Opinion | 20 Ago En el marco de una nueva ronda del Consejo de Salarios, la conflictividad laboral parece aflorar en un año en el que las cuentas no cierran y en donde las idas y venidas entre trabajadores y empresas aumentan con respecto a la temporada anterior. En el medio, el gobierno, presionado por ambas partes, reclama cautela y cede ante algunas exigencias de los sindicatos. Pero nada parece ser suficiente. Luego de que el Secretariado Ejecutivo y la Mesa Representativa del Pit Cnt haya desactivado un paro previsto para este mes y postergarlo para cuando la negociación salarial enfrente diferencias, una votación de los gremios resolvieron que pararán la primera quincena de setiembre, con movilización incluida.
La cúpula del Pit Cnt había resuelto guardarse las medidas de fuerza para tiempos más conflictivos, tras la señal del presidente Tabaré Vázquez de acceder a mantener la pauta salarial prevista para 2015 durante 2016. Si bien no lograron que también aceptara al reclamo de los correctivos por inflación anuales, esa flexibilización había sido suficiente para mejorar el clima y devolver la señal desactivando el paro previsto, informó ayer El Observador. No obstante, para la mayoría de los sindicatos ese gesto no resultó satisfactorio.
La fecha concreta del paro será definida la próxima semana por el Secretariado Ejecutivo, así como el lugar desde donde se movilizarán. La Mesa Representativa “valoró los avances con el gobierno pero con diferentes matices”, aseveró Marcelo Abdala, secretario general del Pit Cnt.
Hace ocho días comenzaron a funcionar 109 mesas de negociación salarial, luego del anuncio de Vázquez de mantener las pautas salariales de 2015, que implica que sectores que se consideraban en problemas y que en 2016 iban a tener ajustes de 6,5% ahora pasarán a percibir un aumento de 8% nominal. En el caso de los intermedios, pasará de 7,5% a 8,5% y en los dinámicos de 9% a 10%. Estos Consejos de Salarios involucran a más de 500.000 trabajadores.
“He instruido al Ministerio de Trabajo y Seguridad Social para que, considerándolo oportuno, se mantengan los aumentos establecidos en los lineamientos para el primer año, es decir las pautas salariales fijadas para el año 2015”, escribió Vázquez en la carta enviada a la central sindical.
Ese cambio en las pautas no cayó bien en el sector empresarial, lo que hace prever al Pit Cnt que las negociaciones no serán sencillas, a pesar de que el gobierno espera que los convenios se firmen en un plazo no mayor a 90 días.
El director del Instituto de Relaciones Laborales de la Universidad Católica, Juan Manuel Rodríguez, dijo esta semana a El País que los sindicatos que negociarán conseguirán dos objetivos. Por un lado, obtendrán una mejora de sus remuneraciones porque discutirán a partir de un “piso” más alto, y por otro conseguirán la inclusión de correctivos anuales por inflación en muchos convenios.
Rodríguez señaló que el gobierno se sigue negando a avalar correctivos anuales por inflación, porque los ve como un elemento de “indexación” que puede complicar el combate a la inflación. Pero estuvo dispuesto a aceptar mayores incrementos nominales en parte para restablecer sus vínculos con la central sindical, opinó. Hay empresas que están dispuestas a otorgar correctivos anuales que no les suponen una carga tan importante, agregó.
El especialista también cree que “no está claro” que los nuevos lineamientos vayan a destruir empleo en el sector comercial (como insinuó la Cámara Nacional de Comercio), porque se trata de un rubro vinculado al mercado interno que tiene más capacidad para volcar a precios los eventuales incrementos de costos que deba afrontar. “La ronda va a ser más tranquila de lo que esperaba”, comentó.
El matiz que le agrega Rodríguez no tapa una realidad en la que se suceden paros y medidas por parte de los sindicatos. Así sea de la educación o de la salud. Como sucedió ayer con el paro de 24 horas convocado por la Federación Uruguaya de la Salud (FUS). Los trabajadores decidieron días atrás realizar esta medida debido a que entienden que las patronales no han cumplido con lo acordado en el Consejo de Salarios.
Las mutualistas se encuentran en una lucha con la FUS, que reclama lo acordado en la negociación salarial, donde las empresas se comprometieron a pagar cursos de capacitación para los 50.000 empleados que trabajan en estos centros.
Las empresas sostienen que es inviable llevar adelante el plan con las condiciones exigidas por la FUS. En un documento que las mutualistas entregaron al Ministerio de Salud Pública, estas señalan que las “20 horas de capacitación para 50 mil personas en cuatro meses es algo que ni una universidad puede cumplir. Totaliza un millón de horas, 250 mil horas de capacitación/hombre por mes”, lo que afecta en forma “sustantiva lo asistencial, lo operativo y lo administrativo”.
El gobierno espera que las negociaciones salariales se resuelvan rápidamente y que se alcancen acuerdos para dos o tres años.
En las mesas de diálogo debe primar la cordura y la sensatez ante una panorama de desaceleración económica. Las presiones con paros y huelgas poco contribuyen a un ambiente de negociación.