Paysandú, Domingo 28 de Agosto de 2016
Locales | 21 Ago El diputado nacionalista Jorge Gandini dijo a EL TELEGRAFO que este año no estaba prevista una Rendición de Cuentas, planificada en un primer momento para 2017, sin embargo, se llevó a cabo para realizar un ajuste fiscal ante el desajuste de las cuentas públicas. El déficit fiscal se encuentra en este momento en 3,5% del Producto Bruto Interno (PBI).
“No iba a haber Rendición de Cuentas este año, pero a cinco meses de aprobado el Presupuesto, el gobierno anuncia un ajuste fiscal que recorte 100 millones de dólares, sobre todo, en gastos sociales y tiene un componente de ingresos de 360 millones en impuestos: el IRPF, que es el impuesto al trabajo, el IASS, que es el impuesto a los jubilados, y el IRAE, el impuesto a las empresas”, señaló Gandini.
El legislador del Partido Nacional aseveró que el ajuste fiscal es “necesario” porque las cuentas públicas están “absolutamente desordenadas”. “Se trata de un ajuste de mala calidad, recesivo e insuficiente, que no da para acomodar las cuentas públicas como el gobierno quiere. Además, es una etapa más de un ajuste fiscal que empezó en marzo de 2015 y que va a tener otros capítulos. Es una pésima señal para los tiempos que viene”, añadió.
“El gobierno no ajusta por el gasto como debió hacer, sino por los ingresos y hereda del gobierno un déficit muy importante donde también tuvo que ver el equipo económico de ese tiempo. Hay dificultades en el horizonte, quizá el empleo sea el que pague más fuerte el ajuste. Ninguna respuesta del gobierno frente a la situación actual tiene ruta de salida. Todas son para tratar de resolver el momento, no hay ninguna solución para sacar a la economía del estancamiento. Es lo que más nos preocupa. Trabajamos en propuestas para el ajuste de las cuentas y pensamos en aportes para sustituir los impuestos”, dijo Gandini.
SIN CAPACIDAD PARA ENDEUDARSE
Las calificadoras de riesgo, que le mantienen el grado inversor al país, le han enviado un mensaje a Uruguay: la economía está mal, pero están haciendo los deberes. “Esto quiere decir que el déficit fiscal debe bajar al menos un punto o punto y medio, y la inflación tiene que descender al rango meta, por lo menos al 7% (hoy está en 10%). Además, la economía no crece. Estaba prevista una expansión de 2,5% para este año y ahora bajaron a 0,5%; nosotros creemos que será 0%. El país no tiene capacidad para seguir endeudándose. Si queremos que venga otra planta de UPM, hay que generar ingresos genuinos; necesitamos invertir 1.000 millones de dólares que no tenemos. Todos los años ponemos 2.000 millones de dólares para tapar la brecha y no da margen para invertir en infraestructura. Hay que abrir el presupuesto nacional que cuesta 15.000 millones de dólares y recortarle en un 3%. Así bajamos un punto el déficit fiscal y no se hace por la vía de los impuestos”, continuó.
Gandini también reclamó “definir” una inserción a nivel internacional que le “sirva” a Uruguay, que sea comercial y no política. En esta línea, llamó a “mirar” hacia la Alianza del Pacífico (que integran Chile, Colombia, Perú y México) y ponerse “a tiro” con los grandes bloques de países. En caso contrario, “vamos a perder algunos clientes importantes”, dijo. “Hay que dejar de discutir de forma ideológica nuestra inserción al mundo. Es un debate que se debe resolver rápido. Hoy no tenemos ningún camino, más allá de que pertenecemos al Mercosur; todo nos pasa de largo”, añadió.
GESTIÓN DE ANCAP
Los partidos de la oposición presentaron en abril una denuncia penal contra aspectos de la gestión de Ancap llevada adelante por el gobierno del Frente Amplio, donde sospechan que pudo haber existido irregularidades. El diputado sigue con “expectativa” este proceso donde la Justicia de Crimen Organizado “comenzó a estudiar” el expediente. “Sabemos que va a ser largo; estaremos atentos a que no quede en un cajón”, indicó.
“Capitalizamos Ancap en 800 millones de dólares en una noche, la del sábado 2 de enero, para que no quebrara la empresa pública más importante. Le cobramos a la gente tres años de impuestos. Pero no resolvió el problema de fondo. Ancap sigue perdiendo por los malos negocios que aún no ha corregido. Siguen siendo fuente de pérdidas económicas. Quizá las cuentas hayan mejorado un poco, pero sigue perdiendo decenas de millones de dólares. Por suerte, se ha tomado conciencia”, enfatizó Gandini.
UN NEGOCIO PARA LOS BANCOS
Respecto a la ley de inclusión financiera, el legislador y su partido tienen “muchos cuestionamientos”. “La práctica ha generado un gran negocio para los bancos, por eso nosotros la seguimos llamando ley de bancarización. El Frente Amplio tiene la virtud de ponerle hermosos nombres a las mismas cosas que habrían criticado si las hiciéramos nosotros”, criticó.
La obligatoriedad de cobrar los salarios a través de una cuenta de banco, de acceder a él por medio de los cajeros con las tarjetas, de utilizarlas estimulados por un IVA menor, donde el Estado promociona la utilización del plástico, ha llevado a que los bancos encontraran un nicho donde hacer un “gran negocio” por el que se adjudican “comisiones interesantes”. “El gobierno te dice 'no lleve plata arriba, use la tarjeta' y el banco es el que pone las reglas. Esto genera dificultades como que no en todos lados hay POS (lectores electrónicos de tarjetas) y, en el caso de los trabajadores rurales, deben trasladarse grandes distancias para cobrar. Estas cosas no son prácticas para todo el mundo”, subrayó.
“Hay un sector financiero que va tomando cuerpo. En el fondo, esto es para hacerle un favor al sector financiero o un contralor de la DGI para obtener más información y poder cruzar los datos. Esto no es inclusión financiera, es más recaudación”, agregó Gandini.
NO MÁS CONCERTACIÓN
El diputado nacionalista intentó formar una candidatura para la Intendencia de Montevideo en las elecciones pasadas, en representación de su partido dentro de la Concertación, pero desde su sector le bajaron el pulgar. Dijo que para ganar la capital, hay que “pensar (la estrategia) mucho mejor”, donde --históricamente-- el Partido Nacional tiene solo alrededor del 25% del electorado. “Hay que convocar propios y ajenos, no se gana Montevideo con los blancos. Para gobernar Montevideo, se necesita aplicar la receta del Interior, donde el Partido Nacional convoca más gente en las elecciones departamentales”, señaló.
De acuerdo con Gandini, la Concertación “fracasó” en su intento y, por lo tanto, “hay que revisarlo”. “Fue un instrumento pragmático en el cual pensábamos distinto en muchas cosas. Se transitó un camino difícil para juntar a blancos y colorados, y algunos más. La idea era sumar y generar una sinergia para incorporar a otros, y lograr una elección competitiva. Pero de los 14 ediles que teníamos blancos y colorados en el período pasado, quedamos con 13. No solo no logramos atraer a otros, sino que no pudimos mantener a los nuestros. La Concertación, además, sirvió como trampolín a otros proyectos personales, que son legítimos, pero ponen en duda este proyecto. El más votado, Edgardo Novick, sintió que los 200.000 votos le pertenecen y, a partir de ahí, comenzó a construir una candidatura presidencial”, explicó.
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