Locales | 25 Jul Invitado por los grupos Gensa y Paysandú Nuestro, el ingeniero forestal Andrés Berrutti expuso en la Sociedad Española acerca de las especies leñosas nativas. Luego de la charla, se realizó una recorrida de campo para identificarlas en el terreno.
El objeto de esta actividad estuvo enmarcado en el propósito de ambos grupos de defender la flora nativa y promover --entre otros usos-- su empleo en el ornato público, una intención en la que no han encontrado eco desde la Intendencia, planteó a EL TELEGRAFO Ignacio Sarli.
“No es un capricho ni es un fanatismo, tenemos de sobra argumentos técnicos como para afirmar que en el ornato público perfectamente se pueden plantar especies nativas, que se adaptan perfectamente no solo al ornato público, sino a los espacios verdes. Con ese objetivo fue que trajimos al ingeniero Berruti, para respaldar lo que nosotros decimos”, dijo.
Sarli indicó que van a seguir insistiendo “a las autoridades que corresponda, no solamente en esta gestión, sino que en la anterior también lo hicimos, de que se plante flora nativa. La sensación que nos da es que nosotros vamos por un lado con la flora nativa y la Intendencia va por el otro con las exóticas. Se llamó a licitación para plantar 500 árboles y de las 12 especies solamente 2 eran nativas, las otras 10 eran exóticas. En plena plaza Varela se plantaron fresnos, cuando en la escuela 2 hemos plantado flora nativa y hemos plantado lapacho rosado en las veredas, es como que todavía en nuestras autoridades no ha cuajado la idea de plantar flora nativa”.

ENSAYO
El integrante de Gensa señaló que el grupo tiene “más de 120 lapachos rosados plantados en el ornato público, están todos georreferenciados, se les hace un seguimiento una vez al año, se los fertiliza, se los poda. A veces se han secado, se cambia al árbol, se cambia la estaca; todo eso se hizo gratuitamente, por eso nos llama la atención que la Intendencia tenga que llamar a licitación para plantar 500 árboles cuando una organización planta 150”.
Sarli lamentó además que no haya participado nadie en representación de la Intendencia en la actividad, “nos hubiera gustado que estuvieran presentes, porque también hay que aprender o, por lo menos, reafirmar lo que sabemos. Vamos a seguir insistiendo, trayendo gente especializada a ver si Paysandú se puede caracterizar, como otras ciudades, por su arbolado, por su sombra y sus características forestales”.
En este sentido adelantó que organizan para setiembre un curso con la orientación de un paisajista argentino.

POTENCIAL
El experto tacuaremboense explicó que la intención de su charla fue hablar “del recurso extraordinario que tenemos con nuestro monte nativo y la potencialidad que tiene. Hay muchísimas especies que cada día que pasa se están incorporando al cultivo ornamental y hay muchas que tienen muchas posibilidades también como maderables: caso de lapacho, ibirapitá, angico y también como frutales, y algunas con potenciales industriales, como la yerba mate o la congorosa como medicinal, o el palo jabón para obtener saponina para la espuma de dentrífico o jabones, tenemos muchas posibilidades”.
Berrutti dijo que animó mucho a los participantes a estar más preparados para el trabajo de difusión de las virtudes de las especies nativas, “por el tema de que nadie quiere lo que no conoce y nadie defiende lo que no quiere. El monte nativo tiene un valor en sí mismo, valor consecuencia de protector de flora y fauna, sostén de la biodiversidad, las especies leñosas son biodiversidad, pero también lo son las trepadoras, las acuáticas, las distintas plantas que hay ahí”.
Para el ingeniero, el monte nativo “todavía está bastante bien, a mi modo de ver; hay gente que dice que está muy depredado, pero no está tan depredado”, y afirmó que “el impulso forestal de estos últimos 30 años hizo que la presión sobre el monte nativo fuera menor”.

ORNATO
Berrutti comparte el planteo sobre la utilización de especies nativas en las calles y espacios públicos, incluso en Tacuarembó se están haciendo pruebas que hasta ahora han dado resultados alentadores.
“Tenemos que mejorar mucho el arbolado público, a veces se usan especies demasiado grandes, que levantan las veredas, que provocan problemas en el cableado. En Tacuarembó ya hemos probado, por ejemplo, guayabo blanco, guayabo del país, arrayán, pitanga, arazá; son arbolitos no tan grandes que no provocan tantos problemas, son muy rústicos; hay otras especies como el ibirapitá o el timbó para avenidas grandes o parques y paseos”.
“Es todo un tema a ir mejorando, nosotros animamos mucho a la gente a unirse, a hablar con cooperativas y, por supuesto, con las autoridades municipales. Hay que sensibilizar a la gente sobre el tema de usar cada vez más y mejor especies nuestras”, dijo.
Según el profesional, estas especies no requieren de un cuidado diferente a las especies que se utilizan hoy. “Por supuesto que requieren el cuidado de siempre, pero en general están caminando muy bien todas. Todavía no tenemos ejemplares maduros o adultos, pero están yendo muy bien y creemos --por el hábito de la especie-- que van a caminar mucho y bien, aparte sirven para una cuestión pedagógica”, expuso.
Berrutti agregó que se va contento de Paysandú “porque vi en algunos lugares Sangre de Drago, que es un árbol del monte del río Uruguay, muy bonito, con hojas en forma de corazón”.