Rurales | 27 Ago “En el mundo hay más de 400 razas ovinas, lo cual habla de una gran diversidad de recursos genéticos y en principio parecería poco probable la necesidad de seguir creando más, habida cuenta que en tamaña cifra ya hay para todos los gustos”, señaló a EL TELEGRAFO el ingeniero agrónomo Gianni Bianchi y agregó que una pregunta “obvia” surge inmediatamente ante tal iniciativa: “¿qué cosa que no hay en el país aportaría la creación de una nueva raza?”
Para responder a tal interrogante, el profesional que durante varios años se desempeñó al frente del Grupo de Ovinos y Lanas de la Estación Experimental “Dr. Mario A. Cassinoni” (Eemac) de Facultad de Agronomía, señaló que es menester poner nombre y apellido a las dos razas que recientemente el Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL) por iniciativa de las Sociedades de Criadores de Corriedale y Merilín ha comenzado a desarrollar: “Corriedale Pro y Merilín Plus”.
Sobre la primera, explicó que “mantiene un 50% de sangre Corriedale e incorpora un 25% de sangre Milchschaf y un 25% de sangre Finnish Landrace, en un claro intento por mejorar la habilidad materna y la prolificidad. La segunda mantiene un 50% de sangre Merilín e incorpora un 25 de sangre Poll Merino y 25% de sangre Finnish Landrace, con el propósito de mejorar la calidad de la lana y la prolificidad de base”.
“Sin considerar el tiempo y los recursos que demanda tal emprendimiento, no queda claro, a santo de qué se mantiene el 50% de sangre de las razas laneras”, precisó. Y se preguntó: “¿cuál es el aporte en un escenario --que se imagina intensivo-- de las dos razas tradicionales?, ¿la producción de lana? Si el objetivo es la producción de corderos, hay que evaluar el componente de mayor peso en la ecuación económica, que es la velocidad de crecimiento y la calidad de la canal y de la carne”.
En ese sentido, indicó que en el país hay “otras posibilidades genéticas disponibles frente al Corriedale y al Merilín. Los cruzamientos a través de la generación de madres F1 con las razas Milchaschaf o Finnisheep han demostrado ser una alternativa más que interesante a la luz de los resultados generados por la Eemac y el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA)”.
Bianchi, quien por más de 17 años llevó adelante la principal investigación de cruzamientos ovinos en Facultad de Agronomía –parte de ella junto al ingeniero agrónomo Gustavo Garibotto--, recordó que también está el Highlander, “que es evaluado por el Programa Nacional de Mejoramiento Genético y tiene la ventaja adicional de reunir en un único material a la raza Finnish Landrace (50%), Texel (25%) y Romney Marsh (25%)”.
Expresó que “si bien no se dispone de estudios comparativos con otras razas, a todas luces su composición racial está muy bien dotada para producir muchos corderos, de buena velocidad de crecimiento, magros, con un vellón blanco y con respaldo genético”. En forma reciente se ha introducido al país nuevo material de Border Leicester y reconocido es su uso desde hace tiempo en Australia como madres F1 en sistemas de cruzamiento múltiple con ovejas Merino Australiano y padres Poll Dorset o White Suffolk.
En resumen, Bianchi entiende que “no parece necesario desarrollar el Corriedale Pro ni el Merilín Plus. Por un lado, los criadores, no los cabañeros, tienen todavía un margen muy grande para mejorar sobre todo en producción de corderos a través del ajuste de prácticas de manejo, darles de comer a sus ovejas en momentos críticos del ciclo productivo y cuidar los aspectos sanitarios”.
Por otro lado, sostiene que “para aquellos que estén en valores cercanos al límite de la raza (¿125% señalada?) existen otras alternativas genéticas (cambiando o no de raza) y no por ello serán menos corriedalistas o merilinistas, en todo caso, serán mejores ovejeros y más eficientes en producir carne, que buena falta le hace a este país”.
Lo que parece claro para el actual consultor es que la decisión de desarrollar y evaluar una raza nueva “no puede responder únicamente a la inquietud (por más genuina que sea) de una sociedad de criadores cuyo objetivo final es vender más carneros”.