Rurales | 27 Jul La Federación Rural ve con “extrema preocupación” los problemas financieros que está enfrentando el sector agropecuario en su totalidad, tras transcurrir los primeros seis meses del año, después de analizado el estado de situación de los productores rurales y de acuerdo con los informes proporcionados por el Banco Central del Uruguay.
A través de un comunicado remitido a EL TELEGRAFO, establece que en el actual contexto, “el endeudamiento del agro con todo el sector bancario alcanzó a U$S 2.561 millones (80%) del Producto Bruto Interno (PBI) sectorial, cuando en 2007 la relación deuda AGRO/PBI era del 27% y en el año 2010 era del 38%, según Seragro y el BCU”.
“Esto acompañado de altos costos de producción, principalmente por factores ajenos al sector, en donde la ineficiencia del peso del Estado incide fundamentalmente, con caída de precios, complicaciones climáticas y uso de política monetaria contractiva”, agrega.
La gremial sostiene que “es nuestro deber advertir al sistema político en particular y a la ciudadanía en general que en un país como Uruguay, que basa sus ventajas comparativas en su producción agroindustrial y que no tiene otro camino que ir construyendo ventajas competitivas, la situación descripta nos impone enfatizar la necesidad de que se opere en estos temas con criterios muy cuidadosos y tomar medidas a tiempo para evitar situaciones vividas hace algunos años atrás”.
Sostiene que: “debemos hacer un llamado al sistema financiero que de esta coyuntura no se sale con medidas a corto plazo, el productor necesita tiempo para seguir produciendo y cumplir con sus obligaciones”.
Ha quedado demostrado --una vez más-- en estos últimos años, que “la interacción en el sistema entre los modos de producción agropecuario, industrial, comercial y financiero ha sido clave para salir de circunstancias adversas y ser la palanca de desarrollo del país”.
“Tenemos que tener buena memoria, el productor agropecuario ha realizado todos los esfuerzos para impulsar el crecimiento del país y estos años de dificultades es imprescindible afrontarlos juntos”.
“Con cabeza bien abierta, el riesgo pasa a ser de todo el sistema y es imprescindible tener la mayor flexibilidad. Con estos niveles de endeudamiento, el problema no solo es del productor rural”, concluyen.