Paysandú, Domingo 14 de Agosto de 2016
Locales | 07 Ago Con viento en la camiseta, Edgardo Novick ha iniciado una gira por el Interior para “escuchar a la gente”. El excandidato a la Intendencia de Montevideo por el Partido de la Concertación pretende unir a la oposición como única forma de “sacar del gobierno al Frente Amplio” (FA), con el que es muy crítico. Una reciente encuesta lo avala como posible candidato presidencial en 2019 (suma la misma intención de votos que el Partido Colorado). El empresario marca su agenda sobre tres ejes: mejorar la seguridad, aumentar el empleo y recuperar la educación, un área fundamental y descuidada cuya incidencia afecta a otros sectores de la sociedad.
En conversación con EL TELEGRAFO, asegura sin vueltas que “la educación pública está muy mal”. “El problema más grande del país es la educación”, insiste. Para ello, repasa números. El 50% de los chicos más humildes no terminan tercer año de liceo y solo nueve de cada 10 de las familias más humildes finalizan el liceo. Hay más de 100.000 jóvenes que no estudian ni trabajan, mientras que el 50% de los niños nace en los hogares más humildes. “Esos niños no tienen posibilidades de progresar en la vida, porque la educación pública es pésima”, asevera Novick. “Hoy Uruguay tiene una de las mayores desigualdades de enseñanza del mundo. No hay peor injusticia para un país que contar con una diferencia de oportunidades”.
La problemática de la educación afecta dos grandes áreas, continúa Novick. Por un lado, la inseguridad, en la que jóvenes que pasan el día en la calle, afectados por las drogas y el narcotráfico, empiezan a robar. Por otro, repercute en el trabajo. “Las nuevas tecnologías están suprimiendo los trabajos primarios, por lo que los jóvenes se tienen que preparar más. El 50% de los jóvenes de 15 años no están preparados para insertarse en el mercado laboral. Es otro de los problemas que vemos en todo el país y que el gobierno mira de espaldas. La gente se está quedando sin trabajo, han cerrado industrias, fábricas, empresas, comercios. Los pequeños productores se están fundiendo. No podemos dejar que los jóvenes solo piensen en ser empleados públicos”, afirma.
Ante la repregunta de que el Estado es el mayor empleador, concuerda en que lo “más fácil es ser empleado público. Pero acá tenemos un problema grande. Cuando el FA empezó a gobernar, había 230.000 empleados públicos y ahora tenemos 300.000. Y somos los mismos tres millones. Cuando la tecnología suprime trabajo, nosotros metemos 70.000 funcionarios públicos más que le cuestan al país 1.000 millones de dólares por año. ¿Cómo hace para sustentar eso? Nos ponen más impuestos, porque no dan los números. Entonces, claro, tienen que hacer un ajuste y ponen impuestos al que trabaja”.
FALTA BUENA GESTIÓN
Los sindicatos de la educación son un gran palo en la rueda, de acuerdo con Novick. “El sindicato debe existir, pero el poder de los dirigentes, que le está haciendo un gran daño a la educación, se debe terminar. La educación se arregla con buena gestión, no con más dinero, como se discute en el Parlamento”, dice.
Vuelve a tirar cifras. En 2005, el Presupuesto para la educación alcanzaba el 3,2% del PBI, unos 600 millones de dólares. En 2015, se logró que fuera un 4,8% del PBI, con unos 2.500 millones de dólares. Así y todo, “la educación está cada vez peor y hay menos niños y jóvenes en la educación pública. Quiere decir que es un problema de gestión. No es un tema de dinero, porque lo hay y los resultados son pésimos”, añade el excandidato a la Intendencia capitalina.
Durante esa campaña electoral, su sector impuso la idea de gestión y también la de despilfarro. “Ancap pasó de deber 200 millones de dólares a 2.200 millones en nueve años. Nadie advirtió eso y nos decían que estábamos mintiendo hasta que Astori, que suele hacerlo tarde, lo reconoció. El año pasado, economistas como (Javier) De Haedo (presente en la entrevista), le decían al gobierno que el país no iba a crecer. No vieron lo que todos decían”, asegura Novick.
SEGURIDAD
El empresario ha sido invitado, junto a líderes políticos de todos los partidos, a participar de las reuniones por la seguridad que ha convocado el presidente Tabaré Vázquez. A ella, ha acudido junto con el diputado Guillermo Facello --se salió del Partido Colorado--, el exministro del Interior Guillermo Stirling, y el experto en derecho penal Jorge Barrera.
“Es clave que el presidente haya juntado a todos los partidos en un tema que tanto angustia a la gente. En algunas cosas nos pondremos de acuerdo, en otras, no. Hay leyes que no dan para más, como la libertad anticipada para los reincidentes, donde dos terceras partes de los presos salen y vuelven a delinquir. Lo hacen con más agresividad y profesionalismo, porque las cárceles son una escuela de robo. Estamos dando un combate enorme al narcotráfico, que invade las mentes con la pasta base barata, que rompe las familias. Queremos fuertes penas para el narcotráfico”, afirma.
