Policiales | 16 Ago Una sanducera que se desempeña como encargada de un supermercado de San José fue testigo presencial de un violento asalto perpetrado el jueves por la noche. Durante el atraco, el malviviente --que portaba una cuchilla-- tomó a un menor como rehén y luego a una cajera del comercio.
Estela Mederos, quien hace varios años está radicada en la capital maragata, trabaja en una sucursal de la cadena de supermercados “Avenida Molino”, ubicado en el barrio Molino de aquella ciudad, en la zona de ingreso (por ruta 3) a la ciudad capital. En diálogo con EL TELEGRAFO contó que la situación “fue muy complicada” y que “podría haber pasado cualquier desgracia”. En tanto destacó la rápida reacción de particulares, tras lo cual el delincuente fuera desarmado, aprehendido y posteriormente entregado a la Policía.
“Faltaban unos minutos para las diez de la noche, estábamos por cerrar pero todavía quedaban clientes. Yo estaba en una de las cajas, de espalda a la puerta, recibiendo el dinero de una de las cajeras cuando el hombre entró con el nene de rehén”, relató. El niño es un menor de doce años que diariamente concurre en bicicleta a la puerta del comercio y pide monedas a cambio de cuidar los rodados que estacionan junto a la acera. “Está afuera todos los días, a veces viene con dos hermanitos o la madre”, indicó Mederos.
“Cuando escuché que el muchacho hablaba me di vuelta, pero en el momento no caí, pensé que se trataba de una broma. Enseguida empezó a decirnos que le diéramos la plata y el nene que estaba de rehén, que lo tenía agarrado del buzo, le decía que lo soltara, que él no tenía nada que ver”, narró. “El le dijo (al menor) que no le iba a hacer nada, que se quedara quieto”. Incluso, en el video al cual accedió EL TELEGRAFO, se ve claramente que dos pequeños que estaban junto a su madre haciendo las compras se acercan al sujeto, sin advertir el peligro de la situación. De inmediato, su responsable los toma de la mano y los aparta.
“El guardia de seguridad del supermercado intentó hablar con él y nosotras también. En ningún momento se violentó. Solo nos pedía la plata pero tenía la cuchilla en la mano y no sabíamos si podía reaccionar hacia el niño o algunos de nosotros”, sostuvo.
En determinado momento, el malhechor --que llevaba puesto un pasamontañas negro y la capucha de una campera azul-- soltó al niño y tomó del cabello a la cajera más próxima. “Le pidió la plata y ella le dio la cartuchera con el dinero que tenía, pero él quería más. La zamarreó del pelo y yo le ofrecí el dinero que tenía en otra de las bolsas. Cuando se me acercó para tomarla, el guardia aprovechó la ocasión y se le fue encima. Forcejearon y una muchacha que estaba como clienta le empezó a pegar en la cabeza. Ahí aproveché a salir corriendo para llamar a la policía”, indicó Estela.
Entre el guardia y la clienta lograron desarmar al malhechor. Al zafarse de los golpes “salió corriendo hacia la vereda pero lo siguieron entre tres y cuatro personas más, incluso un cliente que agarró una tabla”. En tanto, el sujeto fue interceptado a pocos metros y reducido hasta que llegó la Policía. “Si hay algo claro es que no se la llevó de arriba”, dijo la sanducera.
Si bien no hubo que lamentar heridos, más que un pequeño corte en una mano sufrido por el guardia de seguridad, la situación resultó estresante para los protagonistas, que aún no salen del asombro sobre lo ocurrido. “San José era una ciudad tranquila, pero se ha puesto complicada la situación en este tiempo”, sostuvo.
Finalmente, la Justicia Penal dispuso el procesamiento con prisión del sujeto por un delito de rapiña en grado de tentativa.