Rurales | 20 Sep “Hay un espacio enorme para seguir invirtiendo en la agropecuaria de Paraguay”, señaló a EL TELEGRAFO Rodrigo Artagaveytía, reconociendo que, en un país que “recién empieza” a producir, ya no se consiguen los 20 dólares por hectárea con lo que se ofrecían tierras en 1999, pero a lo precios de hoy “sigue siendo un muy buen negocio”.
El empresario uruguayo es director de Everdem, el nuevo nombre que representa a la empresa que antiguamente era Estudio 3000 Paraguay, y es reconocida en aquel país fundamentalmente por haber incorporado al mercado paraguayo los negocios ganaderos por pantalla y, en Uruguay, por brindarles a los inversores uruguayos grandes oportunidades de negocios con la compra de campos en la zona del Chaco, al norte de Paraguay.
“A veces me dicen que llegué tarde. Sí, para lo que fue la especulación en su momento, pero si hablamos de producir, Paraguay recién empieza. La cantidad de gente que hay para trabajar, la fertilidad y los precios, si bien se han aggiornado, siguen siendo muy interesantes”, dijo.
Recordó que cuando en 1999 ofrecía tierra a U$S 20 en Paraguay, nadie quería ir porque no creían y me decían que no podía ser. Hoy vale de 400 a 450 dólares la hectárea de monte y una estancia formada y pronta para producir vale 800 a 900 dólares la hectárea”.
Enfatizó que el negocio productivo sobre esas tierras y esos precios “es muy bueno, a pesar del gobierno, a pesar de la política, a pesar de cualquier factor, las reglamentaciones y normas para trabajar en Paraguay son muy claras y hasta se podría decir que son políticas de Estado”, dijo.
Para Artagaveytía, la variable más importante de Paraguay “es la calidad de tierra, fertilidad, muy buen clima para los cultivos y cantidad. Atrás de eso vienen un montón de cosas que están pasando, llámese porque el país venía relegado o faltaba más inversión, pero siempre amparado por lo indicado en primer término”, indicó. Se estima que en Paraguay más de tres millones de hectáreas están en manos de uruguayos, sobre todo en la región del Chaco”.

RAZAS
Nelore y Brahamn son las razas mayoritarias de Paraguay, pero hay otras que están creciendo. El empresario explicó que “se parte del trabajo sobre una base de razas cebuinas, porque es la que brinda rusticidad y adaptación a ese clima y las condiciones climáticas –fundamentalmente el calor--. Hoy se busca un animal de mayor conformación, de más precocidad y adaptado a ese país”.
Puntualizó que “antes se hablaba de un Nelore alto, de puras patas, que no era precoz y no se engordaba, hoy la tendencia es totalmente contraria. A ello se le suma un buen trabajo de la genética y la aparición de razas como Brangus y Braford”, explicó.

LA INDUSTRIA
Respecto a la situación de la industria, recordó: “hace 16 años cuando fui a Paraguay, los frigoríficos estaban solo en Asunción y la gente se asustaba porque estaban muy lejos. Hace 10 años hay un frigorífico en el medio del Chaco, ahora otro en Concepción y más industrias en Asunción, hay proyectos de construcción de otros frigoríficos en el sur del país y se maneja la idea de otro en el norte del Chaco”. A eso se suma que la industria cada vez “es más moderna, más adaptada y habilitada para todos los mercados”.
Consultado sobre la situación de nuestro país, dijo que la desconfianza entre productores e industria es mundial. “Es difícil juntarse y que todos tiren para el mismo lado, por lo menos cuando golpea el bolsillo. Hay que tratar de buscar factores en común”, aclaró.
Además, “hoy Paraguay está más preocupado por los factores que hacen a la producción y no tanto por la situación con las industria, como ocurre en Uruguay”.
El empresario uruguayo expresó que Chile sigue siendo un mercado muy importante para la nación guaraní. “Un novillo para ese país con una trazabilidad grupal hoy está en U$S 3,05. Antes la carne se pagaba en guaraní y desde hace unos dos años los frigoríficos impusieron el pago en dólares”, apuntó.
“Hay una relación de 1,10 menos al ternero de destete de hasta 180 kilos, que actualmente cotiza en U$S 1,70 a 1,80”.
TRAZABILIDAD
Rodrigo Artagaveytía entiende que Paraguay va por el camino “del medio y que es el camino correcto, o tal vez, el menos traumático” en cuanto a la trazabilidad.
“Por sus condiciones y la ganadería tradicional –Paraguay tiene cientos de miles de hectáreas de campo natural que no se ocupan--. Zonas de El Chaco y el norte que no se ocupan y no tienen alambrado, por lo que hay mucho para hacer”, señaló.
El empresario sostiene que ir por la trazabilidad “está muy bien”, pero también recordó que Paraguay “supo tener diferencias de precio interesantes en su momento; los animales trazados con habilitación para Europa con un 10 y hasta un 15%. Después con la aftosa volvió a cero y la trazabilidad no tenía ningún sentido”.
“Hoy está nuevamente levantando esa barrera”. Afirmó que la trazabilidad “tiene que pegar en el bolsillo” y no se imagina a Paraguay con trazabilidad obligatoria.