En ese sentido, su movimiento --que se tornó “naturalmente” nacional, como gusta decir-- ha demostrado que puede ser un “firme” opositor de este gobierno, pero están presentes “a la hora de ayudar. Esto es lo que pretendemos en la política. Debemos ver siempre, del lado de la ciudadanía, qué es lo bueno para el país”, ahonda.
En los encuentros con el gobierno, los blancos se disgustaron porque no les hicieron caso en aumentar las penas a los menores infractores y se marcharon. “Nosotros estamos de acuerdo con eso. La pena máxima de un menor infractor que asesinó son cinco años. El propio ministro (del Interior, Eduardo) Bonomi ha dicho que no alcanza con dos o tres años para rehabilitar a un joven de delitos graves. Además, nunca le dan el máximo. Ahora, no nos pusimos de acuerdo, pero no por eso nos vamos a ir como propuso (Luis) Lacalle Pou”, explica. “También queremos una reunión de este tipo para cambiar la educación. Es un tema que debe declararse política de Estado”, agrega.
NO LO DEJAN GOBERNAR
Lo mejor del juicio ganado a la multinacional tabacalera Philip Morris es que los uruguayos fuman menos desde que se iniciaron las políticas antitabaco de Vázquez. Con respecto al anuncio de una nueva planta de celulosa de UPM, se trata de un logro de un “país serio” como Uruguay y no tanto de las políticas acometidas por esta administración y “menos” las de José Mujica, según Novick.
Este outsider de la política resalta la “actitud” de llamar a los partidos a discutir sobre seguridad pero “deja mucho que desear” en otras áreas cuando el presidente “no gobierna”. “El MPP no lo deja gobernar. La gente lo votó para que gobierne y hoy gobierna Mujica y el MPP. Uruguay no ha podido ingresar a tratados con Europa, con Estados Unidos y con el Transpacífico porque el MPP no lo dejó. Vázquez quiso modificar la educación, puso dos personas que son las que más saben en el sector como (Fernando) Filgueira y (Juan Pedro) Mir, y el MPP se los hizo sacar. Somos críticos (con Vázquez) porque no ha gobernado”, argumenta.
CRUCES CON MUJICA
“El único que se peleó he sido yo, nadie le ha contestado a Mujica”, señala con relación a los cruces que ha mantenido con el expresidente. “Lo que hice no fue pelearme, solo le contesté. Se metía con todo el mundo y era un atrevido con todos”, prosigue. Durante la campaña electoral por la Intendencia de Montevideo, Mujica dijo que Novick se había dado cuenta recién de que existían pobres.
“Como mejoré mi posición económica, Mujica pensó que venía de una familia” con dinero. “Nací en una familia humilde, empecé a trabajar en la feria y conozco todas las clases sociales. Hace 45 años que trabajo. Nunca robé, nunca mandé a matar a nadie. Nunca viví del chamuyo como él. Entonces le dije que no se meta más conmigo. Al poco tiempo, (la senadora Lucía) Topolansky dijo que Novick era un peligro para la democracia. Le contesté: cuando yo cargaba cajones en la feria, usted cargaba fusiles contra la democracia. Estoy acostumbrado a defenderme y lo primero que quiero es que me respeten. Muchos políticos se han dado cuenta de que no se tienen que dejar decir las cosas que afirma Mujica, que ha sido irrespetuoso con mucha gente y nadie quería ponerse en contra”.
Novick asegura que no tiene ningún asunto personal con el exmandatario, al que “nunca” vio en su vida. “Pero son cosas que me hicieron entrar, porque Mujica nos dejó la peor educación de la historia del país, la mayor inseguridad, empresas públicas fundidas, rompió con la cultura del trabajo de la gente, rompió con el valor de la familia que es la base de la sociedad. Por eso estoy en contra de lo que hizo, no en contra de la persona. Digo lo que siento y me indigna lo que ha hecho. Si los uruguayos le dieron la oportunidad y ven cómo dejó el país, lo mínimo que tiene que hacer es irse a la casa. ¿Para qué sigue en la política?”
ATRAVESANDO EL MURO
Novick subraya que su movida ha tomado un carácter a “nivel nacional”, en la que se han sumado políticos de todos los partidos. Este movimiento es “el primero que atraviesa el muro del Frente Amplio”, resalta.
“Buscamos sumar para la oposición. Falta mucho para la elección y saber qué forma va a tomar esto. Una cosa queda clara: nos vamos a juntar y no estaremos dentro del Partido Nacional ni del Partido Colorado. Sí sabemos que seremos parte de la oposición. El sentimiento nuestro es cambiar este gobierno. Vamos a seguir insistiendo con la Concertación, que es el camino”, explica.
EDICIONES ANTERIORES
A partir del 01/07/2008
Ago / 2016
Lu
Ma
Mi
Ju
Vi
Sa
Do
12
12
12
12
Diario El Telégrafo
18 de Julio 1027 | Paysandú | Uruguay
Teléfono: (598) 47223141 | correo@eltelegrafo.com