Paysandú, Viernes 05 de Agosto de 2016
Rurales | 03 Ago “Está claro que el negocio del cordero pesado es altamente rentable y que la producción uruguaya debería, en general, terminar los corderos con ese destino”, señaló a EL TELEGRAFO el ingeniero agrónomo Marcelo Grattarola, técnico del Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL) que abordó el tema “Engorde de corderos como negocio de élite en Uruguay”, en el marco del Seminario Internacional de Producción Ovina que finalizó ayer en el Hotel Radisson de Montevideo, pero que continúa hoy con la gira por establecimientos en el Interior del país.
“El enfoque nuestro fue desarrollar toda la historia del cordero pesado desde el año 96 cuando se comenzó con un plan piloto de más de 10.000 corderos hasta llegar al día de hoy –se engordan más de 600.000 corderos-- con la cantidad de tecnología para producir ese cordero pesado en el entorno de 35 a 40 kilos, cuando sale del campo”, dijo el profesional sanducero.
De todas maneras, aclaró: “no estamos hablando para la raza Merino, que está en zonas más intensivas con suelos más superficiales, donde el productor retiene uno o dos años los machos para producir lana fina, lo que es totalmente lógico porque tiene un retorno económico interesante; de hecho, es lo que hace la mayoría de los productores de esa zona”.
Sostuvo que es posible por su rentabilidad “transformar ese cordero al destete de 20 a 22 kilos en cordero pesado, por lo que es un camino interesante para recorrer y agregarle valor a la producción ovina”. Aseguró que “hay mucho para mejorar por el lado de la alimentación” y mostró que, según los cálculos, “se pierden entre U$S 12 y U$S 15 por ovino en stock, tomando el valor de un ovino en U$S 60”. Los precios de Uruguay en el mercado internacional siempre fueron muy parecidos a los de sus principales competidores: en los últimos dos años, Australia tuvo un precio de U$S 4,4 por kilo en segunda balanza; Nueva Zelanda: U$S 3,72 y Uruguay: U$S 3,23, según expuso Grattarola en su disertación.
Indicó que una de las premisas del cordero pesado “fue tratar de aumentar la producción de carne ovina con las razas existentes, preservando la producción de lana”. Precisó que “eso se sigue manteniendo, a pesar de que se utiliza alguna cruza terminal de un porcentaje de la majada para obtener una carne ovina más precoz, porque en general el cordero pesado se está sacando entre 8 meses y un año”.
Subrayó que se debe “suministrar buena alimentación, ya sea pastura mejorada o suplementación, que a los niveles actuales es muy rentable”.
PREOCUPACIÓN
Un motivo de preocupación de instituciones como el SUL y el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) es dilucidar “porque no hay un respuesta en los productores en apostar a este negocio, ya que la vía, indudablemente, es la mejora en la alimentación”.
Para el profesional, el ovino “tiene una cultura de manejo más extensivo a campo natural y en ovinos cuesta desde el punto de vista empresarial brindarle una alimentación diferencial. Hay toda una primera etapa de manejo y sanidad, con una introducción en genética que el productor invierte bastante, lo cual no es un problema”. En el mismo panel que participó Grattarola, participaron también Lucía Piaggio (SUL), Georgett Banchero (INIA), Jorge Bonino (asesor del SUL) y el productor Nicolás Uriarte, con más de 20 años de experiencia en el engorde de corderos.
PRODUCTOR
El ingeniero agrónomo Nicolás Uriarte, productor y asesor privado, mostró en su exposición los números de dos empresas con diferentes escalas, suelos y actividades.
Al tiempo de remarcar que “el ovino es un muy buen negocio”, estableció que “si se quiere engordar corderos, hay que darles de comer; hay muchos animales de pedigrí y pocas pasturas de pedigrí”. En la primera, el margen de ganancia fue de U$S 360 por hectárea (igual a 1.000 kilos de soja). Se pastorean semilleros de trébol blanco. En la otra la escala es el doble y hay suelos duros. Son dos invernadas con un margen bruto de U$S 51.000”.
PRIMERA ETAPA
Con la actividad realizada en la víspera culminó el seminario en la capital del país, en tanto hoy prosigue en el Interior con la visita a diferentes cabañas y predios de productores, que se desarrollará hasta el viernes, inclusive.
Las charlas de la mañana estuvieron enfocadas al mercado internacional de lana y carne “y fueron muy interesantes”, dijo Grattarola. “Estuvieron a cargo de expositores extranjeros, uno de Francia y otro de Alemania, tratándose de personas muy relacionadas con la industria, que gustaron mucho”.
“Hubo consultas respecto a las perspectivas de los productores y de lo que ellos requieren como industria, lo que fue muy interesante y con un claro enfoque comercial”, apuntó.
COMPARTIMENTO
El doctor Jorge Bonino Morlán, asesor del SUL y representante de Uruguay en la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) durante más de 20 años, demostró en su disertación que el compartimento ovino de alta bioseguridad --único en el mundo que fue creado por Uruguay con el aval de la OIE-- abre un camino más que promisorio, convirtiéndose en una herramienta que posibilitará exportar carne ovina con hueso a Estados Unidos, buscando certificar procesos y diferenciar productos para obtener un mejor precio que justifique el desarrollo de los compartimentos.
El profesional destacó que “Uruguay tiene una excelente carne ovina, pero con el compartimento les brindamos garantías adicionales, científicas y certificaciones a los compradores. Ya se hicieron tres faenas de 1.000 ovinos cada una y se apunta a mercados de elite. La carne ovina uruguaya es inocua, segura y de alta calidad”, destacó.
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