Nacionales | 26 Jul El jefe del Área de Pronóstico, Néstor Santayana explicó, en conferencia de prensa realizada en la sede del Instituto Uruguayo de Meteorología (Inumet), que el pronóstico especial que regirá hasta hoy a las 6, establece un riesgo de nivel amarillo por lluvias y tormentas en todo el país. Se esperan “vientos fuertes”, aproximadamente de 60 a 75 kilómetros por hora, se podrían registrar rachas superiores a los 75 kilómetros por hora en los departamentos de San José, Canelones, Montevideo, Maldonado y Rocha.
Santayana explicó que esta situación corresponde a un “primer evento” de la depresión frontal, también llamada “ciclón”, que afecta a todo el país. Además, adelantó que partir del mediodía de hoy comenzará “un segundo evento”, para los departamentos comprendidos en la zona Centro-Sur y Este, que implicaría vientos persistentes con velocidades estimadas de entre 50-70 kilómetros por hora, con rachas que podrían alcanzar los 100 kilómetros por hora. “No se descarta la posibilidad de rachas superiores a los 100 kilómetros por hora en la franja costera”, agregó. Santayana puntualizó que el Inumet continuará con el monitoreo de la situación atmosférica e informará sobre el desarrollo de este fenómeno de acuerdo a la información disponible. “Hoy a la hora 6, cuando cese el nivel de riesgo amarillo, se emitirá una advertencia naranja, siempre y cuando se mantenga esta situación”, expresó el funcionario.
Por su parte, el secretario general del Inumet, Federico Baz Uriarte, destacó que la determinación del riesgo del evento se desprende del seguimiento de la atmósfera. “Por lo tanto, es imprescindible estar atentos a la información brindada por Inumet”, ya que se trata de “un fenómeno con complejidades muy importantes”, agregó.
Según información publicada en el sitio web del Sinae a partir de este informe y de acuerdo con el “Protocolo de Coordinación General del Sinae” la Dirección Nacional del Sinae y los Comités Departamentales de Emergencias (CDE) se declararon en sesión permanente e iniciaron la fase de “preparación”, lo que implica la “puesta a punto” de todos los recursos humanos, materiales, técnicos y logísticos necesarios.
Esto incluye el ajuste de los planes de contingencia, la identificación y adecuación de los eventuales albergues temporales, las coordinaciones interinstitucionales previstas en materia de alimentación, seguridad, logística, atención sanitaria y el monitoreo permanente de la situación y de los pronósticos.
Esta etapa también involucra a los municipios, de modo que los tres niveles de gobierno trabajan en forma articulada para poder brindar una respuesta efectiva frente a una eventual situación de emergencia.