Paysandú, Viernes 29 de Julio de 2016
Policiales | 29 Jul Todo estaba pronto para que se realizara la reconstrucción del crimen del comerciante e integrante de la sociedad sanducera David Fremd cuando la llegada de un informe médico --efectuado por el Vilardebó-- hizo paralizar las planes del Juzgado Penal de Segundo Turno, al indicarse que el autor del crimen es “inimputable”, ya que padece de una seria condición siquiátrica.
De inmediato, a medida que la noticia se iba conociendo, sobre todo por la viralización a través de las redes sociales, el ánimo de los sanduceros fue cambiando, dando lugar a la preocupación y, por momentos, hasta la incomprensión mezclada con recuerdos de ese trágico 8 de marzo, cuando David falleció producto del ensañado ataque de Carlos Omar Peralta López, un maestro de Primaria de 35 años, convertido al Islam, que luego expresó haberlo matado porque Alá se lo pidió.
PEDIRÁ JUNTA MÉDICA DEL ITF
Consultado sobre la pericia recibida, el juez de Segundo Turno doctor Fabricio Cidade explicó a EL TELEGRAFO que esa es la información de último momento recibida para la causa. “La pericia forense realizada cuando se lo procesó (a Peralta) recomendó una urgente internación para una evaluación y diagnóstico, porque se habían detectado indicios de alguna patología, aunque fue calificado como imputable debido a que del hecho había tenido conciencia”.
Peralta fue internado en el hospital Viladerbó de Montevideo, “donde tendrían como tarea evaluarlo y elaborar un diagnóstico”. A menos de un mes del procesamiento como autor imputable de “un delito de homicidio especialmente agravado en concurrencia formal, con un delito de comisión de actos de odio, desprecio y violencia hacia determinadas personas en régimen de reiteración real, con un delito de lesiones personales agravadas (infringidas al hijo del empresario) en calidad de autor imputable”, fue derivado al Centro de Diagnóstico y Derivación del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) que funciona en la antigua Cárcel Central. “No pasó nunca a cumplir una prisión preventiva en ninguna cárcel, siempre estuvo bajo la órbita del Vilardebó”.
La pericia presentada por los profesionales del hospital mental “habla de que es portador de una enfermedad siquiátrica importante y se recomienda una internación en un centro acorde con la enfermedad que él tendría, según este diagnóstico”, precisó el magistrado. “El diagnóstico elevado confronta con el primero que se le realizó en que, si bien se le detectó alguna posible enfermedad, había resuelto que era imputable. Sobre esa base voy a disponer a la brevedad que se realice una nueva pericia siquiátrica, pero por peritos forenses, porque el informe médico tiene valor como tal, pero no vincula con la resolución judicial”, adelantó Cidade.
El asesino del comerciante “nunca admitió el hecho, pero si fue consciente porque elaboró el acto, lo premeditó y lo llevó a cabo”, agregó el juez. El diagnóstico médico “es un elemento que le da otro perfil al asunto que estaría indicando que podría ser inimputable, pero no lo determina. Eso lo hará el perito forense, sea el local o a través de una junta de siquiatras del Instituto Técnico Forense (ITF) de Montevideo, debido a la complejidad en el hecho en sí y el diagnóstico que realizó el hospital, porque es complejo. Las conclusiones hablan de un sujeto peligroso. Para encaminar las cosas, voy a disponer la realización de una nueva pericia”, sostuvo el doctor.
PASO ATRÁS A LA RECONSTRUCCIÓN
Eran casi las 15 del martes 8 de marzo cuando David Fremd Wulf arribó al comercio familiar La Popular, en avenida España y Guayabos. Lo hacía acompañado por uno de sus hijos. Estacionó su automóvil junto a la acera Este y descendió. Como cada tarde, estaban a minutos de abrir las puertas a los clientes. Recorrió unos metros y al llegar a la vidriera frontal, fue sorprendido por un hombre que, a cara descubierta y sin mediar palabra, le asestó varias puñaladas en la zona lumbar. Testigos del brutal ataque manifestaron en aquella ocasión a EL TELEGRAFO que, una vez en el suelo, Fremd Wulf atinó a defenderse y efectuó varias patadas en dirección al sujeto. “Estaba como ensañado, parecía un animal, cómo le tiraba puñaladas y él se defendía pateándolo”, expresó una señora que se encontraba a unos metros y no podía salir del asombro.
Al percatarse del ataque, su hijo saltó sobre el iracundo y logró hacerlo caer, no sin antes recibir varios golpes en la cabeza y un corte de poca entidad en una pierna. Mientras el sujeto se daba a la fuga, el comerciante --visiblemente herido y con abundante sangrado-- fue asistido por su hijo, quien lo trasladó hacia el automóvil para llevarlo de inmediato al servicio de emergencias de Comepa, donde ingresó en grave estado. Fue reanimado y en el block quirúrgico lograron detener la hemorragia. Tras algunas horas de luchar por su vida, David dejó de existir.
La reconstrucción del crimen, que marcó un precedente en Paysandú y el país por las características y el móvil utilizado, iba a ser en estos días. “Justo apareció el informe y eso hizo cambiar un poco. En el informe médico dice que es un sujeto peligroso y que requiere internación urgente. Además de que no estaría en condiciones de traerlo y exponerlo a una diligencia probatoria con público, con víctimas y testigos. A eso (la reconstrucción) lo tenemos pendiente. Voy a disponer el informe antes de realizar esa diligencia probatoria”, afirmó Cidade.
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