Rurales | 04 Ago El ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Tabaré Aguerre, señaló ayer durante la conmemoración del décimo aniversario de la Ley de Trazabilidad Individual Bovina Obligatoria, realizada en el edificio anexo del Palacio Legislativo, que la implementación del sistema de trazabilidad bovina en Uruguay fue determinante “para lograr la apertura de la cuota cárnica 481, por la que se coloca el producto en Europa sin pagar aranceles de importación”.
“Llevamos 50.000 toneladas de carne exportada a Europa por la cuota 481 a un valor promedio de 9.163 dólares la tonelada. Si esa misma carne hubiera ido por fuera de esa cuota, hubiera pago entre 60 y 70% de arancel. Estoy hablando de un valor entre 250 y 300 millones de dólares que la economía del Uruguay recibió en los últimos cuatro años por disponer del acceso a la cuota”, explicó el secretario de Estado.
Este avance posibilitó la apertura de mercados como el de la Unión Europea, puesto que la trazabilidad es la herramienta que asegura a los compradores origen, edad y alimentación de cada animal. Además, permitió acceder a mercados a los que nuestros competidores con igualdad de productos no acceden.
La trazabilidad es más que una medida de vigilancia sanitaria, es una potencialidad para competir en mercados dispuestos a pagar por esta información; solo falta la apertura del mercado japonés, según enfatizó Aguerre, acompañado por el canciller Rodolfo Nin Novoa, el presidente del Instituto Nacional de Carnes, Federico Stanham, y la directora del Sistema Nacional de Información Ganadera, María Nela González, entre otras autoridades.
Aseguró que Uruguay es el único país en el mundo con el 100% de su rodeo bovino individual identificado obligatoriamente como un bien público, sin importar el número de animales que el productor posea. Fueron distribuidas en forma gratuita 33 millones de caravanas a todos los tenedores de ganado del país mediante el Correo Uruguayo. La población vacuna del país es de 12 millones de animales.
El sistema consiste en la identificación de cada animal desde su nacimiento hasta su faena mediante una caravana visual y otra electrónica. De esa forma, permite conocer la vida completa del animal, en qué predio nació, dónde comió, quiénes fueron sus dueños y dónde fue faenado, así como todos los eventos sanitarios.
“Estamos tratando de diseñar la nueva generación de trazabilidad, que aborda un instrumento que permita cargar información diferencial sobre genética, sistema de producción, bienestar animal, ubicación, manejo de recursos naturales a través de la identificación de los animales para avanzar en la identificación de los procesos de producción. El objetivo es garantizar, aun más, alimentos con las máximas garantías”, aseguró Aguerre.

GRAN ARGUMENTO
Rodolfo Nin Novoa consideró la trazabilidad como uno de los grandes argumentos para ingresar a los mercados más exigentes: “Estoy convencido de que este es uno de los argumentos más fuertes que Uruguay tiene cuando las autoridades oficiales se sientan a conversar con sus pares de otros países para acceder a mercados”, dijo el canciller, exhortando a reforzar los controles de vigilancia epidemiológica sanitaria del país en la producción de ganado.
Recordó que Uruguay dispone de más de 120 mercados abiertos para colocar la carne, pero que las dificultades se plantean en el pago de “muchos millones de dólares” por aranceles y subsidia a actividades industriales a países como Brasil y Argentina. “Disminuir eso es el desafío que nosotros debemos tener como sociedad y como ministerio”, subrayó.