Paysandú, Jueves 28 de Julio de 2016
Locales | 28 Jul El Plenario Departamental del Pit Cnt, la Federación Ancap (Fancap) y el Regional Norte del Instituto Cuesta Duarte organizaron una Mesa Debate donde presentaron sus visiones y propuestas desde el movimiento sindical para la canalización de las inversiones en los entes públicos. Los trabajadores de la petrolera estatal comenzaron su gira por ciudades “clave” como Paysandú y Minas, donde presentan la visión de Fancap con respecto a “la situación que atraviesa la industria cementera”, además de la elaboración de una agenda con las organizaciones sociales de esos departamentos para la conformación de una mesa en defensa del cemento de Ancap.
Durante su comparecencia ante la comisión investigadora de Ancap durante los años 2000-2015, el expresidente del directorio, José Coya, vinculó los números rojos a las inversiones por U$S 118 millones ejecutadas en las plantas de Minas y Paysandú, donde “la estrategia era de cierre o privatización”.
Finalmente, el gerente de la división Portland, Juan Romero, confirmó en el Parlamento que hasta el año pasado se habían gastado U$S 251 millones y tenían previsto inversiones por otros U$S 230 millones, triplicando el monto previsto. Romero calculó que durante este año, las pérdidas bajarán a 10 o 12 millones de dólares y en 2017 se obtendrá un equilibrio técnico, que dependerá del precio del carbón.
SITUACIÓN “CRÍTICA”
El secretario general de Fancap, Edwin Villero, calificó como “crítica” la situación de la industria cementera, a raíz de las evaluaciones de los técnicos del Instituto Cuesta Duarte basados en los informes presentados por las autoridades. “Se puede revertir en función de un profundo cambio en el modelo de gestión” y “una profundización de las inversiones principalmente en estos momentos de estancamiento de la economía”. Villero recordó que “particularmente en Paysandú, tenemos más de cien contenedores con equipos, valorados en treinta millones de euros. A partir de la colocación de esos equipos, se comenzará a revertir la situación de la industria cementera en manos de Ancap, que deberá estar acompañado por un aggiornamiento en el modelo de gestión que los trabajadores entendemos ha fracasado, porque –al margen de lo que falta-- con lo que se ha hecho no logramos cambiar los resultados de hoy”.
Consultado acerca de las demoras para la instalación del tercer horno del ente a nivel local, Villero fue categórico: “hace algunos años comenzó el montaje de los equipos que tenemos en la planta de Paysandú, con los cuales podíamos haber finalizado la primera etapa de la obra, y para nosotros es fundamental su culminación porque permitiría cambiar la ecuación o el déficit que hoy tiene la empresa”.
El pasado 14 de marzo, tras la asunción del nuevo directorio del organismo que preside Marta Jara, “en una sola línea transmitió a lo que viene y dijo que viene a administrar la empresa con un carácter técnico, que saludamos desde el sindicato”. No obstante, Villero espera “que se tenga en cuenta la opinión de los trabajadores, quienes entendemos por dónde deben comenzar las modificaciones”.
El dirigente remarcó que Fancap “nunca fue citado a la comisión parlamentaria” investigadora de la gestión del ente. “Fuimos claros desde los primeros déficit de Ancap en 2012, pero los medios de comunicación –en su mayoría-- no nos escucharon. En ese momento, solicitamos un cambio de algunos modelos de gestión, porque visualizábamos que llevarían a una situación de crisis como la que tenemos hoy. No se tuvo en cuenta la opinión de Fancap y por eso, estamos en la situación que estamos”.
El gremio de funcionarios del ente, estimó que el origen del déficit “es multicausal” y la primera “es el endeudamiento”. Villero señaló que “la empresa se endeudó fuertemente en dólares y a nosotros nos extraña la ausencia de un correcto asesoramiento por los préstamos adquiridos a nivel internacional, donde nunca se encausó la deuda para intentar su pesificación”. El segundo aspecto refiere a “la situación del ministerio de Economía que recauda en función del impuesto que tienen los combustibles; un dinero muy importante que no se ve reflejada en la interna de Ancap” y el tercer punto “se vive con las empresas vinculadas que tampoco tuvieron un correcto control de gestión, por tanto golpean fuertemente a los balances de Ancap”, dijo a EL TELEGRAFO.
ENCUENTRO DE DESARROLLO PRODUCTIVO
Federico Barrios, integrante del Secretariado Ejecutivo del Pit Cnt y responsable del área de Desarrollo Productivo, resaltó la necesidad de aplicar “determinadas políticas de inversión para el incentivo del empleo, la generación de valor agregado y la superación de la exportación de materia prima, porque sabemos que un gran componente de la crisis del capitalismo se vincula a la caída de los precios de los granos, además de la carne y leche que se instalarán en los próximos años”.
La propuesta de la central sindical se sustenta en tres ejes. “Uno es la inversión pública como generadora de empleo y locomotora del desarrollo del país. En segundo lugar se plantea la necesidad de cuidar a la industria nacional por intermedio de las compras del Estado y una tercera línea va de la mano del salario, sin recortes de las inversiones”.
AGUARDAN CONCLUSIONES
El Instituto Cuesta Duarte trabaja con la mesa de entes y “particularmente con Fancap la veta principal es la industria cementera”, dijo el economista, Daniel Olesker.
Durante la jornada de la víspera, efectuada en el local de AUTE, Olesker desarrolló un informe sobre “las inversiones realizadas en las dos plantas cementeras, las inversiones pendientes y mecanismos alternativos para su financiamiento”.
Paralelamente analizó la existencia de mercados, particularmente el interno. “En Uruguay, hasta el gobierno de Batlle existía un decreto de la década del 30, que obligaba a la utilización del cemento Ancap en las obras públicas. No decimos que haya que retomar ese decreto tal cual, sino que basados en ese decreto, nos planteemos la posibilidad de cupos”. Olesker reconoció que en el presupuesto quinquenal correspondiente al año anterior, se anunciaron 12.400 millones de dólares de inversiones públicas y “en caso que se concreten serán muy importante”.
Explicó que el mercado externo se vinculó a los acuerdos con Loma Negra y “obviamente que en esta lógica para Brasil y el litoral argentino, el papel de la planta de Paysandú es central por los precios del transporte, entre otros aspectos”.
El tercer punto se focalizó en los costos, donde las remuneraciones abonadas por el organismo en el área del cemento --unos 14 millones de dólares aproximadamente-- “prácticamente son iguales a los servicios contratados a terceros y quizás allí haya una ineficiencia en las contrataciones externas”. A esto se suman “los costos vinculados al uso del fuel oil, producido por otro segmento de la misma empresa, y cuando hay dos empresas que producen bienes distintos hay precios de transferencia entre ellas y no necesariamente son los valores del mercado”, sostuvo.
Tras el último encuentro bipartito, Jara informó que “en las próximas semanas estaría pronto el informe técnico encomendado a la Fundación Ricaldoni, de la Facultad de Ingeniería, y seguidamente se presentaría el documento correspondiente a los mercados, solicitado a la Facultad de Ciencias Económicas”, pero aclaró que “no nos adelantaron ninguna conclusión” respecto al cierre de una de las plantas de Paysandú o Minas.
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