Paysandú, Viernes 26 de Agosto de 2016
Rurales | 21 Ago “El grano de avena entero (GEA) aparece como una opción válida para ser incluido en dietas concentradas como fuente de fibra, contribuyendo además a aumentar la concentración energética de la dieta”, señaló a EL TELEGRAFO el ingeniero agrónomo Álvaro Simeone durante la 18ª Jornada de la Unidad de Producción Intensiva de Carne (UPIC), realizada el pasado jueves en Paysandú.
El profesional indicó que “la sustitución del heno de alfalfa o de moha por GEA, cuando los primeros representaron entre el 20 y 30% de la ración, respectivamente, si bien redujo levemente el aporte de fibra físicamente efectiva (FDNfe) --17,7% y 16,4%--, esta se mantuvo dentro del rango de 12 a 18% recomendado para vacunos manejados en confinamiento con dietas concentradas”.
Reconoció que si bien la sustitución total mejora la eficiencia de conversión, “la optimización de la ganancia se alcanzó a menores niveles de inclusión, que se ubicaron en torno al 10% para terneros del ADT (Alimentación Diferencial de los Terneros) y 23% para los terneros de destete precoz”.
Las ecuaciones de regresión obtenidas para la eficiencia de conversión “podrán ser utilizadas para evaluar la viabilidad económica de esta alternativa y decidir con relación al mejor nivel de sustitución”, precisó el profesional que desde el año 1998 realiza un trabajo de investigación en la Estación Experimental “Dr. Mario A. Cassinoni” (Eemac) de Facultad de Agronomía que es reconocido a nivel nacional e internacional.
Manifestó que en 2009 se inició en la UPIC “un proyecto de largo plazo, dirigido a evaluar fuentes de fibras no convencionales como alternativas al uso de las reservas forrajeras en dietas de corral altamente concentradas para ser usadas en animales en crecimiento y engorde”.
Indicó que el objetivo planteado “era el de poder ofrecer alternativas para la formulación de una dieta seca concentrada, sin fibra larga, que facilitara el manejo del punto de vista operativo y de esta forma viabilizara la implementación del sistema de alimentación a corral a menor escala”.
En este camino, se trabajó básicamente en la evaluación del “retornable fino” (derivado de la industria de la celulosa) y de la cáscara de arroz. “Ambos ingredientes incluidos a razón del 8%, tanto en sistemas DPC (ternero Destete Precoz a Corral) como ADT (sistema de Alimentación Diferencial del Ternero durante su primer invierno) o corrales de terminación demostraron ser viables”.
Tanto la cáscara de arroz como el retornable fino “son subproductos de muy bajo valor nutricional, por lo que su rol en la dieta es estrictamente funcional: el de aportar fibra físicamente efectiva capaz de promover masticación, rumia e insalivación, de forma de controlar el pH ruminal y el riesgo de acidosis”. Es por este motivo que su nivel de inclusión es bajo, explica Simeone, “y generalmente se los acompaña de otros ingredientes de mayor valor nutricional y ricos en fibra (tales como afrechillo de trigo o arroz, expeller de girasol) que en dietas muy concentradas contribuyen, además, a reducir la tasa de fermentación”. El Grano de Avena Entero (GEA), por sus características de grano vestido, “presenta un alto contenido de fibra (32%) en comparación con otros granos de cereales, como sorgo (12%) o maíz (10%). Esto lo convertiría en una posible fuente de fibra si pensamos en suministrarlo entero”. Recordó que esta posibilidad fue evaluada en Argentina, “incluyendo GEA a razón del 15% de la materia seca de la ración en sustitución del heno, en dietas de corral a base de grano entero de maíz más expeller de girasol, ofrecidas a terneros (150 kilos) y novillos de (270 kilos). Estos autores encontraron que la sustitución del heno por GEA no modificó la ganancia de peso vivo ni la eficiencia de conversión, lográndose valores para el promedio de ambas categorías de 1,38 kilos por día y 5,5:1, respectivamente”.
El profesional entiende que si bien estos resultados son muy auspiciosos, debe tenerse en cuenta que el grano entero de maíz, por sus propias características de tamaño, cumple un rol de “aporte de fibra efectiva” a la dieta, promoviendo insalivación y control de pH del rumen”. A través de un trabajo, se comprobó que dietas solo a base de grano entero de maíz (74%) y harina de girasol (23%) más núcleo, sin fibra larga, resultaron en un excelente desempeño (1,35 kilos por día, una conversión de 5,6:1)”.
Simeone sostiene que la alternativa de GEA como fuente de fibra en dietas de corral “no ha sido explorada a nivel nacional; en raciones donde la principal fuente de almidón es básicamente el grano de sorgo molido. En estas condiciones, la efectividad de la fibra aportada por el sorgo molido es nula, lo que hace necesario evaluar hasta qué punto es posible la sustitución parcial o total de heno por el GEA, sin afectar o bien mejorando la performance animal y la eficiencia de conversión del alimento”.
Explicó que entre el invierno 2015 y el verano 2016, “se realizaron en la UPIC dos experimentos dirigidos a evaluar el efecto del nivel de inclusión del GEA en sustitución de la fibra larga aportada por henos en raciones totalmente mezcladas ofrecidas a terneros de 150 kilos o de destete precoz, respectivamente”.
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