Policiales | 19 Sep Decenas de efectivos de la Policía y Prefectura, así como de la Policía Nacional de Tránsito trabajaron en el operativo de seguridad establecido para el recital de la banda La Renga, que atrajo miles de personas a la ciudad. Fuentes consultadas en los tres ámbitos mostraron “satisfacción” por la labor realizada y por los escasos incidentes, de menor porte. La Policía Nacional de Tránsito colaboró especialmente en Ruta 3, ordenando el tráfico de ómnibus y automóviles particulares que se dirigían a Paysandú.
En tanto, el Centro Coordinador de Emergencias Departamentales (Cecoed) estableció un protocolo con zonas de exclusión vehicular y peatonal. La seguridad dentro del anfiteatro del río Uruguay y la zona interna de exclusión estuvo a cargo de un equipo privado.
El operativo --en general-- se desarrolló sin contratiempos, actuando cada fuerza dentro del área de su jurisdicción y coadyuvando al desarrollo sin inconvenientes de la gran fiesta del rock, que reunió a unas trece mil personas, contando tanto las que efectivamente ingresaron al anfiteatro, como al grupo que no pagó la entrada y se quedó en las inmediaciones.

OPERATIVO POLICIAL
Desde Jefatura de Policía se estableció un operativo de seguridad que incluyó varias zonas en el área del anfiteatro. El propio jefe de Policía, comisario general ( r) Luis Eduardo Mendoza, estuvo presente durante buena parte del día y la noche. Se lo vio siempre en actividad y a veces coordinando con el secretario general de la Intendencia, Mario Díaz.
La Policía estableció un perímetro externo, con patrullaje y controles. El operativo estuvo en manos del Grupo de Reserva Táctica (GRT) con apoyo de la Unidad de Respuesta Policial (URP). Hubo efectivos de uniforme como de civil, además de efectivos de Narcóticos.
Al fin del operativo no se registró ningún hecho delictivo en la zona del operativo (hechos de sangre, hurtos, rapiñas, daños) , en tanto hubo algunos detenidos por desorden, producto del abuso en el consumo de alcohol.
Precisamente, efectivos que participaron en el operativo, comentaron que fue un recital con un elevado consumo de alcohol (cerveza, a 100 pesos el vaso de 250 cc) pero que aunque se apreció a personas alcoholizadas (o bajo efecto de otras sustancias), lejos de provocar problemas --salvo las excepciones que determinaron las detenciones-- eran controladas por los otros asistentes.
En opinión de un efectivo, “fue un recital con mucho consumo de bebidas con alcohol, pero es un público acostumbrado a manejarse así; consume mucho pero se organizan y entre ellos mismos cuidan a quienes se sobrepasan”.

OPERATIVO DE PREFECTURA
El último ómnibus que abandonó el Área de Control Integrado (ACI) del puente internacional Paysandú-Colón de retorno a Argentina lo hizo a las 9.30 de ayer. Media hora después, fue levantado el operativo establecido en la noche del viernes.
En el puente General Artigas, el operativo fue llevado adelante en forma conjunta por fuerzas de ambos países. Fuentes consultadas indicaron que --del lado uruguayo-- además del personal de Prefectura de Puerto, participaron integrantes de la Divin (División de Investigaciones y Narcotráfico de Prefectura Nacional Naval) y de la Unapo (Unidad de Apoyo Operativo de Prefectura Nacional Naval). También trabajaron intensamente La Dirección Nacional de Aduanas, la Dirección Nacional de Migraciones y la Dirección de Pasos de Frontera.
En tanto, también tuvieron intenso trabajo en el operativo Gendarmería Nacional, la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), la Dirección Nacional de Migraciones y Aduanas, todos estos organismos argentinos.
El operativo fue establecido para hacer frente a posibles incidentes, que no ocurrieron. Sí hubo un enorme tráfico desde Argentina en las horas previas y hacia el vecino país tras culminar el recital. Cruzaron el puente por lo menos una cincuentena de ómnibus, cientos de vehículos particulares y --además-- cientos de personas a pie.
Esto ocurrió porque muchos llegaron a las inmediaciones del tendido internacional en ómnibus que carecerían del permiso de tránsito internacional, por lo que su pasaje tuvo que caminar los 2.350 metros.
Como ya fuera informado se retiró una cantidad poco significativa de marihuana y dos “lágrimas” de cocaína, que fueron tratadas de ingresar para consumo propio. También fueron incautadas armas blancas.
Al retorno, pese a que la demora fue extensa, no se registraron incidentes. Se evaluó que esto ocurrió por el tipo de operativo desplegado y su carácter disuasorio. Al mismo tiempo, el gran consumo de alcohol hizo que, en muchos casos, buena parte del pasaje se encontrara durmiendo mientras se llevaban a cabo los trámites migratorios y aduaneros.