HABRÁ GARRAFAS HASTA EL JUEVES

Locales | 04 Oct El conflicto en la empresa de supergas Riogas ingresa en su cuarta semana de conflicto y “la situación permanece incambiada, más allá de las apariciones públicas de los ministros Carolina Cosse y Ernesto Murro, quienes aseguran que la situación se está normalizando. Sin embargo, todos sabemos que entre jueves o viernes todo el país se quedará sin supergas”, dijo el presidente de la Asociación de Distribuidores de Supergas (Adisup), Daniel Marichal.
Explicó que “Ducsa ya no tiene envases, Acodike tendría hasta jueves o viernes y nosotros hace 25 días que no trabajamos y tenemos los locales cerrados en todo el país”. El directivo adelantó que Adisup iniciará “demandas contra la Ursea y el Ministerio de Industria por la alteración de las reglas comerciales cada vez que hay un conflicto que lesiona a las empresas del sector en detrimento de las otras, y eso nos genera daños y perjuicios. Cuando cada empresa tenga pronta sus demandas, se patrocinarán desde la asociación, pero es un reclamo por empresa de acuerdo con su tamaño, zona, localidad y participación en el mercado, por el daño que recibe”.
Paralelamente, a las 15 se movilizarán en Montevideo, con la participación de distribuidores del Interior. Marichal remarcó que “se habla de los tres despedidos de Maldonado, de los ocho cesados en la planta de Riogas, pero en ningún momento se habla que en este momento tenemos 1.500 personas que componen la cadena de distribución que estamos sin trabajar desde hace 25 días”.

LA EMPRESA
Mientras, la empresa Riogas recordó en un comunicado que en el convenio firmado el 21 de julio, “el sindicato se obligó a no pedir ningún beneficio económico y a no tomar medidas sindicales de ningún tipo con ese fin por los próximos tres años. Sin embargo, a menos de 60 días de firmado, lo incumplió totalmente”.
Aclaró que “no despidió a 11 trabajadores, sino a 3, que fueron desvinculados por manipular, durante una jornada laboral y en varias ocasiones, un arma de fuego --rifle-- en un puesto de venta de supergas al que acceden los clientes y donde trabajan otros funcionarios --en horario de atención al público--”.
Riogas precisó que los restantes 11 trabajadores “corresponden a contratos zafrales” que la empresa decidió no renovar, sino que los envió al seguro de desempleo “como consecuencia de la finalización de la zafra, de la baja en el nivel de actividad operativa, de la difícil situación económica y financiera por la que atraviesa la empresa luego de más de 25 días de no producir por las medidas sindicales (que se suman a muchos otros días de no producción por otros conflictos acontecidos este año), y de las enormes e irreparables pérdidas económicas ocasionadas”. En tal sentido, relató que “es la empresa la que debe establecer la organización del trabajo”, en tanto el gremio resolvió que “no se trabajará más de dos horas por cada turno diario”, mientras se desarrollaba la detención absoluta de las actividades, “desconociendo la opinión técnica y calificada de los encargados, del jefe de planta, del técnico prevencionista y del IG3”. Bajo esas circunstancias, según Riogas, “el sindicato argumentó que al no alcanzarse una cantidad de operarios mínima (que fijó arbitrariamente y que pretende imponer a la empresa), los operarios tenían derecho a trabajar tan solo dos horas ese turno y a permanecer luego sin desempeñar tarea alguna, pretendiendo cobrar igualmente el jornal”.

SON PYME
Marichal señaló que los distribuidores “somos pequeñas y medianas empresas que no trabajamos porque no recibimos el producto. Nuestros trabajadores no están de paro, sino muchos de ellos se encuentran en el seguro y tenemos los locales cerrados. Vemos que pasan los días y eso pone en peligro la existencia de nuestras empresas que tienen pocos empleados, además de los casos que venden algunas garrafas chicas. Esos son los componentes de la cadena de distribución”.