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Paysandú, Sábado 08 de Octubre de 2016

Las imprudencias de los políticos

Opinion | 08 Oct En medio de la conmoción y las críticas por la creciente inseguridad, de los hechos de sangre que ocurrieron en los últimos días en Montevideo --con el asesinato de un hombre en Carrasco Norte, que salió a defender a una amiga, incluido--, con los pedidos de renuncia del ministro del Interior, Eduardo Bonomi, de la oposición, lo que más precisaba el gobierno era cambiar el centro de atención, que la ciudadanía comenzara a hablar de otra cosa ante este agobio. No necesitó mucho. Ni siquiera precisó plantear un tema. El foco se lo llevó el propio Pedro Bordaberry con el pedido de elecciones parlamentarias si se mantiene a Bonomi en el cargo, apelando a mecanismos habilitados por la Constitución. Una imprudencia política. La misma que comete el ministro del Interior --por más certeros que sean-- cuando se atreve a vender consejos ante las situaciones violentas de robo o rapiña.
Sin caer en la tontería de que es un Bordaberry el que plantea aquello y de acusarlo de golpista --no tiene nada que ver--, y que el senador colorado se refiriera a la inseguridad, plantear una cosa así no parece ser lo más conveniente para este momento. Uruguay necesita de tranquilidad y de propuestas concretas para mejorar la seguridad. No basta con pedir la renuncia de Bonomi, porque quién asegura que cambiar una persona todo se resolverá. Las políticas seguirán siendo las mismas. ¿Quién podría confirmar que la salida de un ministro puede llevar la tranquilidad a los barrios cuando un tipo decide matar a otro? Por más patrullajes, mayores controles, más penas, la determinación de un individuo por rapiñar, robar o matar se resuelve con políticas más de fondo. La falta de rehabilitación de los presos puede ser una de las causas y esto no está siendo atendido. O terminar con las salidas anticipadas cuando se trata de delincuentes contumaces, por ejemplo.
Esta semana, Bordaberry respaldó la iniciativa del senador nacionalista Jorge Larrañaga, de pedir la censura de Bonomi. “Si no son suficientes las explicaciones, queremos poner en mecanismo los artículos 147 y 148 (de censura)”, dijo al programa Desayunos Informales de canal 12.
Cuando se le indicó que no habrá votos suficientes para lograr la censura, al necesitar la mayoría absoluta de la Asamblea General, Bordaberry señaló: “Todos ponemos nuestros cargos a disposición de la ciudadanía. Vamos a pedir que si sigue Bonomi se llame a elecciones y vamos a ver si el Parlamento lo acompaña. ¿Tienen miedo de escuchar a la gente? Se abrazan a sus cargos y bancas en el Parlamento”, y que explicó luego cómo es el mecanismo.
“Tú interpelas, se dan explicaciones. Podés decir que las explicaciones fueron suficientes o presentar una moción que dice que no se respalda al ministro. Se cita al Senado para analizar la moción en 48 horas. Si el Senado dice sí, se convoca a la Asamblea General. Si se vota la censura, el presidente tiene dos caminos: uno, sacar a Bonomi y se acaba el partido. Si lo mantiene, se llama a elecciones parlamentarias anticipadas”.
“No se puede hacer una interpelación para la tribuna. Estoy dispuesto a interpelar hasta las últimas consecuencias, poner mi cargo parlamentario a disposición de la ciudadanía. ¿El Frente Amplio, que tanto habla de interpretar el sentir del pueblo, se anima? Vamos a hacerlo. Es oportuno”, ahondó.
Las críticas no tardaron en llegar desde el oficialismo y desde el propio Partido Colorado. El diputado colorado Fernando Amado dijo en su cuenta de Twitter que a Bordaberry se le fue la “moto”. En la misma red social, el diputado del MPP Daniel Caggiani, aseveró que estos planteos suceden cuando la oposición “pierde la brújula” y “se contagia de los brotes antidemocráticos regionales”, con referencia a la salida de Dilma Rousseff de la presidencia en Brasil. “Disolver las cámaras lamentablemente parece ser parte del ADN de la familia Bordaberry. Lo hizo el padre antes y lo propone el hijo ahora”, añadió. “Lo de Bordaberry es una locura, parece mucho más inspirado en el ascenso de Novick y la caída de su partido, que en la inseguridad. Lamentable”, dijo, por su parte, José Carlos Mahía, diputado del Frente Líber Seregni.
A su vez, la senadora frenteamplista Mónica Xavier acusó al senador Bordaberry de “dañar la democracia” y opinó que debería dejar la actividad política.
“Este es el fin de Bordaberry. Con esto se tiene que ir de la política”, dijo Xavier durante una entrevista en El Observador TV. Para Xavier, la postura del senador se trata de un “error indiscutible” viniendo de alguien que “ha tenido tantas dificultades dentro de la colectividad de su partido”.
Es así que el tema seguridad ha vuelto estar en la picota, con más discusiones políticas que otra cosa, sin bajarlas a tierra.
Luego de una semana sangrienta en Montevideo, de una seguidilla de hechos los que los uruguayos nos estamos acostumbrando cada vez más, el ministro Bonomi aconsejó no resistir a los robos, como ocurrió con el hombre de Carrasco Norte, que salió a defender a una amiga víctima de un asalto. Es lo que cualquier vecino le aconsejaría a un hijo, a una hija que se vea ante una circunstancia de estas.
Pero fue otra imprudencia de alguien hipercuestionado, en un contexto de una sociedad indignada. Está bien, no tiene toda la culpa. La política de seguridad no es la política de Bonomi, sino del gobierno de Tabaré Vázquez. Pero el manejo de la buena comunicación y de las buenas señales son algo que los políticos deberían manejar con mayor claridad. Al final, todo queda en el ruido de las discusiones.


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