Rurales | 17 Ago Al presentar los datos del informe del Observatorio de Oleaginosos del Uruguay en las instalaciones de la Cámara Mercantil de Productos del País (CMPP), el economista Pablo Roselli, socio de la consultora Deloitte, señaló que las severas condiciones climáticas por las que debió atravesar el cultivo de soja de la zafra 2015-2016 no solo impactaron en bajos rendimientos, sino en un aumento de los costos pos cosecha. Estos resultados estuvieron fundamentalmente relacionados con la calidad del producto, que afectó a la baja los márgenes del cultivo.
De acuerdo con la encuesta realizada por Deloitte, el rendimiento promedio de la soja en 2015-2016 fue de solo 1.970 kilos por hectárea, con una fuerte caída en el caso de las siembras de primera (una amplia mayoría) y un sostenimiento de las de segunda. Las sojas de primera rindieron por debajo de las de segunda, 1.950 kilos y 2.060 kilos, respectivamente.
Los costos productivos cayeron fuerte. Para Deloitte, 15% los de las siembras de primera (a U$S 391 por hectárea) y 13% las de segunda (a U$S 342 por hectárea). Sin embargo, hubo un aumento fuerte en los costos poscosecha, fundamentalmente relacionados con la baja calidad del producto, lo que determina un número final de costos de U$S 505 por hectárea para las siembras de primera (una caída anual de 8%) y de 2% para las de segunda, a US$ 470.
Con un precio que se mantuvo en niveles similares a los de la zafra anterior (U$S 332 por hectárea en promedio), el margen de una soja de primera se ubicó en U$S 142 (había sido de U$S 234 por hectárea en la anterior) y fue muy similar para las siembras de segunda (U$S 225, solo 3% menos que en la zafra anterior).
Los impactos de la intensa sequía de verano y las inundaciones de abril fueron mucho más fuertes en las chacras de las zonas noreste y Este. Para el noreste, las siembras de primera arrojaron un resultado negativo de U$S 123 antes del pago de renta.
Con respecto a la renta, más de 70% están determinadas en kilos del producto, con una cantidad promedio que se contrajo 10% a 640 kilos por hectárea. Roselli dijo que el 70% del área sembrada con soja es arrendada, por lo que se le debe agregar un costo al agricultor de U$S 215.

COSTOS DE PRODUCCIÓN
La idea de mediano plazo es que los costos de producción de soja van a seguir bajando, dijo Roselli. El economista fue el encargado de presentar los datos estimados por Deloitte sobre resultado económico del cultivo de soja en Uruguay en 2015-2016 y las expectativas para 2016-2017.
Para la zafra que está por comenzar, dijo que varios de los costos de producción seguirán disminuyendo de precio, entre ellos agroquímicos, inoculantes y fertilizantes. La gran excepción para la próxima campaña es la semilla, debido al déficit por los muy pobres resultados de los semilleros en la última cosecha, no solo en Uruguay, sino en toda la región. Para esta última, proyectan un aumento de los costos de más de 70% a U$S 101 por hectárea.
Asumiendo un rendimiento normal del orden de los 2.400 kilos por hectárea, con un precio al productor que ronde los U$S 340, el margen para una soja de primera se ubicaría en el eje de U$S 278, “mayor al de las dos zafras anteriores”.
Con respecto a la expectativa de superficie, para Deloitte el área se mantendría en niveles similares a los de la zafra pasada. Roselli dijo que hay algunas presiones bajistas, como el precio de la semilla y posibles dificultades financieras luego de dos años consecutivos de malos resultados, pero que hay otras alcistas, como los precios más altos y la falta de alternativas productivas atractivas.

TLC BENEFICIOSO
El ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Tabaré Aguerre, comentó, al hacer uso de la palabra durante el cierre de la presentación del informe del Observatorio de Oleaginosos del Uruguay, que “hoy le dije al presidente” Vázquez lo beneficioso que sería para Uruguay avanzar en un Tratado de Libre Comercio (TLC) con Corea del Sur.
En la primera parte de su presentación, el secretario de Estado se refirió a la “inserción internacional” de Uruguay y dijo que “perfectamente podría plantearse un TLC con Corea del Sur”. Al tratarse de “dos economías complementarias”, los beneficios son potencialmente más importantes. El ministro dijo que “tenemos el Mercosur, pero todos producimos lo mismo”. Recordó que el país asiático, al igual que China, no forman parte de las negociaciones del Acuerdo Trans-Pacífico (TPP, por sus siglas en inglés).
Además, Aguerre dijo que “Uruguay es en esencia un productor de valor agregado” y recalcó que no se trata de “una economía extractiva, sino productiva”. Al respecto, resaltó las estimaciones realizadas por la consultora Deloitte en cuanto a que 71% de los ingresos por la exportación de soja son valor agregado uruguayo, en tanto solo 29% restante es valor importado.
Sobre el cultivo de soja, el ministro dijo que “es la locomotora de la cadena, porque es lo que demanda el mundo y es para el cultivo que el costo de oportunidad del uso del agua es más alto; por eso los chinos, cuando pueden, riegan el maíz, no la soja”.