Paysandú, Sábado 03 de Septiembre de 2016
Rurales | 02 Sep Con el comienzo de las pariciones, los productores apuntan a obtener el resultado de la inversión que realizaron el año pasado en tiempo y trabajo. De acuerdo con el Instituto Plan Agropecuario, es momento para pensar en tres elementos clave a tener en cuenta en este proceso: nacimiento y sobrevivencia del ternero, la sanidad de la vaca y el comienzo rápido del ciclo reproductivo en la vaca para asegurar el próximo ternero.
El informe del instituto de investigación y extensión sostiene que el parto se define como el nacimiento del feto seguido de la expulsión de la placenta. Este proceso ocurre en tres etapas. La primera de ellas es de dilatación del cuello del útero, que dura de 2 a 3 horas en vacas adultas y de 4 a 6 horas en vaquillonas. En este momento, el cuello uterino se dilata por acción de una hormona llamada oxitocina y por la presión de la “bolsa de agua”.
En la segunda etapa, la de nacimiento, el ternero avanza por el canal de parto ayudado por las contracciones uterinas. Es importante tener presente que esta etapa puede demorar de 2 a 10 horas y no siempre es bueno apurarse para ayudar. En la última etapa, la placenta es expulsada del útero. Luego del nacimiento del ternero, las contracciones uterinas continúan ayudando a romper los cotiledones, separando la placenta de las carúnculas uterinas; son los puntos de unión entre las partes materna y fetal que contribuyen a la nutrición. En los cuidados al parto se deben tener en cuenta estas fases o etapas, vigilando en aquellos animales con fecha de parición inminente las primeras señales de parto.
Los principales signos que el parto es inminente en la vaca son el agrandamiento de la ubre, relajación de los ligamentos pélvicos y descarga del tapón mucoso uterino. Para poder evaluar si un animal está próximo a parir, debería estar en un lugar accesible, cercano a las viviendas y se debería recorrer el rodeo como mínimo unas dos veces por día. De esa forma, se podrá monitorear las vacas, los partos y la necesidad o no de intervenir en cada caso.
Se debe también monitorear los terneros nacidos, si están vitales, si se paran en un plazo de una hora luego del parto y si toman calostro en las primeras seis horas de vida. Por el tipo de placenta que tienen las vacas, no pueden transmitir inmunidad al ternero a no ser por la vía del calostro. Es por eso que la supervivencia del ternero está sumamente condicionada a un correcto calostrado en lo que se refiere no solo al momento, sino también a su cantidad y calidad.
MEDIDAS
Si el ternero no ha sido expulsado luego de tres horas de que sus miembros aparecieron fuera de la vagina, se debe intervenir y ayudar a la vaca. En estos casos, lo primero es higienizar la zona que rodea la vulva y bajo el ano (perineo) de la vaca y mantenerla limpia durante el proceso de ayuda. Se debe realizar una inspección del canal vaginal para detectar la posición del ternero, que debe asomar primero sus manos y la cabeza.
Se aclara que antes de realizar la inspección, hay que colocarse guantes para evitar un posible contagio de enfermedades que pueda trasmitirse del animal al humano, lavarse bien las manos y desinfectarlas para no introducir contaminantes al útero que provoquen una infección.
Si la posición del ternero es correcta, se realizará una tracción alternada de las manos, atándolas previamente. En algunos casos una rotación del ternero facilita la salida ya que los diámetros desencontrados de las caderas de la vaca y del ternero optimizan su esfuerzo expulsivo. Otro factor a tener presente es realizar la fuerza de tracción simultáneamente con las contracciones de la vaca. Si la posición no es correcta, se debe primero corregir la posición del ternero de manera tal que pueda atravesar el canal de parto sin riesgos para él o para su madre. Si no se puede corregir la posición, se debe consultar a un veterinario.
LUEGO DEL NACIMIENTO
En el caso que el parto sea asistido y en el que la vaca no realiza o no puede realizar una buena limpieza del recién nacido, debe realizarla el productor, eliminando posibles membranas en la nariz y boca, para que pueda respirar adecuadamente.
Se debe identificar el ternero recién nacido, verificar que mame calostro en las primeras seis horas después de nacido y realizar una buena desinfección del ombligo.
Se debe brindar buenos cuidados al recién nacido limpiando de moco las vías aéreas, estimulando la respiración, secándolo (si es necesario), monitoreando las demoras en pararse y mamar. Desinfectar con yodo el ombligo siempre que sea posible, ya que es vía de entrada para infecciones que originan problemas articulares.
SI NO EXPULSA LA PLACENTA
La retención de placenta es la permanencia total o parcial de la placenta en el útero, luego del parto, por un período mayor a 12 horas. Existen muchas causas de esta patología, muchas de las cuales están relacionadas con el manejo que se realice de la vaca en las semanas anteriores al parto. También puede ser consecuencia de procesos infecciosos de distinto origen.
En este momento, lo único que se puede hacer es tratar de ayudar a la eliminación de la placenta, ya sea con extracción manual o la administración de antibióticos y de hormonas.
OTROS PROBLEMAS
Dentro de las posibles complicaciones posparto, se encuentra la metritis y la piómetra. La metritis es una inflamación del útero muchas veces provocada por microorganismos. Puede ser diagnosticada mediante la observación de descargas vaginales purulentas. Si la metritis no es severa, las vacas se pueden recuperar sin tratamiento en unas cuantas semanas. Para tratarlas, administramos antibióticos directamente dentro del útero previa consulta a un veterinario.
Otra de las posibles complicaciones posparto es la piómetra, que es una infección en la que el útero se llena de pus, pudiendo poner en riesgo la vida del animal. Por encontrarse el cérvix cerrado, el material purulento se acumula dentro del útero. Todos estos factores alteran la involución normal del útero, que debe ocurrir luego del parto, pudiendo comprometer la eficiencia reproductiva de esa hembra en el futuro.
CONSIDERACIONES IMPORTANTES
Entre las consideraciones importantes que establece el Plan Agropecuario, se encuentra el reservar un potrero para pariciones que sea de fácil acceso, con agua y sombra a disposición. Además, recorrer el rodeo que está pariendo entre dos a tres veces por día.
Ser paciente en el proceso de parto, pero estar preparado para dar la asistencia correcta si es necesario. Si el productor asiste el parto, utilizar medidas de higiene adecuadas para no provocar una infección. Si no puede corregir la posición del ternero, consultar a un veterinario. Proveer buenos cuidados al recién nacido limpiando las vías aéreas, estimulando la respiración y monitoreando las demoras en pararse y mamar. En vacas, controlar la eliminación de la placenta en los plazos mencionados y la ausencia de infecciones uterinas.
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