Paysandú, Jueves 15 de Septiembre de 2016
Locales | 14 Sep Paysandú tendrá una de las dos primeras pruebas experimentales en caminería rural, incorporando modernas tecnologías para obtener con menores costos una mayor durabilidad en los caminos rurales. La misma, mediante el Programa de Caminería Rural (PCR), se concretará en el camino a la colonia Dr. Alberto Boerger, en Constancia.
La colonia Boerger (científico fitotecnista alemán), del Instituto Nacional de Colonización (INC), con un área de 1.474 kilómetros cuadrados, alberga emprendimientos productivos de tambo, explotación vacuna y granos. El camino es sometido a intenso tráfico y aun cuando la lluvia hace estragos en su tendido, no puede detenerse --por ejemplo-- el transporte de leche.
Por eso y por la cercanía a la ciudad fue seleccionado por la Intendencia Departamental de Paysandú para aplicar “unos ocho productos diferentes, estabilizadores de suelos, que permitirán en un plazo de --por ejemplo-- un año, determinar su calidad y su comportamiento en el suelo en el que se ubicará y con el tráfico que deberá soportar”, dijo a EL TELEGRAFO Gonzalo David de Lima, director general de Obras. “Además, habrá dos tramos que tendrán el mismo mantenimiento que hasta ahora, que actuarán como testigos, para realizar las comparaciones”, dijo Rodrigo de Souza, de la Dirección de Vialidad y técnico encargado por la Intendencia.
El plan PCR aprobado para esta prueba experimental es de 15.436.181 pesos, y ya está en aplicación. “Estamos trabajando en lo que hace a los trabajos hidráulicos, la colocación de badenes y de cruces de caños, que es la etapa inicial”, dijo David de Lima. “Ocurre que es imprescindible hacer las acciones que correspondan para impedir que el agua llegue al camino. Eso es clave. Es lo que hay que lograr antes de usar las diferentes aplicaciones”, agregó de Souza.
UN KILÓMETRO CADA PRODUCTO
El tramo total a utilizarse es de unos 10 kilómetros por seis metros de ancho. “Aproximadamente a lo largo de un kilómetro aplicaremos una solución, luego otra y sucesivamente. No es exacto esto, pero una aproximación”, dijo David de Lima.
Hay tres tipos básicos de Estabilización de Suelos: con polímeros, enzimáticos y con cemento. Los dos primeros son líquidos y el otro sólido. No se trata de pavimentos propiamente dichos, sino de estabilizadores de suelo, que permiten modificar las características del suelo existente y ajustarlas al uso que se le quiere dar.
El objetivo fundamental de estabilizar es aumentar la capacidad de los suelos de resistir sin colapsar las cargas dinámicas y estáticas aplicadas. En ese proceso es clave “impedir la retención o la penetración de agua, que es lo que de manera fundamental hace colapsar los caminos”, agregó el director general. El proceso constructivo de este tipo de capas no varía sustancialmente con el de otras técnicas tradicionales. En primer lugar debe escarificarse la capa en el espesor a ser tratado, luego se incorpora el estabilizante mediante riegos (los que se diluyen en agua; el cemento rellena el área desde la base) en la dosificación recomendada por el fabricante, se rotura el suelo, se compacta y recorta con motoniveladora.
En el caso del uso del cemento, se trata de incorporar 5% de cemento portland a los áridos usualmente utilizados. Básicamente se trata de una mezcla altamente compactada de suelo, cemento y agua. El cemento, al hidratarse, le confiere a la mezcla mayor resistencia.
La realización experimental del camino tendrá “importancia clave, hace años que se viene considerando la posibilidad y ahora la OPP ha decidido impulsar un cambio en la manera de mantener los caminos rurales. No hay dudas que el tránsito ha variado sustancialmente y que entonces es de orden que hay que promover el uso de mejores productos”, destacó de Souza.
La otra prueba experimental se realiza en Artigas en un tramo del camino “Cuchilla Belén”, ubicado al sur de la capital departamental, a 70 kilómetros por la ruta 4. Esto, “tanto en Artigas como en Paysandú tendrá un efecto multiplicador”, agregó el técnico. “En Guichón, en Tambores, tenemos basalto, el mismo suelo que en Artigas y la mejor solución que allá se encuentre, la podremos aplicar en esas zonas del departamento. Y por otro lado, la arcilla de aquí, la hay también en Río Negro, por ejemplo. Estas son experiencias que podrán luego ser utilizadas en varias partes del país”.
VARIOS CONTROLES
El proyecto tendrá varios controles. Por un lado, el de las propias empresas que venden los productos, que esperan que sea aplicado en óptimas condiciones. Luego, la intendencia. En tercer lugar, la OPP. Y además, la Facultad de Ingeniería, que seguirá de cerca los trabajos.
El apoyo científico resultará clave, porque el control de este tipo de estabilizadores involucra una sistemática de ensayos químicos y físico-mecánicos.
Los estabilizadores de suelo pueden ser utilizados para construir caminos completos, como es el caso de lo que se planifica a través de la OPP realizar en Uruguay. Pero también soporta el uso de derivados de hidrocarburos como carpeta asfáltica o bitumen.
En Paysandú “hay entre 400 y 450 kilómetros de caminos rurales en condiciones difíciles, por el elevado tránsito o por el tipo de producción que soportan”, indicó David de Lima. “Este es un comienzo, un planteo experimental, pero claramente tenemos la intención de llevar adelante el uso de estos productos, aquellos que mejores resultados den en nuestros suelos.
Dentro de los planes de recuperación vial rural, serán mucho más costosos al principio, pero más baratos a la postre. Y además, no tendremos que operar sobre el camino dos y hasta tres veces por año”, resumió el director de Obras. Los productos a ser puestos en el camino experimental, de acuerdo con los fabricantes, tienen una duración de entre dos y cuatro años. El espesor de cada uno de ellos varía entre 10 y 15 centímetros.
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