Rurales | 28 Ago Orientada a directores técnicos, encargados y vendedores del comercio expendedor de productos veterinarios, se realizan en diversos departamentos charlas sobre el buen uso de garrapaticidas para evitar residuos en alimentos. En Paysandú será el miércoles 31 de agosto, a las 11 horas, en las instalaciones del Centro Médico Veterinario, calle Uruguay 1189.
De esta forma se busca sensibilizar sobre la problemática actual de los residuos e inocuidad alimentaria. A quienes participen se les otorgará una constancia de asistencia.
Las doctoras Berta Chelle y Natalia Cardozo del Departamento de Control de Productos Veterinarios (Dilave- MGAP) estarán a cargo de la actividad. Se considera de gran importancia la asistencia a la jornada. Es central el rol que cumple el comercio expendedor en la venta de garrapaticidas y su acercamiento con el productor.
La actividad se enmarca en la campaña que lleva adelante la Comisión Interinstitucional integrada por el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), Instituto Plan Agropecuario (IPA), la Facultad de Veterinaria de la UdelaR, la Sociedad de Medicina Veterinaria (SMV), la Cámara de Especialidades Veterinarias (CEV) y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA).

TRATAMIENTO
La Comisión Interinstitucional de extensión en control de garrapata y tristeza parasitaria recuerda a productores ganaderos comenzar el tratamiento con específicos veterinarios en el mes de agosto.
Se trata de una recomendación que se basa en el tratamiento generacional y ciclo de vida del parásito. En un año se producen tres generaciones de garrapatas. La primera generación ocurre en el mes de agosto a noviembre, la segunda generación de diciembre a febrero y la tercera, de marzo a mayo.
Por eso se recomienda comenzar un plan de tratamiento generacional acordado con su veterinario, que se inicie en el mes de agosto. Además, utilizar un producto químico diferente ante cada generación de garrapatas para no generar resistencia al producto.
Es imprescindible utilizar productos que están registrados en el MGAP y respetar los tiempos de espera indicados en las etiquetas de los envases de los productos, antes del envío a faena.