Locales | 29 Ago Una Kombi VW del año 1962 fabricada en Brasil se muestra en impecable estado luego de ser restaurada y pintada en combinación de colores rojo y blanco. Pertenece a Nathalie Anzardo. El trabajo de restauración se llevó a cabo en el taller de Daniel Casela y ciertamente luce como recién salida de fábrica.
Esta Kombi está impulsada por su motor original Volkswagen de 1.100 cc, de cuatro cilindros, con un solo carburador.

ATRÁS EN EL TIEMPO
Hace ya más de 66 años que nacía toda una leyenda de la generación del mundo del motor, la furgoneta Transporte de Volkswagen, conocida luego como la Kombi VW. Fue una idea de Ben Pon, un importador holandés, que nació luego de haber visitado la fábrica de Volkswagen en Alemania en abril de 1947. Hizo un boceto de un vehículo de transporte, algo así como una caja de zapatos, con una cabina adelante y un motor atrás.
Y como suele suceder, esta fue una idea revolucionaria, ya que se basó en un vehículo que en esos momentos iba y venía por la fábrica, llevando piezas y elementos de un lado al otro.
Pasado un año, el entonces director de Volkswagen Heinrich Mordhoff y el director técnico Alfred Haesner le dieron vida al proyecto y en 1949 se convirtió en realidad.
En 1957 comenzó la producción de la Kombi VW en Brasil, de cuya fábrica precisamente proviene esta unidad que ahora es un referente del emblemático vehículo.
La Kombi está pintada de color blanco en el techo y parte superior de la carrocería, combinada con el rojo en los laterales y en los lados del frontal, ya que el blanco finaliza precisamente en una “v”.
Parabrisas en dos mitades, rebatibles para dar lugar a que el aire penetre, cinco ventanas laterales, los faros en la parte algo baja del frontal, una ventana oscilante trasera y debajo otra puerta de menor tamaño, junto con los paragolpes completan la presentación. Un vehículo útil, resistente, que marcó su paso a través del tiempo.