Paysandú, Lunes 19 de Septiembre de 2016
Opinion | 17 Sep Esta semana, el plenario de la Federación de Cooperativas de Viviendas Sindicales resolvió una movilización a nivel nacional frente a los locales de la Agencia Nacional de Vivienda (ANV), en reclamo de los incumplimientos de las empresas proveedoras de los materiales, de los institutos de asistencia técnica y de la secretaría de Estado. En Paysandú se movilizaron frente a la sede de Adeyom, desde donde partieron en una marcha por 18 de Julio hasta la sede de la ANV. En el paro del jueves, convocado por el Pit Cnt, volvió a registrarse este tipo de protestas por las viviendas sindicales.
Este mecanismo para que familias puedan acceder a una vivienda a un bojo costo --que nació en 2011--, se ha entreverado desde el principio. A las denuncias penales que en su momento involucraron a la central sindical por una de las líneas de sus programas de vivienda, ahora se suma la detención de las obras que afecta a cientos de familias en todo el país, como consecuencia de la interrupción en el suministro de materiales para poder continuar con la construcción.
Las denuncias fueron por estafa con el plan de vivienda sindical del Pit Cnt, en donde estuvieron involucrados un gestor y su socio, entre otros. La gestión se vio empañada cuando los responsables del plan firmaron un contrato con privados sin consentimiento del Secretariado Ejecutivo. Además una cooperativa de ahorro decía trabajar en nombre del Pit Cnt cuando no pertenecía a la central.
En reacción a esto, a mediados de año, el Secretariado Ejecutivo del Pit Cnt convocó a un Plenario de Cooperativas para reimpulsar el plan, luego de “una serie de errores” que, según dijo a Montevideo Portal el dirigente Gustavo Signorelli hicieron que el proceso “no fuera lo suficientemente transparente”. Signorelli aclaró que “no hubo dolo” en la gestión sindical. El secretariado Ejecutivo resolvió “impulsar la línea de vivienda con financiación del BHU u otros agentes financieros, adoptando todos los recaudos para el éxito de esta línea de trabajo”, lo que implica la responsabilidad por parte del Secretariado Ejecutivo de desarrollar la propuesta de trabajo, aseguraron en su momento.
Pero los problemas continúan. “Somos siete cooperativas en formación en Paysandú, --unas 240 familias-- que tenemos más del 50% de avance de obras y allí nos quedamos trancados porque no recibimos los materiales, no hay apoyo suficiente del instituto ni del ministerio; hay una documentación firmada y no se ha cumplido con ninguna de las pautas”, indicó esta semana, Shubert Fernández, a EL TELEGRAFO respecto a la nueva problemática de este programa.
En Montevideo, las cooperativas paralizaron sus obras por tres días y acamparon frente al Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiernte (Mvotma). Fernández recordó que el proyecto de viviendas sindicales “llevaba un año o año y medio, pero ya llevamos cuatro años de construcción” en tanto “de la totalidad de las cooperativas en construcción no hay ninguna realmente inaugurada”. Hasta el momento “solo Covisin está ocupada y fue la primera que finalizó con su proyecto, pero le faltan muchas terminaciones”, agregó.
El programa de vivienda sindical del Pit-Cnt fue concebido en 2011 como un plan para permitirles a 15.000 trabajadores, nucleados en unas 300 cooperativas, acceder a una vivienda propia, prefabricada, a pagar en módicas cuotas durante varios años. Lo apalancó el Banco Hipotecario a través de un convenio firmado con el Pit Cnt el 1° de setiembre de 2011, por el cual se comprometió a financiar las viviendas. El plan se lanzó el 8 de noviembre de 2011, y en ese entonces se prometió la construcción en todo el país de miles de casas en no más de tres años.
Desde la oposición se han generado muchas críticas. La última, la del diputado nacionalista por Paysandú, Nicolás Olivera. Anunció en el seno de la Comisión de Vivienda, Territorio y Medio Ambiente de la Cámara de Representantes su intención de convocar a las autoridades del Mvotma a efecto de que den explicaciones sobre la “crítica situación por la que atraviesa el plan de vivienda sindical”. “Desde el inicio hubo cuestiones muy turbias”, afirmó en un comunicado.
“Hubo denuncias penales por presuntas estafas, luego problemas con el único instituto de asistencia técnica al que accedían las cooperativas y desde el comienzo de las respectivas obras se registraron problemas con el suministro de materiales a cargo de la única empresa que contaba con la habilitación técnica para fabricarlos. El Pit Cnt y el Mvotma son cómplices del fracaso y oscurantismo que hay sobre el plan de vivienda sindical”, aseveró Olivera.
Desde el Pit Cnt se ha dicho que el Mvotma ha trancado la posibilidad de la entrega de materiales a una empresa que no ha cumplido y que ahí se origina la lentitud de las obras. “A esta empresa se le retiró el documento de aptitud técnica para entregar los materiales y más allá de que argumenta que tienen materiales para entregar, al no obtener el permiso del ministerio de Vivienda, esta entrega no se hace. Por eso la lucha es en dos frentes, uno con la empresa para que cumpla y otro con el ministerio para que abra esa posibilidad, o buscar una rápida alternativa”, comentó el dirigente del Pit Cnt, Manuel López.
Problemas administrativos, cuestiones políticas, falta de eficacia estatal, poca claridad en el plan, idas y vueltas que tienen de rehenes a las familias que confiaron en este programa. Mucha mezcla, de la mala, para que esto pueda fluir adecuadamente.
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