Nacionales | 15 Sep El departamento de Maldonado siguió ayer sin supergás de la empresa Riogas al no dar resultado una reunión de acercamiento realizada en el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social entre el sindicato que protesta por despidos, y la firma. Desde la Federación Uruguaya de Empleados de Comercio y Servicios (Fuecys) dijeron a EL TELEGRAFO que la empresa llegó a esa instancia “sin planes de negociación”, por lo que el conflicto se mantiene. “Buscamos la manera de negociar los despidos, ver cómo se atenúa la gravedad. Viene difícil la mano”, indicó Raúl Ferrando, representante de Fuecys.
“Las empresas vinieron sin planes de negociación. Entendemos que hay una gravedad de los trabajadores pero no daba para un despido, bastaba con una sanción ejemplarizante. Si vamos a ponernos finos habría que cerrar la empresa, porque no se cumplen todas las reglamentaciones”, continuó.
El sindicato de Riogas tomó en los últimos días diferentes medidas en Maldonado, luego que la empresa despidiera a tres trabajadores. El martes El País difundió las imágenes divulgadas por la empresa en las que se ve a tres empleados de un local de Maldonado --empresa tercerizada por Riogas para la distribución del supergás-- sosteniendo un rifle. Las medidas “solo afectan a Maldonado y su parte comercial; los servicios esenciales, como hospitales, asilos o cárceles se mantienen”, dijo Ferrando. También afirmó que no se levantarán de la mesa de negociaciones y que ya elevaron un informe al director de Trabajo y al ministro.
El dirigente sindical Gonzalo Scotti dijo a El Observador que las fotografías fueron tomadas por una cámara ubicada en un local de Maldonado, que el rifle pertenece a un trabajador que tiene permiso para portar armas, que no estaba cargado y que lo utiliza para cazar. “Es un disparate que lo despidan por esa cuestión”, sostuvo Scotti, quien agregó que el sindicato no entiende por qué la empresa decidió además echar a los otros dos empleados.
Un comunicado de la firma aseveró que “desde el 6 de setiembre las medidas tienen como pretexto el reintegro de tres exempleados que fueron desvinculados por manipular, durante una jornada laboral y en varias ocasiones, un arma de fuego (un rifle) en un puesto de venta de supergás (en horario de atención al público) al que acceden los clientes y donde trabajan otros funcionarios”. La empresa sostiene que se verificaron paralizaciones intempestivas de la actividad productiva, el desabastecimiento a ciertos clientes, asambleas que llegan a insumir turnos completos, y paros en puestos y plantas de la empresa que buscarían parar la producción.