Paysandú, Miércoles 17 de Agosto de 2016
Rurales | 11 Ago El ingeniero agrónomo Mario Azzarini, profesional con más de 50 años como técnico del Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL) y creador del denominado cordero pesado en 1996, entiende que el texto de la Sociedad de Criadores de la raza Texel –que fuera publicado en EL TELEGRAFO en la edición del pasado 24 de julio-- contiene una “serie de apreciaciones” que considera “equivocadas”.
La carta “contiene una serie de apreciaciones que considero equivocadas. El primer error que comete es referirse a la falta de rentabilidad de los ovinos que no cumplan con su enfoque de producción, en el que naturalmente debe estar su raza. No es un enfoque técnico, sino político propagandístico, independientemente de la calidad de la raza en cuestión. Debería tenerse presente que la rentabilidad de la producción ovina sigue en pie cualquiera sea el sistema de producción elegido”, afirmó Azzarini.
“Tampoco parece tener presente que la disminución de las existencias ovinas es un fenómeno mundial. Le ha ocurrido a Uruguay, pero también a los dos más grandes productores de lana y carne ovina, como los son Australia y Nueva Zelanda. Las razones de ellos son multifactoriales, aunque hay causas comunes como la competitividad de otros rubros que usan el mismo recurso natural. La lechería, los vacunos, la forestación y la agricultura sojera. En nuestro país conocemos algunas causas que seguramente seguirán ejerciendo su efecto independientemente de la raza o cruza que se utilice. El abigeato, la falta de mano de obra, ciertas enfermedades (parasitosis, pietín, etcétera) y algunas otras causas no serán disminuidas por hacer cruzamientos con razas carniceras o manejar rebaños carniceros”, explicó el profesional.
En la carta que publica el portal TodoelCampo, el ingeniero agrónomo afirma que “los grandes volúmenes de carne ovina producidos por los principales países exportadores no provienen de rebaños exclusivamente carniceros. Para producir cruzas terminales, se precisan las razas laneras y doble propósito. Los corderos australianos y neozelandeses nos lo demuestran. Las Merino por Border Leicester de Australia son las madres de los corderos que se exportan luego de la cruza con Poll Dorset u otra raza carnicera, como el White Suffolk. En Nueva Zelanda pasa algo parecido a partir del Romney o sus derivados, como el Coopworth y el Perendale”.
“El vaticinio apocalíptico de la desaparición del último ovino en 2023 ya fue expresado en la década del 70 por un ministro de Ganadería de aquella época, quien auguró la permanencia de algún ovino, pero simplemente relegado a los zoológicos”, sostuvo.
“No llego a entender el desprecio por el cordero pesado tipo SUL que la Texel llama 'de fantasía'. Yo le diría que muchas de las razas carniceras de nuestro país se beneficiaron de los programas de desarrollo de la carne ovina que el SUL llevó adelante a partir de la crisis de la lana en la década del 90. Ese cordero de 'fantasía' fue enviado por el Frigorífico San Jacinto al Reino Unido, donde fue acogido con elogios”, afirmó.
Azzarini explicó que “la figura del invernador de corderos apareció a raíz del cordero pesado y resultó ser un negocio muy rentable”. Entiende que “es claro que hay otras opciones, como la del cordero precoz pesado, pero no todos los sistemas ovinos tienen por qué avenirse al mismo. Si es tan extraordinario y milagroso para salvarnos de la caída de las existencias y además es más rentable que el otro tipo de cordero, seguramente se impondrá por sus virtudes, desde el momento que los productores no son tontos. No debe olvidarse que el cordero precoz pesado surgió al influjo del cordero pesado y las más beneficiadas fueron las razas carniceras. Si no se hubieran instrumentado los Operativos Cordero Pesado, los criadores de Texel estarían hoy vendiendo sus corderos como borregos”.
“En definitiva, la visión apocalíptica empleada y la explicación de las causas de la reducción de las existencias, atribuyéndole la culpa a las razas doble propósito, son extremadamente simplistas, así como es simplista la solución propuesta: el salvador será el cordero precoz pesado”, concluyó Azzarini.
Precisó que el Cordero Pesado SUL “es tan rentable o más que el otro, de lo contrario, no hubiera existido el incremento que se manifestó a partir de 1996. El análisis de los balances de dicha producción en el pasado y en la actualidad lo demuestran”.
Se menciona la “falta de eficiencia” como un atributo del cordero pesado y aunque no se explica dicha aseveración, se supone que surge del período más largo del proceso de su producción. “Creo que se soslaya el fenómeno del crecimiento compensatorio que exhibe el cordero pesado cuando recibe la nutrición en su etapa final de engorde y se omite mencionar la mayor producción de lana en comparación con el cordero precoz”.
“Por último, hay un factor que no se considera y es que el SUL de algún modo debe, además de propender al éxito económico de los productores mediante la investigación, asistencia técnica y difusión de conocimientos, proteger el producto que es su modus vivendi: la lana, ya que es su única fuente de recursos. El enfoque de los trabajos sobre el cordero pesado surgió luego de la crisis de la lana de la década de los 90, como respuesta a la visión de antagonismo entre carne y lana. Dicho antagonismo se rompe desde el momento que el cordero pesado surge fundamentalmente como un producto de los sistemas laneros produciendo abundante lana y carne, ambas de calidad”.
Al mencionar la calidad de la carne del cordero pesado, “ya nos hemos referido al éxito de los primeros envíos de reses con hueso al Reino Unido, previo a la crisis de la aftosa. EL peso, conformación y contenido de grasa fueron de plena aceptación. A ello debemos agregarle un aspecto importante destacado por trabajos de la Facultad de Agronomía que tiene que ver con el perfil de ácidos grasos de las canales de corderos de la raza doble propósito de mayor difusión y que es la que origina el mayor número de corderos pesado de los Operativos. Dichos trabajos demuestran que la carne de estos corderos alimentados a pasto registran un mejor perfil de ácidos grasos como consecuencia de una mayor presencia de los poliinsaturados y una mejor relación Omega6/Omega3, lo que redunda en dietas más saludables para el humano”.
“En resumen: ni las razas doble propósito son las culpables de la disminución de las existencias ni los ovinos desaparecerán en 2023, ni los corderos pesados son de fantasía ni son menos eficientes. Su producción es muy rentable, como lo es la producción ovina desde sus múltiples sistemas de producción; y la calidad de la lana y de la carne ovina del Uruguay son ambas de calidad. La carne, en particular la de corderos de razas de doble propósito, ha demostrado tener algunos atributos mejores desde el punto de vista nutricional”, finalizó Mario Azzarini.
NO ES LA FORMA
Para el presidente del Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL), ingeniero agrónomo Alejandro Gambetta, “no es esa la forma en que debe operar el sector ovejero” e invitó a los representantes de la raza a dialogar.
Enfatizó a TodoelCampo que las puertas del SUL están abiertas para dialogar y discutir. “Le enviamos una nota a la Texel, donde los invitamos a discutir, porque también son productores ovejeros y nosotros no le cerramos la puerta a nadie”. Hizo hincapié en que “sumando es que vamos a lograr los objetivos que tenemos y dividiendo seguramente no vamos a llegar a ningún lado”. Por ello, la estrategia del SUL es el diálogo, porque “seguramente en muchas cosas vamos a estar de acuerdo, pero si no se conversa nunca, no nos vamos a poner de acuerdo”.
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