Locales | 20 Sep La edila frenteamplista Rossana Cabillón recordó en la Junta Departamental que setiembre es el Mes de la Diversidad: “el amor es una construcción cultural, social, política y, por consecuencia, se puede construir, reformar, eliminar, reconstruir y transformar. El amor es una energía que mueve el mundo y cambia con las épocas históricas y las culturas que se expanden a lo ancho del planeta, cambiando y mutando como cualquier otra construcción humana. Otra forma de relacionarnos son posibles y ya es hora que asumamos el reto colectivamente, con alegría y desparpajo, que liberemos al amor del patriarcado y del capitalismo. Que inventemos otras formas de querernos, que reivindiquemos los afectos y los sentimientos como un espacio político, permitiéndonos explorar otras formas de organizarnos”.
“Tenemos que desmontar el amor para volver a reinventarlo y así transformar nuestra forma de organizarnos y relacionarnos para acabar con este sistema jerárquico basado en la explotación de la naturaleza, los animales y las personas, así como en la violencia de todos contra todos. Necesitamos una transformación política, económica, social, afectiva, sexual y cultural, un cambio radical, profundo, en nuestra forma de relacionarnos con los demás. Para lograrlo, necesitamos crear redes de solidaridad y ayuda mutua, acabar con la cultura del 'sálvese quien pueda' y trabajar colectivamente para mejorar la vida de todos”, aseguró la edila del Frente Amplio.
Enfatizó que se necesita “derribar la desigualdad de género para poder construir relaciones basadas en la libertad, no en la necesidad y el interés egoísta de cada sexo. Debemos desaprender lo que significa ser mujer o ser hombre para poder ser como queramos sin someternos a las normas de género que nos imponen un estilo de vida, estereotipos y roles y nos encierran en una identidad inmutable”.
Así como “mostrar la diversidad amorosa y sexual del mundo real, construir protagonismos colectivos y construir personajes capaces de salvarse asimismo, alejados de la masculinidad o femineidad hegemónicas”, concluyó Cabillón.