En cuanto a los cultivos forrajeros, de avena y raigrás, Nasta indicó: “las lluvias de abril impactaron negativamente, en el sentido de que no permitieron sembrar o se registraron pérdidas por esas precipitaciones y un atraso de esos verdeos, que normalmente se hacen en los meses de marzo y abril”.
Precisó que se perdió “un mes de crecimiento, que es importante para los verdeos, y un mes de siembra”.
GRANOS CON PÉRDIDAS
En una sesión muy volátil, los granos cerraron con pérdidas el pasado viernes. Los grandes fondos volvieron a hacerse presente y activaron ventas, un poco por los fundamentos que dan los datos climáticos actualizados, otro poco por las ventas técnicas, activadas al no conseguir romper determinados niveles considerados techos de los rangos de operativa (resistencias) y por el clima de pesimismo generalizado que se vivió en todos los mercados mundiales este viernes, el día después del atentado en Francia, sostiene el informe de Fimix Agrofinanzas.
Las bolsas de valores de otros activos financieros consiguieron evitar en algo los movimientos erráticos del mercado de granos, aunque no lograron liberarse de la presión vendedora, estimulada a partir de la toma de ganancias desde precios récord.
El dólar operó arriba, mientras que el crudo lo acompañó, a contrapelo de lo que suele ocurrir con los desempeños de uno con respecto al otro.
La soja reflejó lo que fue una semana de lo más volátil, agrega el informe. Actualizados los pronósticos climáticos para esta semana, que anuncian lluvias, se verificaron las bajas.
Además, este viernes China anunció la liquidación de sus inventarios estatales de soja, lo que de alguna forma debería haber influido en las pérdidas de la oleaginosa. Se espera fuerte volatilidad para esta semana en Chicago, de la mano de los pronósticos climáticos y su cumplimiento o no, de cara a la etapa reproductiva en la mayoría de las chacras de soja en Estados Unidos, clave para la definición de rindes futuros.
En soja la referencia en la posición agosto 2016 es U$S 394 por tonelada, con una caída del 1,03%.
El trigo cerró abajo, de la mano de los granos de verano y buscando todavía un piso. Los contratos de trigo invernal perdieron soporte en el rango a tres semanas, que era alcista.
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