Opinion | 22 Sep Dos hechos recientes, el espectáculo de rock de la banda La Renga, realizado con presencia multitudinaria en el Anfiteatro del Río Uruguay, y la presente edición del Encuentro con el Patriarca y su marcha a caballo a la Meseta de Artigas, muestran el potencial del turismo de eventos y el turismo cultural en el departamento y la región.
Según las evaluaciones oficiales, el recital de la banda argentina no solo fue un éxito en si mismo sino que tuvo un impacto económico que se hizo notar en la actividad diaria de la ciudad. Decenas de excursiones desde Argentina y diversos puntos de Uruguay, transporte interdepartamental con frecuencias reforzadas, hotelería con capacidad colmada y servicios gastronómicos y de taxis con alta demanda, son algunos de los sectores de actividad que resultaron con beneficio económico debido a la realización de este evento.
De acuerdo con lo informado desde la Intendencia, previo al recital ingresaron por el puente internacional "General Artigas" aproximadamente unas nueve mil personas, cifra que representa el doble de los ingresos que se registran en un día de alta estación. Además, por esa vía internacional arribaron unos 60 ómnibus de excursiones particulares, mientras otros 20 coches lo hicieron desde diversos lugares de Uruguay.
Asimismo, las líneas de transporte interdepartamental de pasajeros provenientes tanto de Montevideo como desde Salto incrementaron la venta de boletos en un número cercano al 50% respecto a lo habitual para la época.
Las empresas locales de remises verificaron un incremento en la demanda que en algún caso se cuantificó en el eje del 150%. En la noche del sábado 17 los hoteles de la ciudad trabajaron con capacidad totalmente colmada y con elevados índices de huéspedes en los días previos, mientras que más de 400 carpas fueron armadas en la zona de camping de la costa.
Desde los emprendimientos vinculados a la venta de comidas y bebidas situados en el centro de la ciudad y en la zona de influencia del Anfiteatro se realizó una valoración coincidente, destacándose la multiplicación por varias veces en la comercialización de algunos productos, tales como cerveza, frankfurters o hamburguesas.
Esta información, sumada a la experiencia de varios años de la Semana de la Cerveza ha servido para demostrar que el turismo de eventos tiene un evidente efecto "derrame" en la economía local, no solo a nivel de hoteles y restaurantes sino también de una serie de pequeños comercios. Por otra parte, confirma el potencial de Paysandú y sus infraestructuras deportivas, culturales y de espectáculos para el turismo de eventos. Porque también se mueve el comercio y los servicios locales si hay una Bienal de Teatros o un congreso.
En otro orden, no puede pasar desapercibido que Paysandú es el departamento que desarrolla mayor cantidad de fiestas populares en el ahora denominado Corredor de los Pájaros Pintados, que componen los departamentos de Artigas, Salto, Paysandú y Río Negro.
Las fiestas populares son un gran atractivo cultural y turístico para el país. Según datos del Ministerio de Educación y Cultura, cada año más de dos millones y medio de personas se movilizan en Uruguay para participar en alguna de las aproximadamente 200 fiestas populares tradicionales en las que las comunidades celebran algunos de los hitos que marcan su existencia. Las mismas constituyen manifestaciones culturales de gran significación y ofrecen contenidos diversos, vinculados a diferentes temas: carnaval, étnicos, religiosos, históricos y folclóricos. Se trata de fiestas de interés especial por lo que representan para las localidades, los beneficios que derraman y porque identifican a los lugares donde se celebran.
Además de haberse convertido en un potente estímulo al turismo en nuestro país, las fiestas populares ponen en relieve nuestra diversidad cultural y las identidades locales constituyendo una formidable invitación al descubrimiento de nuestra sociedad, nuestro territorio y nuestra cultura. Un claro ejemplo de ello es la marcha a caballo a la Meseta de Artigas, que comienza hoy, y el Encuentro con el Patriarca que se vivirá el próximo domingo con una participación creciente año a año de miles de personas.
Teniendo en cuenta que según el informe anual de Turismo Interno del Ministerio de Turismo, en 2014 se registraron 6.672.609 viajes y los departamentos que concentran la mayor cantidad de salidas hacia otros destinos nacionales son Montevideo, Canelones y Maldonado y que el Corredor Termal concentró la llegada de 433.448 visitantes, algo por encima que el Litoral Sur (Río Negro, Soriano y Colonia), es evidente que hay que analizar seriamente estas cuestiones a la hora de pensar el desarrollo del turismo en Paysandú.
El turismo cultural es una herramienta que contribuye a consolidar lazos comunes a una ciudad o pueblo, garantizando permanencia de valores, identidad y tradiciones, lo que redunda en un beneficio económico para la comunidad y --si es bien gestionado-- en la sostenibilidad del patrimonio.
Paysandú cuenta con sitios arquitectónicos emblemáticos, monumentos, museos, fiestas tradicionales, gastronomía típica, que permitirían un desarrollo del turismo cultural asociado quizá al turismo de eventos, al fortalecimiento de la cadena productiva asociada a lo turístico y el incentivo del turismo rural comunitario.
Pero apostar fuertemente en ese sentido implica trabajo estratégico, evitar superposiciones de calendario en lo interdepartamental e intradepartamental y el fomento de la innovación, así como adecuadas estrategias de comunicación que en la actualidad no se están desarrollando y que requerirían de una activa presencia de información turística local en medios digitales con una identificación clara de la oferta en cantidad y calidad. En este sentido, hay que tener en cuenta que cada vez más turistas arman su viaje por Internet y están ávidos de disfrutar y vivir experiencias enriquecedoras. Ya no se interesan por productos tradicionales sino que buscan experimentar nuevas sensaciones que le permitan conectarse al destino y su gente, disfrutando de los atributos naturales y culturales. Está claro que existen sinergias locales y regionales y un público ávido de experiencias que, como destino, podemos ofrecer. El desafío es lograr que lo que ahora es puntual se vuelva algo que rompa lo casual, lo esporádico y lo estacional para que sea, realmente, parte de una agenda planificada.