Policiales | 20 Sep Un conocido malhechor de la zona Sur fue remitido a la cárcel al comprobarse su responsabilidad en abastecer de droga a los hermanos de un procesado. Su vinculación fue posible mediante el trabajo de la Brigada Departamental Antidrogas (BDA), luego de detener a los hermanos (del presidiario) cuando pretendían lanzar cocaína hacia el interior de la unidad local del Instituto Nacional de Rehabilitación, antigua cárcel departamental.
Los hermanos fueron detenidos en la tarde del domingo. Personal policial que custodia el recinto en que actualmente están alojados aproximadamente 300 internos (entre hombres y mujeres), notó que un muchacho merodeaba el sector sur, en actitud sospechosa. Dieron aviso al Centro de Comando Unificado Departamental, desde donde se envió una patrulla de la Unidad de Respuesta Policial. A su arribo, los uniformados avistaron a un joven, que luego fue identificado como E.S.R.D., de 19 años, que pilotaba una motocicleta.
Mientras la Policía efectuaba el trámite habitual de cotejar sus datos con el sistema que posee el Ministerio del Interior, a fin de establecer si la persona cuenta con antecedentes y requisitoria por algún hecho, éste comenzó a recibir insistentes llamadas a su celular, las que luego se comprobó provenían del interior del INR.
Las llamadas eran realizadas por el hermano del detenido, un joven de 21 años procesado por hurto en enero de 2015, tras haber robado 30.000 pesos desde la estación Ancap de Ruta 90 y la caja registradora de una heladería ubicada sobre avenida España. Durante la detención en el exterior de la antigua cárcel, fue posible incautar cuatro “piedritas” (que arrojaron un pesaje de 1,8 gramos) de una sustancia similar a la cocaína.
Cuando se aprestaban a trasladarlo hacia la Brigada Departamental Antidrogas, a través de un nuevo llamado telefónico se indicó que otro sujeto estaba efectuando movimientos similares a E.S.R.D. Se procedió, igualmente, a su identificación, dando como resultado que era el hermano mayor del primer detenido, R.R.D., de 23 años. Ambos fueron conducidos a la sede de la BDA para ser indagados.
En tanto, contando con varios datos respecto a que el encargado del suministro sería Luis Eduardo Olivera Requelme, alias “el Tuti”, efectivos de la brigada montaron un operativo y allanamiento en una finca del barrio sur. Una vez detenido, se logró incautar cocaína que estaba fraccionada y pronta para la venta.
Al intervenir la Justicia, la jueza de Cuarto Turno Elsa Montín, asistida por la fiscal Estela Long, resolvió el procesamiento con prisión de Luis Eduardo Olivera Requelme por suministro de estupefacientes y el procesamiento sin prisión de los hermanos E.S.R.D. y R.R.D., por asistencia al suministro de estupefacientes.
CINCO PROCESADOS EN 9 DÍAS
En tan solo 9 días, el trabajo conjunto de la Policía ha evitado el ingreso de sustancias al recinto carcelario en tres oportunidades, a la vez que por ello se han procesado a cinco personas, dos con prisión.
Como informara oportunamente EL TELEGRAFO, uno de los hechos ocurrió cuando el padre de un recluso llevó un bol con comida durante el horario de visita, dentro del cual había dos pequeños paquetes con marihuana (6,2 gramos) y un “papel” con cocaína (0,4 gramos). Luego de indagarlo, se comprobó que la sustancia había sido enviada por Sergio Marcelo Torrens Miranda, de 33 años, poseedor de antecedentes penales por hurto. Y, a menos de 24 horas de ese hecho, la Justicia procesó a W.W.L., de 58 años, tras haber sido sorprendido al pretender ingresar marihuana y un celular dentro de una matera, cuando visitaba a un familiar recluido en el INR.