Rurales | 23 Ago El presidente de la Federación Rural, Jorge Riani, señaló a EL TELEGRAFO sobre la delicada situación que atraviesa el sector lechero en Uruguay que “hay que zafar de este momento y el corrimiento del Fondo de Financiamiento de la Actividad Lechera (FFAL) es fundamental, porque vence en setiembre y el productor lechero no tiene ninguna posibilidad de pagar”.
Para el dirigente rural, que participó el pasado viernes de la Asamblea Abierta de Productores Lecheros, celebrada en Capurro, departamento de San José, con el apoyo de más de 20 gremiales agropecuarias de todos los sectores, “antes de ingresar a morosidades y ejecuciones, el Banco de la República va a tomar una resolución de suspender por lo menos por un año y trabajar sobre el endeudamiento del sector lechero, que es lo más importante”.
“Si no tenés rentabilidad, no hay manera de pagar ningún endeudamiento, sea poco o sea mucho”, enfatizó el presidente de la gremial, expresando que el endeudamiento del sector lechero “ronda los U$S 400 millones y si tenés una rentabilidad negativa en el predio, no tenés capacidad de pago”.
Al tiempo de mostrarse convencido de que “se debe hacer un puente para zafar de este pago del FFAL”, indicó que “el mundo es cíclico y Uruguay es tomador de precios. Hay momentos de bonanzas y momentos de crisis o de baja de precios”, dijo.
Durante el encuentro en San José, las gremiales le advirtieron al gobierno que si no se encuentran soluciones más de fondo al endeudamiento que hoy vive el sector y nuevos “flotadores” para poder seguir produciendo, es posible que alguna industria láctea cierre alguna de sus plantas, generando mayor pérdida de puestos de trabajo, aduciendo que ya son 1.200 los operarios del sector lechero que están en el seguro de paro.
Los tambos bajan la cortina por su alto endeudamiento, hay un envío récord de vacas a frigorífico para poder mantenerlos operativos y el volumen de leche producido cayó 20%, generando endeudamiento también en la industria, que tiene costos fijos para diluir en menos volumen de leche a procesar.
Entre los números brindados en la asamblea, se indicó que el sector ocupa hoy 800.000 hectáreas y entre la fase primaria e industrial emplea a 20.000 personas. Su endeudamiento hoy supera U$S 400 millones solo a nivel de producción; con el Banco República se mantiene una deuda de U$S 250 millones; alrededor de U$S 50 millones con los proveedores y unos U$S 130 millones con la banca privada.
Los productores deben el 70% de lo que producirán en un año, cuando en 2013/14 debían apenas el 23%. Con un precio de leche de entre U$S 0,25 y U$S 0,27, por debajo de los costos de producción, se generará una pérdida acumulada de U$S 100 millones este año. Al no cubrir los costos de producción, es muy fácil endeudarse y “la crisis no se arregla vendiendo vacas (la faena de vacas lecheras creció 23%)”, advirtió el presidente de la Sociedad de Productores de Leche de Florida, Horacio Rodríguez, una de las 20 gremiales convocantes.
Muy cambiante
Consultado sobre las apreciaciones del ministro de Economía y Finanzas, Danilo Astori, en Paysandú, respecto a que no habría más impuestos para el sector, Riani dijo: “¡Astori ha dicho tantas cosas! Todos los días nos encontramos con un cambio de las políticas económicas que hace muy difícil la producción agropecuaria”.
Reconoció que es uno de los problemas que tiene el productor, porque las políticas son cambiantes y no son estables. “El productor necesita estabilidad a largo plazo para estimular la producción y así producir más”, sostuvo. Aclaró que “si las señales no son claras, el productor agropecuario lo primero que hace es sentar para atrás y deja de invertir”.
Leche tarifada
Los productores lecheros plantean al gobierno –luego de dos años sin subas-- que incremente entre $2 y $3 por litro la leche tarifada --leche consumo--, que podría pasar a $23 por litro, pero también apuntan a que la industria, si se logra el aumento, lo vuelque al precio que recibe el tambero.
La leche consumo cambia su precio dos veces al año, en primavera y otoño; el ajuste busca contemplar los cambios en los costos de producción de los tambos.